...La dura posguerra no fue tal para nosotros,mi padre empezaba a hacer dinero de verdad,tenía una naves grandes y comerciaba con todo:cemento,hierros,lentejas...lo que tocase.Tenía olfato para los negocios y buenas relaciones sobre todo,eso era lo más importante y en eso,mi madre jugaba un papel fundamental por sus relaciones y amistades con generales de la guerra,amistades de infancia de Toledo,de la Academia de Infantería cuando mi madre era joven y sus hermanos y primos estudiaban allí para oficiales.Nosotros entretanto en el instituto y yo aficionado muy pronto a las coristas y meritorias que se decía entonces,hasta que me entraba el bajón y me retiraba del mundo,pero sín dejar de rumiar cómo hacer dinero,tenía esa inquietud y me fijaba en mi padre,en su saber hacer y relacionarse,yo no tenía don de gentes y tendría que usar otras armas,como la inteligencia,la intuición,no sé,el caso es que empecé a conocer el mundo de la bolsa,a invertir en valores y no me iba mal,yo tan negado para otras cosas,disfrazado de bohemio despistado,como si el dinero me la trajera al fresco.Y luego,al acabar el bachillerato,mi vida dio un giro inesperado al matricularme en 1950 en Filología Hispánica y conocer a Cecylia Wojczychowska,luego,de casada, Cecylia Grudzinska.Porque si yo no hubiera conocido a Cecylia,mi hijo Janusz no habría nacido,así es la vida ,puro azar,como el juego,aunque respondan a una causa siempre,porque eso es el destino,una mezcla de azar y unas gotas de premeditación,yo que sé.Cecylia tenía un pasaporte suizo,a saber por qué y como y estaba aprendiendo español,quería ser diplomática.A mí la filología me la traía al fresco,la verdad,a mí me gusta la lectura,la creación,los fonemas y los lexemas,las oraciones compuestas y subordinadas y cuantas cosas más,me aburren,pero algo tenía que hacer de cara a la familia y allí me planté con mis veinte años y un hartazgo tremendo de esa atmósfera axfisiante y pobretona de posguerra,con curas por todas las esquinas y la miseria material y moral por todas partes. Y de Malaga fui a caer en Malagón,como se dice,porque lo primero que ví en mi primer viaje a Varsovia fue más de lo mismo:devastación,miseria, resignación...así estaba Europa por aquella época,en una depresión profunda y muchas soflamas para levantar los ánimos...
jueves, 4 de agosto de 2011
La vida revelada (3)
Con siete años,cuando oía el ulular de las sirenas avisando para bajar al refugio,yo sentía una desazón,como si el amor en el mundo se hubiera roto para siempre.Abajo,en la penumbra,me abrazaba a mi madre,a su vientre y mi padre con sus manazas protegía a mis dos hermanos,mientras se escuchaban comentarios sobre por donde ,por qué zona estaba batiendo la aviación...y mi madre:
-Son los nuestros,Gonzalo,vienen a liberar Toledo....y luego,tras un largo silencio,yo salía escopetado para arriba,miraba el cielo,de brumas y humos y me iba en busca de cadáveres recientes,yo tenía una curiosidad insaciable y tenía que ver a la muerte de cerca,con las moscas alrededor,el último gesto de pánico,las bocas torcidas y las posturas caprichosas,como muñecos,en poses inverosímiles...luego recogía las vainas vacías de los fusiles y regresaba cabizbajo a casa,sabiendo que tocaba bronca,por irme corriendo sín avisar...Por eso,Madrid me pareció un remanso de paz y me hizo insensible al dolor y la miseria,a la destrucción,ese era el decorado,claro,porque luego entraba en casa y no faltaba de nada y empezaba a entender qué eran las clases sociales,la fatal casualidad de nacer pobre o rico,en un lugar o en otro...el azar,el simple azar jugando con nosotros,era la ausencia total de dios,solo una falsa esperanza eso de la resurreción de la carne,y me dije que eso,esa fe en un dios, para el que lo necesitara...En casa hacían recuento de edificios destruídos y los rumores crecían sobre si fulano o mengano había muerto bajo las bombas,y al día siguiente,las camionetas de la FAI o de los milicianos seguirían la ronda buscando gente señalada,escondida:ponían las casas patas arriba,lo revolvían todo y cuando se llevaban a alguien no faltaba algun miliciano conocido de esa familia que gritaba a la esposa suplicante:
-No te preocupes,mujer,te lo traeré vivo,lo juro por mi honor...y eso a veces se cumplía y las más de las veces,no...
