domingo, 18 de octubre de 2009

La vida perdida (CXLI)

...hoy he llamado a Roman por teléfono,estoy terminando con Onetti y voy a empezar con Italo Calvino...
-¡Halo!,Roman,soy yo, Jan...
-Sí,dime,que tal estás...
-Bien,oye que voy a empezar con "El barón rampante",que si esos de la editorial saben que yo no traduzco del italiano,que si les has dicho algo...
-No te compliques,cójete una traducción española,la que más te guste,ellos quieren el libro en polaco,punto...
-Ya,pero a ver si luego hay problemas...
-Que no,que no,que ya les dije que tú traduces del español,vale.No tendrán a mano ningún italiano,yo qué sé,no es lo normal,pero...
-Bueno,bueno,oye que entonces traduzco de Francesc Miravitlles,que es la edición que tengo...
-Vale,pero cúmpleme los plazos,me oyes,que luego querrás más y hay que quedar bien...ah,y esmerate,cabrón,que tú sabes...
-Bueno,luego ya no sé porque voy a ser papá,Roman...
-Qué,que tú...
-Que sí,que sí,ya te contaré,te vas a caer de culo...

La vida perdida (CXL)

Warszawa,15 listopad 1963r

Querido Gonzalo,mi español elegante,que te pasa,estás otra vez con tus neuras...No te preocupes por mí,me oyes,estoy bien,sólo que Janusz cada vez pregunta más por tí y ya se me acaba la imaginación.No me mandes más dinero,me vas a enterrar Gonzal,te has vuelto loco o qué,no mandes más dinero de momento,me oyes,no seas cabezota y cuídate,no bebas.Mañana voy otra vez al médico,cada vez escupo más y ya no sé cómo disimular la sangre para que Janusz no lo vea,ya sabes lo sensible que es,menos mal que Mariola está ahí siempre.No desesperes Gonzalo,ya se pasará ésta racha,ya lo sabes y no te sientas culpable,y cuando te encuentres con ganas,pues vienes,ya sabes que puedes venir cuando quieras,no hace falta que te lo diga.El profesor me da recuerdos para tí y me ha dicho que te diga "sursum corda",se acuerda de tí el profesor.Contéstame y dime que estás mejor.Tu Ania

La vida perdida (CXXXIX)

Madrid,27 de noviembre de 1963

Querida Ania:
He recibido tu última carta y me he alegrado mucho.Cómo van tus esputos,cuídate.Ya veo que el mocoso de Janusz va creciendo,no hago más que pensar en vosotros desde aquí,rodeado de locos,metido en éste hospital,por voluntad propia,eso sí y no se me va la depresión,estoy harto de ésto ya,no tengo ganas de nada,mi madre todo el día dándome la paliza,hablandome de balnearios y de la iglesia,que tenga fe,me dice,que todo lo que me pasa es que no creo en dios y yo me pongo de mala hostia y la mando a paseo.Mi padre el hombre,no dice nada,solo me dice que está deseando que me mejore,que hasta que no me vea de putas otra vez,no se queda tranquilo,y mi madre se sube por las paredes,Agustín,qué cosas dices,espero que te confieses y yo les dejo que discutan y sólo pienso en tí y en la orilla del Vístula y que no soy más que un maricón,que te he dejado allí,tirada con el pequeño Janusz.Un fuerte abrazo y contéstame.Te quiero Gonzalo

P.D.:cómo andas de dinero,¿te llegó lo último?

Me aburro,y me pongo a leer las cartas de mi padre y de Ania...

