viernes, 24 de septiembre de 2010

La vida en la memoria...(59)

59

Fué el invierno más estúpido y triste que recuerdo,acabé cogiéndome unos catarros tremendos y no tenía sentido recorrer la orilla vacía,totalmente a oscuras a las tres de la tarde.Un día tambien me asusté, porque según volvía del río,al cruzar la trasa,un coche patrulla pasó muy despacio y casi se detuvo.Yo no hacía más que pensar en la pistola,y ya tengo el lío montado y reaccioné y saludé con confianza y distraje las manos con la correa del perro,como ocupado en su buena guía al atravesar.Al entrar en casa,me di  cuenta de golpe,y estábamos ya a veinticuatro de enero:que yo solo había vuelto a Solec,al río,como el que quiere volver a la querencia,al vientre de su madre,al consuelo imposible y ese día creo que envejecí bastante y a la mañana siguiente,al llegar Stefan como un reloj,se lo dije:
-Stefan,llévate al perro,me vuelvo a Róza,esto no tiene sentido...
-Llevaté al perro a Róza,Janusz,así te hace compañía...
-Que no, Stefan,que me conozco,que no voy a cuidar del perro,ya me conoces...y me despedí de Król,de Rey, como el que se despide de un pariente....
-Nunca vas a verme a Praga,Janusz,te acuerdas donde vivo...era la primera vez que Stefan me decía algo parecido y yo, a decir verdad,no sabría ahora mismo llegar por mi propio pie,que hasta me apuntó la dirección en un papel.Yo no sé si es que me veía muy triste o si es que el propio Stefan intuía que ya le quedaba poco,las dos cosas podían ser...Y así lo dejé, hija,perdona, pero estaba de dios que tus verdugos se iban a ir de rositas.Como que han pasado veintitantos años y ya me he resignado,que a veces me llega alguna comunicación formal de la policía,reiterando que el caso sigue abierto y yo les mando a tomar por culo mentalmente,aunque ya sé que no tienen la culpa...Tú ya no estás,que es lo que importa,aunque estás dentro de mi corazón,claro,y ya no sirve darle más vueltas.La madurez debe de ser eso,la aceptación de la realidad,por mucho que nos joda,sín hacer aspavientos ni nada por el estilo,es como si la vida te dijera a determinada edad:
-Lo ves como ya no puedes,pues a tragar,que como tú,todo hijo de vecino,no te revuelvas inutilmente,que te va a dar igual...
-Que sí,hombre,que sí,pero no me lo recuerdes tanto,que ya aburres,puta vida tú...

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