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Al margen del cielo o del infierno,estaba la realidad concreta de cuando por las mañanas,yo llevaba a mi hija al colegio.Eso no había cielo ni infierno que lo superara...bendita sea la inocencia...
-Papá,qué hace ese señor,por qué habla solo y no se abriga,con el frío que hace...Yo si quieres le dejo mi abrigo...
-Es un pobre,mi niña y está borracho...
-Y por qué está borracho,papá,quien lleva a sus hijos al colegio,¿su mamá?...
-Seguramente,hija,la mamá es la que suele llevar a sus hijos al colegio,aunque no siempre,¿eh?,que conste...
-Claro,hoy papá, vamos a hacer teatro...La señorita nos ha dicho que vamos a imitar al señor invierno y al señor verano...
-La vida,hija,es un puro teatro...
-No,papá,¿acaso nosotros hacemos teatro cuando comemos en casa?...
-Pues,hombre,tu hija,precisamente,mucho y...
-No seas tontito,papá,yo hago teatro de broma solo,eh...
-Está bien que me lo digas,Lía,se lo diré a mamá,cuando nos montas esos numeritos porque no quieres repollo...
-Bueno,papá,eso es un secreto entre tú y yo,vale,así que a mamá ni una palabra.Ay,papaíto,cuanto te quiero y dame ya la cartera,que no quiero que mis amigas te vean llevando mi cartera...
-Te voy a dar en el culo,fresca... mi hija tenía seis años,una sonrisa permanente en su cara y una pregunta siempre en la boca,pero solo como una costumbre,como si en realidad la respuesta la importara un comino,el caso era preguntar y poner a prueba a su padre;mi hija,como todos los niños,me toreaba de capote y de maleta,lo bueno es que en vez de entrar a matar,me comía a besos y me idolatraba.Luego estaba su madre,mi querida Mariola,una madre de armas tomar,una madre de una pieza,que no dejaba resquicios,porque los llenaba todos,los de la regañina y los del amor.Yo entonces desaparecía,porque se olvidaban de mí...no sín antes oír a mi hija:
-Adónde vas,papá,acuérdate que me tienes que contar un cuento ésta noche,vete pensando...Y yo me decía,tocaté los cojones...
-A ver como cenas,mocosa,yo luego,lo que diga tu madre,ya lo sabes...
-Ay,papá,qué tontos sois los papás,siempre lo que diga mamá...
-Por la cuenta que nos trae,mi niña...
-Cecylia,no te enrolles,vamos a bañar,que estás muy cochina y hoy te voy a cortar las uñas,quieras que no...En el patio la bicicleta tirada y el peluche asqueroso en un rincón,el peluche que cuidaba nuestro jardín...Yo me iba a dar una vuelta por el parque vacío y solo y miraba las ventanas encendidas,imaginando las conversaciones surrealistas de mi hija con su madre y miraba al cielo,a ver cuantas estrellas había...Luego,al llegar a casa,mi hija ya me esperaba en pijama y me inquiría:
-¿Ya has pensado,papá,qué cuento me vas a contar hoy?...
-Pues no sé,hija,es que ya se me agota la imaginación,como ya te aburren los cuentos de siempre...
-Pero tú,papá, tienes tanta imaginación... y Mariola desaparecía,liberada,camino del salón,cumplida su parte y ahora me tocaba a mí en el dormitorio de mi hija:
-"Pues esto era una vez"...comenzaba yo sín mucha convicción y mi hija me miraba expectante...
-¿Ya has pensado,papá,qué cuento me vas a contar hoy?...
-Pues no sé,hija,es que ya se me agota la imaginación,como ya te aburren los cuentos de siempre...
-Pero tú,papá, tienes tanta imaginación... y Mariola desaparecía,liberada,camino del salón,cumplida su parte y ahora me tocaba a mí en el dormitorio de mi hija:
-"Pues esto era una vez"...comenzaba yo sín mucha convicción y mi hija me miraba expectante...
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