La vida perdida (CXXXVIII)

Mariola está tumbada en la cama,con los auriculares puestos y yo la miro en silencio,con disimulo,está guapa Mariola,sus rasgos se han dulcificado,tiene buenos mofletes y esa nariz grande y afilada que tanto me gusta,la boca grande y los labios carnosos,los dientes que a mí me hubiera gustado tener.Del jersey apenas asoman dos puntas,el pecho de niña de Mariola y las piernas,unas piernas largas,interminables...Me estoy poniendo cachondo,pero Mariola no está para juergas últimamente,me tiene a seco,está mimosa, como una niña pequeña y eso me pone todavía más...y miro sus ojos de miel oscura con largas pestañas,esos ojos de mineral,el ámbar del báltico en sus ojos y sus manos grandes,largas,con las uñas bien hechas...
-Dame fuego,Misku...Es la primera vez que Mariola me llama así,así me llamaba Halina,Misku mój,osito mío,y yo no sé si el amor va unido inevitablemente a la cursilería,pero no me molesta que Mariola me llame así ahora...
-Oye,Mariola,que me estás poniendo como una moto...
-Qué dices,Janusz,no empecemos,que parece que te ha picado un alacrán ahí abajo...
-Mariola,porqué eres tan guapa....Mariola sigue leyendo,hace que no me ha oído...

La vida perdida (CXXXVII)

...hoy vienen a comer a la casa de Róza mi padre,Cecylia y Waldemar,he encargado la comida,porque yo no tengo ni idea de cocinar y Mariola,menos todavía.He puesto una bonita mesa,con flores y todo,porque a los Grudzynscy estos detalles les gustan mucho.Cuando habro la puerta,estallo en una carcajada,allí están,Cecylia,con su pelo blanco,recogido en un moño,su porte tan elegante y un mantón de Manila rojo y negro,encima de un vestido de terciopelo negro;Waldemar,con una capa española con botón de plata...y mi padre,mi padre con una pajarita,ja,ja,porque no puede con las corbatas,el no quiere pertenecer al mundo formal de los ahorcados y yo me río con ganas y Mariola se asoma,qué pasa...
-Ven Mariola,trae la cámara de fotos,que ésto quede para la posteridad...
-¡Hola!,que pasa Juan,¿no te gusta nuestro look español?...
-Que sí,Cecylia,es que así de repente...
-Y qué me dices de tu padre,¿eh?,Waldemar le ha obligado a ponerse una pajarita...
-Janusz,qué tal,hoy me siento como un Don juan,toma,deja esas botellas por ahí...
-Coño,rioja de reserva,qué nivel,Waldemar,tu no nacíste para pobre...

La vida perdida (CXXXVI)

...Mariola lleva dos meses sin la regla y está más empachosa que nunca:
-Janusz,quiero que me traigas "Skóra Panska" del Starego y avellanas,pero del puesto de la Emili Platter,esquina con la Swietokrzyska,que son las buenas,que lo sé por Stefan...
-Joder,Mariola,que la "Skóra Panska" ya no existe,que la gente no sabe ni lo que es,y las avellanas,como si no hubiera avellanas en Varsovia...
-Que sí Janusz,que en la Swietojanska,cerca de la galería,se pone de vez en cuando una viejecilla y lo vende,y como me traigas otras avellanas lo voy a notar,te aviso...
-Joder,Mariola,luego dices de mí...
-Date prisa,anda,ahora tienes tú que cuidar de mí,que ya son muchos años los que yo he cuidado de tí...
-¿Queee...?Esto sí que tiene gracia...
-Ya no te acuerdas de Madrid,o qué...
-Vale,que sí reina,que ahora mismo y si no vuelvo en varios días,es que estoy buscando a la abuelilla de la "Skóra Panska",eres más caprichosa que yo...

La vida perdida (CXXXV)

...se me han empañado los ojos y Mariola,abrazada a mí en la cama,me habla:
-No te agobies Jan,deja en paz el pasado...
-Me da rabia,nada más,porque ahora me doy cuenta de lo sola que estaba mi madre,tan joven,tan guapa y tan abandonada,se le iba la vida y mi padre era una ausencia ruidosa,de la que no se hablaba ...
-Tu padre,Janusz,estaba por aquel entonces perdido en sus nieblas,en un psiquiátrico de España...
-Ya,ya lo sé,pero no puedo evitar enfadarme,Ania perdío su juventud y ella sola se preparaba para la muerte...
-Perdónale a tu padre,Jan,de corazón,perdónale,no juzgues mal al tío Gonzalo...
-Ya está perdonado,te lo digo de verdad y ahora sólo pienso que tú puedes estar preñada y no quiero ni imaginar que yo repita lo mismo y me largue,cuando aparezca la criatura,pero eso sí,Mariola,trae una niña,no me vayas a dar el disgusto de traer al mundo otro clon,otro estúpido Jan,otro estúpido Gonzalo...
-¡Ay!,Janusz,para qué adelantas nada,espérate primero que yo esté embarazada...

