jueves, 6 de enero de 2011

La vida en la memoria...(100)

100

A medida que pasan los días y yo me siento más flojo,vuelvo más y más a los recuerdos de infancia,se conoce que ya presiento que vuelvo a la nada de donde vine.Y dentro de nada,me digo,será como si el semen de mi padre,se hubiera arrepentido a última hora y se hubiera vuelto a la vaina,la bragueta cerrada,para el caso es lo mismo,si acaso un agujero en Powaski.La víspera de San Nicolás de mil novecientos sesenta y cuatro,le dije a mi madre que yo quería que los Reyes Magos de España me trajeran una oveja,para llevarla a pastar a las orillas del Vístula.Y todo porque mi padre mandó una felicitación navideña,donde se veía un rebaño de ovejas,un pastor con una manta al hombro y una cachaba sobre un cielo azul estrellado.De lo que ponía,no me pude enterar,porque mi padre tenía una letra misteriosa y enrevesada,parecían arabescos.Mi madre leyó en silencio y en un santiamén,pero yo creo que no leía,más bien era como si ya supiera lo que ponía y cuando dije lo de la oveja,explotó en una carcajada,me subió a sus rodillas y me abrazó:
-Pero,Janusz,cielo,yo no quiero que seas pastor,¿tú sabes el frío que pasan en invierno y el calor que pasan en verano?,¿lo has pensado,eh?...
-Es igual,yo quiero una oveja y la voy a llamar "Cordera"...El día de Navidad,mi madre me dijo que bajara a la sala grande.En el jardín helado,cubierto de nieve dura y las ramas de los árboles vencidas,el resplandor blanco se enturbiaba por el humo de una hoguera encendida.El señor Józef,Enger el zapatero,el profesor Zanussi,Stefan y la señora Agata,una matrona colorada y robusta,que había sido el ama de cría de Mariola,se frotaban las manos,de pie en torno al fuego,los chambergos con las solapas subidas.Estaban desayunando salchichas y carne tártara que había sobre una mesa.De a poco,se iban pasando una botella de vodka y llenaban  cada uno su copita.Hacía un frío de tres pares de cojones,pero parecía que eso les hacía más felices aún y sus voces quedaban amortiguadas por la nieve.Yo solo asomé la cabeza y pude apreciar una mirada cómplice en todos ellos,como un fogonazo...Y entré en la sala,de penumbra y rayos finos de luz por las rendijas de las maderas, y lo primero fué el olor de las manzanas extendidas por el suelo y algún ratón que salía despavorido.En el centro había un caballo de cartón,rojo y blanco con balancín,un trineo de madera,una pitillera de latón alargada,que yo en mi inocencia pensé que estaba llena de cigarrillos y cuando la abrí,lo que había eran pinturas de colores,con una nota del profesor:"Los cigarrillos los tengo guardados para cuando seas mayor de edad"...(será cabrón...).Al lado,una gramática española de pastas duras,que ponía Álvarez.Tambien recuerdo que me pegué un susto de muerte,porque cerca de una de las ventanas había una cosa enorme,de metal niquelado que brillaba.Era un coche de capota azul,de grandes ruedas,para mellizos.Debió de pertenecer a la bisabuela de mi madre,por lo menos y encima una pepona horrorosa con un gran lazo rojo en el pelo.Esto es para la mocosa de Mariola,me dije,como ya quiere ser madre...Al rato aparecí arrastrando el caballo por la nieve dura y oí las risas de todos,mi madre incorporada al grupo,todos echando vaho por la boca,las caras enrojecidas:
-¡Mira,mamá!,un caballo,San Nicolás me ha traído un caballo... y me fuí para el fondo del jardín,debajo del abeto grande y ya me olvidé de todo...El caballo duró dos días,porque el veintisiete,una rama del abeto se vino abajo y se acabó el caballo,solo recuerdo a mi madre:
-Para haberte matado,Janek,para haberte matado...Mariola se olvidó de mí varios días y enseñaba su pepona a todo el mundo,que abultaba más que ella.Yo me construí un coche de carreras con el coche de capota y dejaba pequeños surcos por el jardín.El trineo duró más,bastante más,tanto que todavía anda por el sótano,aquí en Róza.Claro,lo había fabricado Stefan,como para romperse...Tambien,uno de esos días,le quité un cigarrillo al profesor,lo metí en la pitillera y luego me lo fumé en el desván,que me entró un mareo,que me puse pálido...
-Te pasa algo,Janek,¿te duele la tripa?...
-Es que me he comido una manzana verde y me ha caído mal...pero yo sé que mi madre no se quedó muy convencida...


