domingo, 29 de agosto de 2010

La vida en la memoria...(19)

19

...Estoy pensando que cuando cumplí los setenta,me había quedado totalmente solo.Mi amigo Roman,tan comedido en todo,tan responsable,que no hacía un exceso ni por recomendación.Su vida era como un reloj de precisión,yo a veces se lo decía:
-Joder,Roman,pero no te aburres,joder...
-Y yo por qué me iba a aburrir,la vida es así Jan,trabajar,dormir bien,no hacer excesos,es la mejor garantía para llegar a viejo...
-Y para qué cojones quieres tú llegar a viejo...
-Perdona,Janusz,cuando te pones así es que no te entiendo...
-Déjalo,anda ...Y resulta que a Roman le atropelló de la manera más tonta un coche en la calle Tamka,un golpe en la cabeza y adios.Tenía mi misma edad,cincuenta y dos tacos.Roman siempre andaba dándole vueltas a los problemas de conciencia y nuestras conversaciones siempre tomaban el mismo derrotero...
-Tu,Janusz,¿crees en dios? ,pero dímelo en serio,no te empieces a hacer el descreído,contéstame con honestidad...
-Ya empezamos,Roman,pero no te he dicho ya mil veces,que yo me paso las religiones por el forro,como te lo tengo que decir,yo no tengo necesidad de creer en esas cosas ,comprendes...
-Ya,tú y tu pose atea,que te piensas que te hace muy moderno y todo eso...
-Perdona,Roman,qué cojones os pasa a tantos polacos con la religión,la hostia,porque si me dijeras que tú padeciste la guerra,pues a lo mejor lo podría entender,pero...
-La guerra no tiene nada que ver,es una cuestión de fe...
-Vale,pues yo no tengo fe,te vale así...
-No,no me vale Jan,que eres un impostor...
 -Que sí,Roman,tienes razón,creo en dios,uno y trino,en la virgen y en la paloma esa que le hizo cornudo a San josé...
-Eso ya no te lo consiento,eso es un insulto a los que tenemos fe....
-Has sido tú el que ha empezado y te digo más,escúchame bien..."me cago en la hostia consagrada",a ver si ya no me vuelves a dar la paliza con el tema de la religión...
-Te vas a condenar,desgraciado y a lo mejor,cuando llegues a viejo te acordarás de mis palabras...Y aquí estoy,a mis noventa,acordándome de las palabras de mi amigo Roman y si viviera y me volviera a preguntar,le iba a escandalizar aún más,en fín,el bueno de Roman...








La vida en la memoria...(18)

18

Cuando volví a Varsovia,me pasé varios días consolando a Mariola, llenandola de mimos,yo, que estaba hecho polvo,haciendome el fuerte,como si no fuera conmigo la desaparición de mi padre y por asociación de ideas pienso en Roman,mi buen amigo Roman,porque en El Espinar es donde comencé con la traducción de "El astillero",de Juan Carlos Onetti y de "El Barón rampante",de la trilogía de Italo Calvino.No quedaron mal y eso lo sé porque a mi padre le gustaron,mi padre al margen de otras cosas,llevaba la literatura en la sangre.Roman,tan poco expresivo,solo asintío y me dijo:
-Lo ves,cuando quieres,eres la hostia y en la editorial,al margen de hacerse un poco los remolones a la hora de pagar,acabaron haciendolo y me ofrecieron otras cosas pero yo estaba esperando a mi hija y lo rechacé.Las tres trescientas cincuenta mil pesetas las ingresé en una cuenta a nombre de mi futura hija,su regalo de bautizo...El hecho de haber estado con el pie a la virulé yo creo que ayudó a que yo terminara el encargo.El astillero se lo dediqué a Mariola y a mi padre por el verano tan bueno que pasamos,y El Barón rampante a los Grudzinscy,porque lo traduje en su casa de la Dygasinska prácticamente.Por ahí andan rodando.Pero a mi vuelta,lo que más me sorprendió fue que una tarde,estando en casa,llegó Stefan,el carretero a darme el pésame y el hombre se me puso a llorar:
-Señor Jan,su madre adoraba a su padre,se lo tengo que decir y yo sé que usted le quiso mucho, y yo abracé a Stefan por primera vez y le dije:
-Eres el único que ha sabido consolarme,gracias Stefan,no lo voy a olvidar nunca...
-Si yo le contara de su madre,no termino señor Janusz...Por eso,usted lo que me pida,entiende...
-Gracias Stefan,gracias de corazón...