La vida perdida (CXXXIV)

...en las gradas del Teatro,jadeando todavía,esperabamos la sorpresa,Ania tosiendo,echando algún cuajo de sangre en el pañuelo con mucho disimulo...
-Mamá,estás bien...
-Claro,Janusz,es que correr me cansa mucho,pero no pasa nada...y mi madre saca de un bolsillo del vestido unos papelitos blancos,unos caramelos...
-Tomar,"Skóra Panska",piel de señorito...
-Por qué lo llaman así,tía...
-Por lo suaves y dulces que están... y mi madre perdía un momento la mirada y asomaba un amago de melancolía,una tristeza vaga,imperceptible casi y yo pensaba en mi padre...
-Mamá,dónde está papá,mi padre...
-Janusz,está de viaje,pero un día vendrá y te llevará con él...mi madre me acaricia el pelo con ternura y Mariola se acerca y me besa,se pone seria:
-Tú no te preocupes,Janusz,cuando sea más mayor,te voy a llevar a España...
-Mariola,qué tonterías dices...
-Mamá,qué dice Mariola,dónde está España...

La vida perdida (CXXXIII)

...mi madre se ponía un vestido de flores,ceñido a la cintura,unos zapatos bajos,como de bailarina,el pelo recogido con un bonito alfiler y toda ella era armonía,delicadeza,la sonrisa permanente y franca,abierta,siempre lista para la carcajada y yo me ensimismaba mirandola y me sentía feliz.Mariola,con sus cuatro años,como una cotorra,sin parar de hablar:
-Tía Ania,qué les pasa a los pavos,por qué gritan así...
-Están enamorados Mariola y por eso abren su abanico,para que se fijen bien en ellos...
-Pues a mí uno casi me da un picotazo,casi le tiro la piedra...
-Porque no puedes acercarte así a ellos,se creen que les vas a quitar sus pavas...
-A sí...
-Claro,tonto,no ves que están enamorados,a que sí Ania...
-Eso te lo ha dicho mi madre,que tú no lo sabías...
-Pues sí que lo sabía,a que sí tía...
-No os peleeis,venga vamos a correr,el que llegue antes a la Isla,se lleva un premio y Mariola y yo nos dabamos patadas en el culo de lo que corríamos...

La vida perdida (CXXXII)

...Estamos tumbados en la cama,con el balcón abierto,las ramas de los árboles con sus colores otoñales:ocres,naranjas,amarillos,verde perenne,sinfonía melancólica de otro verano acabado,la lluvia fina que cae sín hacer ruído y recordamos,Mariola y yo,los domingos de primavera en Ladzienki,agarrados de la mano de mi madre.Yo siempre me guardaba varias avellanas para echárselas a las carpas y mi madre se reía:
-Janusz,a las carpas no les gustan las avellanas,me oyes...Y yo no contestaba.Despues de ver a las ardillas,mi madre se quedaba en silencio,alargaba un brazo con un poco de alpiste en la mano y algunos pájaros se posaban en sus dedos,nosotros más callados que en misa y luego,en la puertas del Palacio,oíamos los gritos estentóreos,desagradables,de los pavos reales en celo,agresivos,no se oía otra cosa en el parque y las carpas,gordas,oscuras,carpas bien cebadas y luego Ania,nos compraba unas rosquillas insulsas,que a mí no me sabían a nada,estaban casi sosas,no es sólo que les faltara azúcar,es que tampoco tenían sal,y sólo al final,cuando salíamos,Mariola y yo tirabamos la piedra que habíamos cogido cada uno para cascar las avellanas,las avellanas que siempre nos traía el señor Stefan...