-Son los nuestros,Gonzalo,vienen a liberar Toledo....y luego,tras un largo silencio,yo salía escopetado para arriba,miraba el cielo,de brumas y humos y me iba en busca de cadáveres recientes,yo tenía una curiosidad insaciable y tenía que ver a la muerte de cerca,con las moscas alrededor,el último gesto de pánico,las bocas torcidas y las posturas caprichosas,como muñecos,en poses inverosímiles...luego recogía las vainas vacías de los fusiles y regresaba cabizbajo a casa,sabiendo que tocaba bronca,por irme corriendo sín avisar...Por eso,Madrid me pareció un remanso de paz y me hizo insensible al dolor y la miseria,a la destrucción,ese era el decorado,claro,porque luego entraba en casa y no faltaba de nada y empezaba a entender qué eran las clases sociales,la fatal casualidad de nacer pobre o rico,en un lugar o en otro...el azar,el simple azar jugando con nosotros,era la ausencia total de dios,solo una falsa esperanza eso de la resurreción de la carne,y me dije que eso,esa fe en un dios, para el que lo necesitara...En casa hacían recuento de edificios destruídos y los rumores crecían sobre si fulano o mengano había muerto bajo las bombas,y al día siguiente,las camionetas de la FAI o de los milicianos seguirían la ronda buscando gente señalada,escondida:ponían las casas patas arriba,lo revolvían todo y cuando se llevaban a alguien no faltaba algun miliciano conocido de esa familia que gritaba a la esposa suplicante:
-No te preocupes,mujer,te lo traeré vivo,lo juro por mi honor...y eso a veces se cumplía y las más de las veces,no...
La vida revelada (2)
De aquellos años de infancia guardo un buen recuerdo,a pesar de la guerra.El buen hacer de mi padre,su mano izquierda y su optimismo,junto a la educación estricta de mi madre,hicieron que yo y mis dos hermanos crecieramos en paz y armonía,a pesar de las diferencias,tanto de carácter como físicas que nos separaban.Yo,el hermano mayor, era alto y desgarbado como el palo de una escoba y los años de Toledo me dejaron una huella profunda,con tendencia a la melancolía y la introversión,que compensaba con mis accesos de buen humor y cinismo.Agustín,el segundo,era la viva estampa de su padre,grandón,sanguíneo y con fuerte propensión a la hipocondria,que unido a su buen comer le hacían para mí un buen candidato a los problemas del corazón.Era bastante fanfarrón,pero sín llegar más lejos,y Manolo,el menor,ya mostraba cierta tendencia a la calvicie,la gordura y la mansedumbre.Era el mayor entusiasta en temas de religión y se apegaba mucho a mi madre,aunque su falta de luces le hacían suspirar tantas veces a mi madre Luisa,que no veía un futuro claro para él.En cuanto a mí,no sé si por ser el mayor,era el ojo derecho de mi padre y el disgusto permanente de mi madre,porque me veía listo,despierto,interesado en la cultura,pero ateo redomado desde el uso de razón,y eso motivó muchos desencuentros entre nosostros dos,que sólo el interés común por el saber y mi despierta inteligencia,le hacían doblegarse y más cuando veía el poder de atracción que yo ejercía en mi padre y hermanos,y cuando vio que ya no me ganaba para su causa,la eterna religión,me trataba con respeto y distancia y solo compartíamos complicidad,cuando mi padre o alguno de mis hermanos soltaba una simpleza,entonces,a mí no me hacía falta mirar para saber que mi madre me estaba sonriendo tímidamente con cara de decir:mirales,Gonzalo,no tienen arreglo...,entonces ahí sí veía su amor,unos fogonazos de complicidad compartida,lo más cercano al amor materno...
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