domingo, 18 de octubre de 2009

La vida perdida (CXXXV)

...se me han empañado los ojos y Mariola,abrazada a mí en la cama,me habla:
-No te agobies Jan,deja en paz el pasado...
-Me da rabia,nada más,porque ahora me doy cuenta de lo sola que estaba mi madre,tan joven,tan guapa y tan abandonada,se le iba la vida y mi padre era una ausencia ruidosa,de la que no se hablaba ...
-Tu padre,Janusz,estaba por aquel entonces perdido en sus nieblas,en un psiquiátrico de España...
-Ya,ya lo sé,pero no puedo evitar enfadarme,Ania perdío su juventud y ella sola se preparaba para la muerte...
-Perdónale a tu padre,Jan,de corazón,perdónale,no juzgues mal al tío Gonzalo...
-Ya está perdonado,te lo digo de verdad y ahora sólo pienso que tú puedes estar preñada y no quiero ni imaginar que yo repita lo mismo y me largue,cuando aparezca la criatura,pero eso sí,Mariola,trae una niña,no me vayas a dar el disgusto de traer al mundo otro clon,otro estúpido Jan,otro estúpido Gonzalo...
-¡Ay!,Janusz,para qué adelantas nada,espérate primero que yo esté embarazada...

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