jueves, 10 de septiembre de 2009

La vida perdida (X)

El niñolaestación,vaya brasa.Cada vez que oigo la palabra "estación"me mosqueo,si oigo la palabra "niño",a veces tambien pero menos.El niñolaestación era el cachondeo diario de la estación,para los que vivían en ese mundo cerrado:taxistas,trabajadores de Renfe,parroquianos de la cafetería..."Tin tun tin,tin tun tin,atención,atención,el tren expreso procedente de las Rías Bajas y con destino a Almería,trae dos horas de retraso,tin tun tin,tin tun tin".¡Dios que pesadilla!,hasta que yo empecé a entender algo de español,nunca en la vida he estado más fuera de lugar,ni siquiera cuando se murío mi madre.Yo no entendía ni patata,yo era el polaquis,un mierda de trece años perdido en un mundo de adultos,ajeno,con unas costumbres que yo en mi vida había visto y el niñolaestación,con su moco,sus ropas grandes,tan delgado...Si me hubiera quedado allí más tiempo,me habría vuelto más loco de lo que estoy.Recuerdo que un año despues y hablando ya un poco fluido,me acerque por allí y le pregunte:¿te acuerdas de mí,el polaquis,si hombre?.Elniñolaestación me miro como si le hubieran faltado a su madre y me dijo:
-Oiga usted,haga usted el favor de no insultar o llamo a los guardas,que yo soy huerfano y tengo papeles,no como otros...Le mandé a tomar por culo,que eso ya lo había aprendido.

La vida perdida (IX)

Varsovia...ahora que soy adulto,que han pasado tantos años,cuando vuelvo de vez en cuando a pasear por el barrio donde nací y veo mi antigua casa,que ahora es una guardería llena de niños por las mañanas,todavía no me creo que yo nací allí,las veces que me asomé por el ojo de buey del tejado rojo...Ahora conozco,más o menos bien, la ciudad,pero entonces,cuando era un niño,para mí la ciudad se reducía a ésta orilla del Vístula,entre Berlinga y Poniatowski,el barrio de Praga enfrente,en la orilla derecha del río,las torres afiladas de la segunda catedral de Varsovia,San Florian...El barrio de Praga era otra ciudad lejana y desconocida.Ese era un límite,el río;de la ciudad,mi radio de acción no era mucho más grande:la calle Rozbrat,la calle de los carmelitas,la fábrica de caramelos "La sirena",el depósito de agua,el Powisle pegado a la orilla,el extenso parque pegado a mi casa,con el descomunal monumento al zapador y por supuesto, Ladzienki,el jardín de las delicias,allí el mundo dejaba de existir y me tengo bien recorrida toda la verja de hierro ,el cinturón que protegía Lazienki del mundo...Ha cambiado mucho Varsovia,Powisle tambien, pero no tanto como para no reconocerlo..me dan ganas de llorar...

La vida perdida (VIII)

Me pongo muy pesado con mi madre,pero yo es que me quedé sin madre con nueve años.No tuve hermanos tampoco, y por eso ahora, me regodeo haciendo el contraste entre la dulzura de mi madre y el albañal,el bebedero de patos que era el pistolero barato,que encima era bastante cabrón conmigo,el polaquito de los cojones decía,a éste lo enderezo yo,que ni el gobernador civil...El pistolero barato se ponía grandilocuente con la parroquia cuando pasaba de tres sol y sombra.
Mi madre,que puedo decir...Tenía el pelo largo y rubio,un pelo de trigo que muchas veces se recogía en un moño y era cuando más me gustaba porque se la veía bien la cara tan blanca,la frente despejada,las cejas armoniosas,los carrillos un poco carnosos,la nariz recta y esos ojos limpios que pasaban sin avisar del azul cielo al gris,al gris de la melancolía,una melancolía que solo le duraba unos segundos,cuando se perdía en dios sabe qué recuerdos,porque mi madre era de natural alegre,siempre con la sonrisa en la cara...A mi madre daban ganas de besarla de lo guapa que era,pero ella siempre se burlaba de los hombres,no podían con ella.Mi madre,cuando se enfadaba,era más dura que el pedernal.Menos mal que eso la duraba poco...

