martes, 7 de septiembre de 2010

La vida en la memoria...(36)

36

Hubo una época,a los dos o tres años de morir Stefan,que yo empecé de nuevo a recelar de mi padre,de su vida,de si me había querido alguna vez,incluso de si llegó a querer a alguien.Yo intuía que mi padre me había ocultado muchas cosas,a pesar de tantas charlas que tuvimos.A esto tambien contribuía la empanada que tenía la pobre Zenia,porque todo lo que ella podía saber de mi padre, de la época en que conoció a mi madre y los años siguientes,se lo habían contado y además siendo muy joven.Pero Zenia tambien ,sí ,vino a sacarme un poco del marasmo de vida en el que yo andaba metido.Stefan se murió al año siguiente de venir a mi casa su sobrina,tenía ochenta y seis años,pero a mí me sorprendió mucho,porque Stefan seguía conservando su naturaleza robusta.Hacía dos años de la muerte de mi querida Lía y Mariola aún seguía en la clínica,totalmente irrecuperable para mí,porque ya ni me conocía,loca perdida y con la salud cada vez más deteriorada.Yo tenía entonces sesenta y siete años y Mariola sesenta y dos.Una  época muy negra,donde empecé a abandonarme,a no interesarme por nada.Los años alegres de mi vida,la infancia con mi madre,los años dorados con mi mujer y despues con nuestra hija,Waldemar y Cecylia siempre presentes,se habían ido para no volver y yo sentía como una especie de castigo del destino.Estaba podrido de dinero sí,pero de qué me servía.La locura de Mariola me amargó terriblemente durante cuatro años y cuando murió casi me alegré,aunque dejó en mí, ya para siempre, un desapego de todo,un hastío profundo,insano...Waldemar y Cecylia habían muerto al año siguiente de teminar mi hija el Gimnazjum,quince años tenía Lía y lo que lloró a sus abuelos,otro año de luto para el recuerdo... Y despues,con mi hija en la tumba,a la que acompañó su madre  más tarde, años de recibir más dinero y adir herencias ,un dinero que me dejaba indiferente,asqueado: a quien le gusta recibir la herencia de su propia hija,de su mujer...Me había quedado solo...Y Zenobia pasó a ser el muro de mis lamentaciones...

La vida en la memoria...(35)

35

Ha sido mucho después de que muriera Stefan,que empecé a enterarme un poco de su vida y todo por ese carácter suyo,tan reservado y mirado conmigo,un respeto que parecía desmedido tantas veces ,y tuvo que ser Zenia,su sobrina,la que me contara cosas de la vida de su tío.Zenia se vino a servir a casa por Stefan,que me veía ya muy mal,despues de tanta desgracia seguida y se empeñó en que su sobrina se viniera del pueblo para llevarme la casa.Zenobia me quiere casi como a un padre,pero es que yo con Zenobia pudé hacer lo que nunca me permitió Stefan,arregarle la vida a su familia,solucionar todos sus problemas,en suma mostrarme generoso.Zenia vino a mi casa con los cincuenta cumplidos,una salud de hierro y dos carrillos que parecían dos manzanas despues de sacarles brillo.Traía el acento cantarín,tan peculiar de Zakopane y en la maleta un regalo para mí,una capa blanca con bordados y el sombrero típico de los "Górale",con una pluma enorme de faisan.Al principio se mostraba muy reservada pero pronto comprendió que conmigo era imposible porque yo necesitaba saber ,encajar el puzzle de mi vida y en cuanto se murió su tío,que actuaba de freno inconsciente,pude franquear la entrada.y un buen día que me estaba sirviendo la comida,la entré a saco:
-Oye,Zenobia,por qué tu tío  me quería  tanto ,vamos a ver,aunque ya sé que el tío Jan y él eran amigos...
-Pero bueno,señor Janusz, está usted de broma...
-Como que si estoy de broma...
-Pero usted no sabe que mi tío besaba por dónde pisaba su madre de usted,que desde que la conoció ya no quiso saber de ninguna otra...
-A ver,a ver espera,me estás diciendo que Stefan...
-Mi tío estaba enamorado de su madre,señor Janusz  pero y de qué manera,pero en qué mundo vive usted...
-¡Co ty nie powiesz,kurwa! ¡(no me digas,joder!)...y Zenia explota en una carcajada porque todavía no se acostumbra a mi manera de hablar,aunque enseguida se contiene...
-Y por qué Zenia me tengo yo que enterar el último  de las cosas,tiene narices .Pero tú no sabes Zenia, con qué unción y respeto me hablaba siempre su tío de mi madre,como iba yo a pensar que se trataba de amor,más bien parecía que mi madre les había ayudado mucho despues de la guerra o algo así...
-Tambien hay de eso,señor Jan,aparte que sus tres tíos murieron en la resistencia de Varsovia y mi tío tuvo más suerte y sobrevivió,eso no se lo perdonó nunca,que se avergonzaba delante de su madre y la pedía perdón,por cobarde...
-Y mi madre,qué...
-Qué,de qué...
-Pues que si no le correspondió nunca...
-¡Ay!,señor Sobieski,su madre de usted desde que conoció a su padre,ya no tuvo ojos para nadie y eso que su pa...
-Que mi padre qué...
-Pues que su padre se fué,ya lo sabrá usted,la enterró en dinero,si,pero apenas ya pisó por Varsovia,las cosas que contaban de su padre...yo esto lo he sabido por mi madre Zofia,que yo no había nacido...
-Y qué decían de mi padre,Zenobia...
-Además,su madre morió tan joven,la tisis esa tan tremenda que tenía...Ay,señor Janusz,que me está usted tirando mucho de la lengua,que luego me voy a arrepentir...
-Bueno,pues otra día me lo cuentas,que de mi padre se menos todavía que de tu tío...