viernes, 19 de agosto de 2011

La vida revelada (11)

En la primavera de 1955,a punto de terminar la carrera,me dio la primera gran crisis.No sé si  fue debido a la proximidad del viaje a Polonia o a qué.Unos días antes había estado de farra con unas coristas de medio pelo,tenían más de pelo que de coristas,yo me entiendo,y nada hacía presagiar  que me diera un bajón así,de un día para otro.Los psiquiatras de entonces lo arreglaban con el mismo diagnóstico:"es cosa de nervios" y así salían del paso,supongo.Y en abril me marché a Suiza,a un sanatorio-balneario-hospital etc.,en el cantón de Argau,en pleno bosque.Parecía que estaba en otro mundo ajeno,todo verdor y silencio,como en un cuento,porque Suiza parece un cuento dibujado por un niño:árboles,bosque,cercas de madera,montañas...solo me faltaba ver a Heidi.Además me llevé unos libros de Thomas Mann y de Herman Hesse,con lo que el muermo aumentó en proporción directa al silencio,la soledad,la frialdad del trato y el aburrimiento.Yo miraba por la ventana y parecía que de un momento a otro iba a aparecer Eva, la del paraiso,pero sín hoja de parra,que los tudescos son muy liberales.Y me dí cuenta entonces,de que mi melancolía latente salió a flote y fue peor el remedio que la enfermedad.Tenía todo el día para pensar y en el sanatorio me empecé a comer el tarro por primera vez con la existencia,qué somos,de dónde venimos,hacía dónde vamos...lo de hacia donde vamos lo cojí enseguida y no completé las dos semanas contratadas,tomé puerta y avión y me volví a España,pero desde entonces yo ya no fuí el mismo.Una herida se había abierto y yo no sabía como cerrarla.Mis cambios de humor aumentaban y a rachas de alcohol y juergas,sucedían días de hastío,fobias,desgana de todo...Hasta mi padre el hombre me lo notó,con lo despistado que era:
-Pero,hombre,Gonzalo,que te noto muy raro...
-No sé,padre,ni yo sé lo que me pasa,pero del cielo me voy al infierno en cuestión de días...
-Actividad,Gonzalo,actividad,deporte...no sé...mi padre me sugería de todo...menos trabajar...
-Yo que sé,padre,que me harto de la vida,la hostia...
-Eso no ,hijo,no pienses en esas cosas,diviertete un poco,sal a pasear...ahí quedaba la cosa con mi padre.Mi madre fue más severa como cabía esperar:
-¿Y qué esperabas,hijo,con esa vida de molicie que llevas?,alejado de dios,con la cabeza llena de pájaros...soñador,que eres un soñador,por no decir un tonto directamente...
-Ya estamos,la religión,la sacrosanta religión,no me fastidies madre,que estoy mal de verdad...
-Unos ejercicios espirituales y ya verías,Gonzalo...nuevo,un hombre nuevo...
-Me voy madre,que me voy a empezar a cagar en la virgen,te aviso y no quiero...
-¡Animal!,que eres un descreído de todo,así no se puede vivir,entiendes...y más humildad y más respeto,el señorito...
-Adios,madre...y no me llames señorito,sabes que me molesta...
-Pues por algo será...