La vida perdida (VII)

Tengo que describiros,a mí me gusta mucho describir las cosas, las personas,cómo era el pistolero barato,tan alejado del tipo eslavo.Los eslavos,en general,son fuertes y robustos,altos,habituados al trabajo duro,las narices rectas,los pómulos salientes,los ojos claros e inocentes,tambien oscuros como el carbón,pero son los menos.Los polacos de mi infancia eran muy alegres en las fiestas,cuando se emborrachaban con vodka y comían pepinillos,para "empapar"como ellos decían...El pistolero barato era un tío vulgar,no era gordo,solo que estaba abandonado,con un poco de barriga prominente,el pelo gris con entradas,una sonrisa tonta y socarrona siempre en su cara de mofletes blandos.El pistolero barato era más bien tirando a bajo,desaliñado en el vestir y tenía las uñas de los dedos meñiques largas y sucias,con ellas se escarbaba en las orejas y tiraba la ceniza del puro,un puro que apenas echaba humo,siempre a medias,parecía que estaba apagado el puro ese,un puro que ni siquiera era un farias,para entendernos.El pistolero barato siempre decía:"eh,tú...",cada vez que se dirigía a alguien,fuese quien fuese y más de una vez se llevo alguna hostia,porque el pistolero barato,como se suele decir,no tenía ni media hostia...

La vida perdida (VI)

Llueve sobre Varsovia,una lluvia interminable y repetitiva que desvarilla los paraguas.Yo estoy en mi escondite,bajo el puente de hierro,a la derecha el puente de Sigmund Berling,a la izquierda,el puente de Poniatowski.El cielo está gris,un gris de plomo que asusta y el agua rebota con fuerza en las turbias aguas,arrastrando lodo y ramas,las gaviotas sobrevolando el río,sí, en Varsovia yo ví por primera vez una gaviota.Los ojos del puente Berlinga lloran y lloran lágrimas amargas,como de leche sucia y agria,está turbio el río y yo,no sé por qué,pienso en todos los muertos que hay bajo el asfalto de las calles de Varsovia.El subsuelo es un gran cementerio, vayas por donde vayas,eso lo sé y no me pregunteis por qué.Son los muertos de la guerra,de la resistencia,la "Powstanie "que dicen en mi tierra...los judios del gueto que no soportaron el hambre,que fueron masacrados y ésta lluvia,me digo,son las lágrimas amargas de tanto cádaver,de tanta brutalidad y yo estoy tranquilo porque sé que mi madre sabe dónde estoy,no tenemos secretos:estará mirando por la ventana con tristeza y con dulzura y sus ojos tan azules,pasaran al gris de cuando se pone pensativa.Un día os contaré que aspecto tenía mi madre,mi querida Anka,como la llamaban en el barrio...

La vida perdida (V)

-Usted a mí no me llama de usted,porque si usted es usted,haya usted,faltaría más...
-Oye,que yo a ver si me entiendes,que yo no te he dicho nada,lo que pasa es que mismamente,pues eso,la que decía el otro...
-No,no,no,no,que ya te veo veo venir,que uno será huerfano pero no gilipollas..
-Pero escucha,oyes,que si tu me dices a mi que tal y cual,aquí paz y despues gloria,que yo no tengo ningún inconveniente al respective,comprendes la que te quiero decir,¿no?...
-Tu mucho rollo,pero luego nada,que disparas con balas de fogeo,gordo,cabrón..
-eh,eh,eh,eh,un momento,sin faltar que yo a tí no te he llamado tonto del culo,que si tu eres tonto del culo,eso es cosa tuya,a mi como si te operas de la nariz y te dejan sín el moco ese...
-¡Cago en diós!,no me líes que la lío...
-Tú,tú..yo te hago así,pongo los dedos,¡pum,pum! y te mato,jajajajaja...
-Anda,pistolero barato de mierda...
-Quién fué a hablar,elniñolaestación,no te jode.....
(Así todos los días,hasta que me marché de la estación de Ávila...)