martes, 4 de enero de 2011

La vida en la memoria...(99)

99

...

En las caballerizas de Lazienki,hoy me ha parecido ver a mi hija Lía.Llevaba un pantalón blanco ajustado,marcando las curvas de la adolescencia generosa,una chaquetilla azul de equitación,unas botas altas negras con el borde marrón,las espuelas oxidadas,la camisa blanca,la coleta asomando por el casco,la fusta en la mano derecha con dejadez y su profesora,una amazona madura,seca,adusta y atractiva le está hablando con autoridad,le señala algo con la mano pero no oigo,y eso que tengo el balcón  abierto...pero yo sé que no es Lía.Lía no se volvió a subir a un caballo desde que la tiró una yegua blanca y joven y la arrastró doscientos metros por el polvo y las piedras en Hoyos del Espino,en uno de los veranos de España.Yo sé que es Dominika,una adolescente eslava de cara redonda y llena,de mofletes carnosos,pelo suave y rubio,muy desarrollada para su edad.Lleva un pañuelo azul celeste al cuello y todas las mañanas,desde hace ya tres años asoma a la misma hora,adora a los caballos,lo siento y luego aparece "Muslim",un caballo de piel marrón oscuro,tirado por el cabezón de cuadra y la ceremonia del aparejo,el correaje y el cepillado...En la sala cubierta por un toldo,un picadero en la esquina este de Lazienki,un solo obstáculo y una adolescente repitiendo y repitiendo,las voces de la señora Iwona,una mujer seca y dura,pelo corto y facciones cortadas a cuchillo sacude el látigo,sín una sonrisa porque quiere que su alumna aprenda y aprenda...Alguna vez,intenté pegar la hebra,entablar conversación,pero no había manera,mi vecina de balcón,mi vecina de tantos años no se doblegaba y me miraba con distancia,con desapego,incluso con crueldad  y yo solo aspiraba las boñigas de caballo y luego me iba desesperanzado para el anfiteatro,maldiciendo de la dureza eslava.A Iwona no la sobraba un gramo,el pecho seco y las piernas bien formadas,largas,el pubis de mujer y el culo resbalón,escurrido,pero de mujer y su pelo seco y fosco,a lo garzón,la cara quemada...dios mío,yo tenía setenta y tantos años,ella  andaría por los cincuenta,pero ni una broma...Ahora ya  no está,el picadero no funciona,me lo explicó un bedel y cuando abro el balcón,el toldo azul ya no vibra,está vacío y no se oyen voces y yo me desespero porque la vida se va alejando de mí.Algún tres de mayo,me voy a la Fiesta Nacional,paseo por el parque Sajón y veo los carromatos de donde sacan a los caballos antes del desfile y veo a los tenientes,tan delgados y señoritos,tan rubios,alardear porque son Ulanos,la caballería polaca y los cabos robustos  y disciplinados solo esperan una orden...Eso sí,ya no llevan alas...Por la calle Traugutta,al fondo,asoma una compañía de relevo,es la guardia de gala,está a punto de llegar el presidente...y yo cierro la ventana del balcón,aburrido, y me meto varios "kielisek" porque no quiero llorar,porque me acuerdo de España...