viernes, 24 de septiembre de 2010

La vida en la memoria...(60)

60

Despues,ya estando en Róza,me acorde de Antonio.El ya me había ofrecido ayuda y teníamos largas conversaciones por teléfono,él como especialista del ramo que yo decía,y me desmenuzaba la situación con su lógica aplastante:
-Oye,Antonio,y cómo es posible que no den con nada,joder...
-Juan,por lo que ya me has contado, no apareció ni una huella,yo creo que la pillaron por atrás,entiendes y la dieron con una piedra o con un metal,no sé...lo que no me cuadra es que tuviera en los bolsillos los diez zlotys,si iban a robar,Juan,que lo mismo iban a otra cosa,aunque tampoco estaba forzada,me entiendes.Supongo que habrán seguido todos los protocolos...yo no sé como actúa la policía allí,pero hay unos estandares,comprendes.Yo solo puedo ir allí como civil,Juan y ayudarte particularmente en lo que sea,pero yo no conozco el terreno,ni la forma de ser de esa gente,en general,no sé si me entiendes...
-Claro que te entiendo,solo te preguntaba que si es normal...
-Juan,entiende que la policía se queda con miles de casos sín resolver,aunque eso no guste decirlo,claro,luego vete a saber como están de trabajo,de casos,qué unidades tienen,son un montón de cosas,pero yo no creo que haya habido dejadez por todo lo que me has contado,y el lienzo empapado,que solo tocó tu hija,tampoco sirve de nada.Tampoco tu hija iba siempre a los mismos sitios a pintar,tú me lo has dicho,es muy difícil hablar Juan,con tantas lagunas,se investigó a todos sus amigos,en el instituto,¿no?...
-Sí,sí,he visto los atestados,ya sé...
-Ya sé que es muy duro para tí,encima con tu mujer como está,pero la tienes enterrada con tu madre,comprendes,cuánta gente no aparece nunca,tú sabes lo que es eso...
-Me lo imagino...
-Lo peor es que el tiempo juega en contra,no sé Juan,ya sabes que yo me planto en Varsovia cuando tú quieras,cuando me lo pidas...
-Yo te lo agradezco,pero que vengas para nada...tú ya viste el terreno,te enseñé todo lo que había...en fín Antonio,a mi esto me sirve de desahogo...
-Llamamé todas las veces que quieras,y voy cuando tú me digas,que yo fuí íntimo de tu padre,desde críos,Juan,entiendes,hemos mantenido la amistad toda la vida y por tí hago lo que sea,me entiendes...
-Ya lo sé,Antonio y te lo agradezco de corazón...Y así fué pasando el tiempo y yo me iba resignando,a la fuerza ahorcan.Y luego, para no volverme majareta,tomaba el tema de Mariola y visita va y visita viene y los médicos con lo mismo,o sea,nada y Mariola en una especie de limbo,que me costaba pensar que fuera ella,con lo que había sido...El tiempo luego se va encargando de fabricar la coraza,aunque a veces yo me empeñaba en romperla con mis ataques de melancolía,propiciados por el alcohol...

La vida en la memoria...(59)

59

Fué el invierno más estúpido y triste que recuerdo,acabé cogiéndome unos catarros tremendos y no tenía sentido recorrer la orilla vacía,totalmente a oscuras a las tres de la tarde.Un día tambien me asusté, porque según volvía del río,al cruzar la trasa,un coche patrulla pasó muy despacio y casi se detuvo.Yo no hacía más que pensar en la pistola,y ya tengo el lío montado y reaccioné y saludé con confianza y distraje las manos con la correa del perro,como ocupado en su buena guía al atravesar.Al entrar en casa,me di  cuenta de golpe,y estábamos ya a veinticuatro de enero:que yo solo había vuelto a Solec,al río,como el que quiere volver a la querencia,al vientre de su madre,al consuelo imposible y ese día creo que envejecí bastante y a la mañana siguiente,al llegar Stefan como un reloj,se lo dije:
-Stefan,llévate al perro,me vuelvo a Róza,esto no tiene sentido...
-Llevaté al perro a Róza,Janusz,así te hace compañía...
-Que no, Stefan,que me conozco,que no voy a cuidar del perro,ya me conoces...y me despedí de Król,de Rey, como el que se despide de un pariente....
-Nunca vas a verme a Praga,Janusz,te acuerdas donde vivo...era la primera vez que Stefan me decía algo parecido y yo, a decir verdad,no sabría ahora mismo llegar por mi propio pie,que hasta me apuntó la dirección en un papel.Yo no sé si es que me veía muy triste o si es que el propio Stefan intuía que ya le quedaba poco,las dos cosas podían ser...Y así lo dejé, hija,perdona, pero estaba de dios que tus verdugos se iban a ir de rositas.Como que han pasado veintitantos años y ya me he resignado,que a veces me llega alguna comunicación formal de la policía,reiterando que el caso sigue abierto y yo les mando a tomar por culo mentalmente,aunque ya sé que no tienen la culpa...Tú ya no estás,que es lo que importa,aunque estás dentro de mi corazón,claro,y ya no sirve darle más vueltas.La madurez debe de ser eso,la aceptación de la realidad,por mucho que nos joda,sín hacer aspavientos ni nada por el estilo,es como si la vida te dijera a determinada edad:
-Lo ves como ya no puedes,pues a tragar,que como tú,todo hijo de vecino,no te revuelvas inutilmente,que te va a dar igual...
-Que sí,hombre,que sí,pero no me lo recuerdes tanto,que ya aburres,puta vida tú...