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Tengo puesta en el magnetofón la canción "Biale Róze,"Las Rosas blancas" y me acuerdo de mí de cuando era niño,tan atrevido y tan presumido,tan inocente.Yo no iba al colegio,fue la única concesión que logré arrancarle a mi madre,tan estricta,pero yo sufría mucho y así se lo dije a mi madre,con toda mi pasión y mi ternura y mi madre me perdono,aunque a veces me engañaba y me decía que lo iba a consultar con mi padre...mi padre,por aquel entonces en un psiquiátrico de España y mi madre llena de vida,a pesar de su tuberculosis.Mariola se enfadaba conmigo,tan niña y tan menuda,porque no quería jugar con ella,yo solo ponía el magnetofón y me movía y me contorsionaba,las manos en las caderas y la gorra en la cabeza,la chaqueta abierta...el señor Enger,el zapatero, le decía a mi madre que yo iba a llegar lejos,que me dejara suelto,el señor Enger que me quería,un poco de una manera enfermiza,porque me veía muy femenino y muy sensible y tenía sueños de lujuria conmigo,aunque mi madre era un muro infranqueable y su respeto era reverencial,pero yo,tan niño,notaba y sentía su deseo,pero ahí estaba el profesor Henryk,con su mirada profunda y su reproche a su mejor amigo,como diciendole,el día que le hagas algo a Janek,te las verás conmigo de verdad,viejo verde y lascivo y entonces desearás no haber nacido...Mi infancia entre algodones,los caprichos siempre cumplidos,Stefan como un padre,Józef,mi padre legal, como un abuelo,el profesor como un mentor,el pequeño Janusz el centro de ese universo y mi madre,que lo llenaba todo,belleza,arrojo y valentía,condescendiendo con todos en un pandemonium de hermandad apacible y la policía política poco creíble y mansa tratándose de mi madre,los galones de la guerra y sus hermanos muertos con arrojo y valentía,los ayudantes del general Cz...entonces yo recuerdo que entraba en todas las casas,siempre bien recibido y siempre presto a hacer favores,llevando agua a las cuadrillas,mis botas llenas de barro y luego la comida con mi madre y las clases particulares con el profesor Zanussi,en su cuarto,la mirada perdida en la guerra,en el pasado y su fina pedagogía que no obligaba a nada,que solo descubría,forzaba la curiosidad y mis escapadas al río,con las patatas en los bolsillos,Mariola siempre disculpando mi arrojo,mi impetuosidad,como una hermana mayor,tan pequeñita y pizpireta...Un tiempo mágico,irrepetible,que yo ahora,desde mis noventa años recuerdo con incredulidad y la ofrenda de flores en el "Mayo",tiempo de promesas y de alegría,las mesas en el jardín y los bailes en la hierba,el acordeón sonando y los niños correteando entre las mesas,mi padre,un ser distante y extraño,el año que se dejó ver por aquí,tan elegante,mirandome fijamente y subiendome a hombros...luego Cecylia,mi querida Cecyilia,que ya me quería como a un hijo y la despedida de mi padre y mi madre,en la verja,yo escondido en el desván,mirando por el ojo de buey,enterandome de todo sín enterarme de nada,y Stefan llevándome en el carro,porque yo iba a pasar varios días en Praga y Stefan me iba a enseñar a pescar...Varsovia se alzaba,pobre y majestuosa,llena de orgullo y cuadrillas de obreros,sín presentir el futuro,una ciudad hermosa reconstruida con fe y mucho cariño...y mis visitas a mi madre,de la mano del profesor Zanussi,la Universidad recien inaugurada,Varsovia poco a poco dibujandose en un perfil que yo ahora reconozco muy bien,pero que entonces pudo ser o no ser y los tranvías de caballos y los adoquines que se iban adueñando de la tierra y la desolación.Y el vodka,sí,el vodka,como una concesión,una tregua entre tanta dureza y tanto sacrificio,los primeros borrachos que yo ví en mi infancia y que luego serían como una postal triste y repetida a traves de los años...Yo iba declinando el polaco,un polaco culto aprendido con fervor,patria y honor," Bóg,Honor i Ojczysna",mientras mi madre servía comidas en la recién inaugurada Universidad y mi padre nos mandaba cajas de naranjas por navidades,con un periódico entre las cajas que enseñaba a un señor gordito con el brazo en alto,vestido de militar,acompañado de Hitler y Musolini,parecidos a nuestro padre Gomulka en su semblante de promesas y futuro incierto,pero por aquel entonces,yo solo era un niño lleno de sueños y fantasía,el Vístula cargado siempre de agua...