viernes, 26 de noviembre de 2010

La vida en la memoria...(91)

91

Al margen del cielo o del infierno,estaba la realidad concreta de cuando por las mañanas,yo llevaba a mi hija al colegio.Eso no había cielo ni infierno que lo superara...bendita sea la inocencia...
-Papá,qué hace ese señor,por qué habla solo y no  se abriga,con el frío que hace...Yo si quieres le dejo mi abrigo...
-Es un pobre,mi niña y está borracho...
-Y por qué está borracho,papá,quien lleva a sus hijos al colegio,¿su mamá?...
-Seguramente,hija,la mamá es la que suele llevar a sus hijos al colegio,aunque no siempre,¿eh?,que conste...
-Claro,hoy papá, vamos a hacer teatro...La señorita nos ha dicho que vamos a imitar al señor invierno y al señor verano...
-La vida,hija,es un puro teatro...
-No,papá,¿acaso nosotros hacemos teatro cuando comemos en casa?...
-Pues,hombre,tu hija,precisamente,mucho y...
-No seas tontito,papá,yo hago teatro de broma solo,eh...
-Está bien que me lo digas,Lía,se lo diré a mamá,cuando nos montas esos numeritos porque no quieres repollo...
-Bueno,papá,eso es un secreto entre tú y yo,vale,así que a mamá ni una palabra.Ay,papaíto,cuanto te quiero y dame ya la cartera,que no quiero que mis amigas te vean llevando mi cartera...
-Te voy a dar en el culo,fresca... mi hija tenía seis años,una sonrisa permanente en su cara y una pregunta siempre en la boca,pero solo como una costumbre,como si en realidad la respuesta la importara un comino,el caso era preguntar y poner a prueba a su padre;mi hija,como todos los niños,me toreaba de capote y de maleta,lo bueno es que en vez de entrar a matar,me comía a besos y me idolatraba.Luego estaba su madre,mi querida Mariola,una madre de armas tomar,una madre de una pieza,que no dejaba resquicios,porque los llenaba todos,los de la regañina y los del amor.Yo entonces desaparecía,porque se olvidaban de mí...no sín antes oír a mi hija:
-Adónde vas,papá,acuérdate que me tienes que contar un cuento ésta noche,vete pensando...Y yo me decía,tocaté los cojones...
-A ver como cenas,mocosa,yo luego,lo que diga tu madre,ya lo sabes...
-Ay,papá,qué tontos sois los papás,siempre lo que diga mamá...
-Por la cuenta que nos trae,mi niña...
-Cecylia,no te enrolles,vamos a bañar,que estás muy cochina y hoy te voy a cortar las uñas,quieras que no...En el patio la bicicleta tirada y el peluche asqueroso en un rincón,el peluche que cuidaba nuestro jardín...Yo me iba a dar una vuelta por el parque vacío y solo y miraba las ventanas encendidas,imaginando las conversaciones surrealistas de mi hija con su madre y miraba al cielo,a ver cuantas estrellas había...Luego,al llegar a casa,mi hija ya me esperaba en pijama y me inquiría:
-¿Ya has pensado,papá,qué cuento me vas a contar hoy?...
-Pues no sé,hija,es que ya se me agota la imaginación,como ya te aburren los cuentos de siempre...
-Pero tú,papá, tienes tanta imaginación... y Mariola desaparecía,liberada,camino del salón,cumplida su parte y ahora me tocaba a mí en el dormitorio de mi hija:
-"Pues esto era una vez"...comenzaba yo sín mucha convicción y mi hija me miraba expectante...

La vida en la memoria...(90)

90

Y al hilo del recuerdo de Cecylia Grudzinska y su mención a la perversidad de mi padre,pues hoy desbarro sobre el infierno,como el otro día me puse a hablar del cielo.El infierno va dentro de nosotros,hay tantos infiernos como personas sobre la tierra.Infiernos tambien que murieron con sus "titulares",infiernos que aún están por nacer,pero ya llegarán, cuando la mujer rompa aguas.Y los infiernos presentes,tan reales y palpables,haciendo sombra,oscureciendo la luz que todos llevamos dentro.Todos somos fenomenales,hasta que hace acto de presencia la rabia,la soberbia,el asco,el desprecio,el hastío,la envidia...la lista es interminable,entonces asoma el demonio con pezuñas y cuernos,el macho cabrío o la bruja piruja con su vagina dentada y sus ansias de dinero y trapos,muchos trapos para estar estupenda,mientras el cabrón se escuerna lleno de deseo,anhelante de manchar coños,el chocho que no cesa,imperecedero,la raja del dolor o del éxtasis.Entonces solo cabe llenarse de paciencia,una paciencia infinita y envidiar sanamente la juventud sana y hermosa,el impetu del cuerpo y la sangre caliente y tomarse las cosas con calma,refugiados en algún puerto,un buen libro,una música,una pericia profesional,un recuerdo tierno de infancia o echar un vistazo a la cuenta corriente,a ver cuanto ha engordado.La vida del hombre gira alrededor de cinco o diez minutos,lo que tardamos en corrernos,lo demás es la parafernalia que adorna la vida.La vida de la mujer es bastante más compleja y da para mucho más,aunque tampoco mucho más.Pero el infierno no es solo deseo insatisfecho,es tambien el ansia de triunfo,de superación,de permanencia en el tiempo,vivir en la cresta de la ola,antes de que te rompan la crisma la vida y sus circunstancias.Lazienki mientras tanto ahí sigue,impasible,disfrazándose a cada estación como un travesti compulsivo y un poco aburrido y es que la naturaleza solo tiene cuatro trajes,con muchos matices y complementos,pero cuatro trajes,no hay más,y puede que sea mejor así.Y si miramos para arriba,la cosa se complica porque se nos escapa y quien sabe nada de las estrellas,todo pura especulación,el espejo del cielo jugando con nosotros...A veces yo he querido ser un árbol o una vaca,pero el hombre inventó el hacha para sobrevivir y al árbol un día lo talan y se acabó el árbol y a la vaca la finiquitan de un golpe en el matadero,porque yo tengo que comer mientras pienso estas cosas.Tambien está el infierno del tiempo,como hay un infierno del espacio,de cualquier espacio concreto.Y yo, por qué no nací en la edad media,o veinte años antes para poder echar los tejos a esa criatura que pasa por la calle...pues ya  ves,porque no somos dioses ni se puede tener todo;tampoco es cosa de echar de menos a la ameba...Dios mío,lo dicho,paciencia,mucha paciencia hasta que a la muerte la de la gana de abrazarnos.Me voy a echar un cigarro,que no tengo ganas,pero algo hay que hacer hasta la hora de comer...y me repaso el pelo ralo y canoso con mi mano huesuda...