martes, 26 de octubre de 2010

La vida en la memoria...(80)

80

En Sevilla paseamos entre naranjos y palmeras,a esas horas de los guiris cuando el sol funde y los coches de caballos bostezan a la sombra,las palomas blancas del Parque de Maria Luisa poniendo costras en la cerámica de los bancos y un aire de califas y odaliscas,presas en harenes perfumados,como un sueño, se dejaba entrever por entre los surtidores del  agua y yo me acordaba del moro de la morería y el día que tú naciste,grandes señales había...gilipolleces con tanto calor,Mariola y Cecylia felices,transportadas a un remoto paraíso de aire caliente y dejes andaluces.Barrio de Santa Cruz,alcázares Reales,Torre del oro,barrio de Triana,la fábrica de tabacos,la Maestranza de blanco y amarillo,de rojo sangre y el río Guadalquivir llevando barcos camino de Palos de la Frontera, porque vamos a descubrir América.Yo le iba contando a mi hija la historia de Sevilla,lo que sabía y cuando bordeábamos la Catedral,yo le decía que estabamos acojidos a sagrado,incluso me inventé un patio concreto,según pasábamos por las callejas y le decía:aquí vivió Monipodio,rey de los fulleros,mendigos y farsantes y aquí se le pagaba peaje y ordenaba las tareas.Y  luego la regalé las Novelas ejemplares de Cervantes.En la Catedral, rodeamos el catafalco de Cristobal Colón,llevado en andas por gigantes y luego entramos a ver la Inmaculada de Murillo,allí en la alto,la luz entrando por la cúpula del techo,los paños azules elevandose al cielo,entre ángeles y querubines.Y luego el paseo por las callejas abigarradas de gente y terrazas,algún desgarro de guitarras y un cielo azul,quieto,la noche agobiante y sín brisa.Del mar de Cádiz traíamos restos de salitre en el pelo fosco,los rizos clareados y un cansancio de sol,de mucho sol,los andares perezosos,el cuerpo quemado...Yo me ponía ciego de finos y de tapas,Cecy y Mariola trasegando coca-colas,imantadas por las batas de colores de los tablados,los brazos morenos de las bailaoras haciendo virutas en el aire,marcando la cadera,los culos generosos y el gitano negro,sus rizos negros y su mirada enigmática,como un bronce negro en movimiento.Luego en el hotel,por las ventanas abiertas penetraba el olor de los jazmines blancos y el sueño vencía los cuerpos de mi mujer y mi hija,mientras yo velaba su sueño,atizado de whiskies en una borrachera serena,calmosa,muy comedida,porque yo me dije que en Sevilla me iba a portar bien para  que me quisieran a pesar de todo.Mi padre,su recuerdo,se quedó prendido entre los pinos de Roche y yo me traje un buen cargamento de libros para leer con calma en Varsovia.Yo volvería luego a Roche solo,en el invierno,los chalets vacíos y un aire de nostalgia,para hundirme bien en el molde de mi padre,pero eso sería más adelante,cuando tuviera ocasión...
-Papá,yo quiero vivir en Sevilla,es precioso todo...
-Sí hija,Sevilla es una maravilla,pero te cansarías y tu piel blanca no se ha hecho para estos calores...pero quien sabe,a lo mejor,cuando acabes la Matura,tú que dices Mariola...
-Yo si vuelvo,me voy con un gitano,te lo aviso...
-Entonces,hija,ni por pienso,exprime bien estos días,porque aquí no volvemos,que tu madre es capaz de todo,que la conozco...
-¡Ay!,papá,mamá bromea,qué haría ella sín su Nowy Swiat,sus tés con las amigas y sus botas altas...
- Tu no me conoces bien Lía,que yo de joven triunfé en España,en Madrid,que te diga tu padre...
-Joder que si triunfaste,no me lo recuerdes...
-Ligabas mucho,mamá...
-Bueno,tuve algún novio,cuando papá y yo solo éramos hermanos...y Lía se ríe y me mira...
-Sufriste mucho,papá...
-Pues un poco sí,no te creas...
-No le hagas caso a tu padre,Lía y pregúntale mejor como se lo pasó él,con esa pinta de pobrecito,solo para la galería...
-Oye,y por qué no cambiamos de tema y nos largamos cuanto antes de Sevilla...
-Ja,ja,te has asustado,eh Janusz,ya no estás tan seguro...quién lo diría...
-Estoy loco de amor por tí,ya lo sabes,que lo oiga Lía,que no haya dudas...Y hemos acabado la tarde los tres tumbados en la cama y viendo postales,en la calle el ruído de alguna motocicleta...