La vida perdida (IV)

El día que murió mi madre,hacía frío,frío de verdad,toda la ciudad estaba blanca y no se distinguía ni el río que yo tan bien conocía,y había silencio,un gran silencio que lo amortiguaba todo,las pisadas en la nieve,el graznido de los cuervos...Yo tenía mucho frío,no solo en el cuerpo,tambien en el alma.Mi madre estaba pálida como la cera,el pelo lacio y mustio y no hablaba...yo la gritaba,"mamo co ci jest,mamo co ci jest..(mamá,que te pasa,mamá,que te pasa..) pero no contestaba.Ese día lloré como nunca había llorado,un llanto silencioso con lágrimas a borbotones,me sentía perdido,mi madre lo era todo,no entendía el mundo sin ella.LLoré tanto ese día,que yo creo que por eso,de adulto, no he vuelto a llorar,yo creo que me sequé para los restos.Luego vi llegar el carro del señor Stefan con el percherón y cuando vi el cajón donde iban a meter a mi madre,ya no pude más y me eche a correr,corrí y corrí hasta caer exhausto en mi escondite favorito,bajo el puente de hierro.Nunca en la vida he sentido tanta ternura y tanta nostalgia y todavía hoy me pregunto cómo aguanté solo.Bueno,a veces me digo que aguanté,porque la hija de los Majcherczyk vino corriendo,con sus cinco años y las trenzas desechas y me puso una naranja en las manos y me dió un beso..¡una naranja!...

La vida perdida (III)

Luego me enteré de que había una avería.Eran las tres y veinte de la mañana y yo estaba acartonado,entumecido de frío y de hambre,y al bajar al anden me despejé totalmente,era como estar en la orilla del Vístula de la rasca que hacía.Las dos primeras personas que conocí en España fué allí,en la estación de trenes de Ávila.Uno se hacía llamar"el pistolero barato",te decía:"yo soy el pistolero barato,hago así con los dedos,¡pum,pum! y te mato,jajajajaja."Al otro le llamaban "el niño de la estación" y era huérfano,huérfano de verdad y con papeles,no como yo que encima era extranjero.Yo solo decía "sí,claro",que era lo único que sabía decir y solo años más tarde comprendí de que hablaban esos dos personajes.Una cosa que me llamó la atención del pistolero barato,era que siempre acababa la famosa frase con"jajajajaja",nunca decía jajaja o jaja,jaja..y lo decía muy seguido y sin entonación.Al niño de la estación,todo el mundo le llamaba niñolaestación.Vivía en un vagón destartalado,en una de las vías muertas y se pasaba el día pegado al radiador,con el moco colgando.De vez en cuando,algún taxista del turno de noche,se le acercaba con mucha sorna y le soltaba:"eh,tú,niñolaestación,apartate de ahí,que te vas a enfriar..."El niño de la estación era tonto,pero tonto de cojones,eso lo supe tambien más tarde...

La vida perdida (II)



En 1970,con trece años,se me metió en la cabeza que tenía que ir a España.El trayecto desde la calle Solec,donde vivía, hasta la aleja Jerozolinska,donde estaba la estación central de Varsovia,fué mi primera gran aventura.Me metí en un tren que me llevó hasta Frankfurt Oder,en la frontera y de ahí hasta Leipzig.De cómo pasé el muro,lo dejo para otra ocasión porque tiene su miga.Ya en el oeste,y siendo tan niño,comprendí lo que era la civilización,o por lo menos me di cuenta de que la gente vivía con cierta lógica,porque lo del mundo del este era de auténtica locura.Crucé Alemania y Francia,colándome en los vagones y a mí nadie me dijo nada;yo recuerdo que me ponía a hablar en polaco(...prosze pana,gdzie jestesmy....) y la gente hacía como que no me veía,no sé si por indiferencia o por compasión.De Hendaya pasé a Irún.El tren que iba para Madrid me recordó un poco a los trenes de Polonia,aunque había más ruido,eso si lo recuerdo bien,fué entrar en España y es como si me hubieran subido el volumen de los oídos...lo único que pasaba,es que la gente hablaba muy alto.El tren procedente de Irún con destino Madrid,hizo su entrada por el andén segundo,vía segunda...y allí se quedó,en la estación de Ávila.