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Y al hilo del recuerdo de Cecylia Grudzinska y su mención a la perversidad de mi padre,pues hoy desbarro sobre el infierno,como el otro día me puse a hablar del cielo.El infierno va dentro de nosotros,hay tantos infiernos como personas sobre la tierra.Infiernos tambien que murieron con sus "titulares",infiernos que aún están por nacer,pero ya llegarán, cuando la mujer rompa aguas.Y los infiernos presentes,tan reales y palpables,haciendo sombra,oscureciendo la luz que todos llevamos dentro.Todos somos fenomenales,hasta que hace acto de presencia la rabia,la soberbia,el asco,el desprecio,el hastío,la envidia...la lista es interminable,entonces asoma el demonio con pezuñas y cuernos,el macho cabrío o la bruja piruja con su vagina dentada y sus ansias de dinero y trapos,muchos trapos para estar estupenda,mientras el cabrón se escuerna lleno de deseo,anhelante de manchar coños,el chocho que no cesa,imperecedero,la raja del dolor o del éxtasis.Entonces solo cabe llenarse de paciencia,una paciencia infinita y envidiar sanamente la juventud sana y hermosa,el impetu del cuerpo y la sangre caliente y tomarse las cosas con calma,refugiados en algún puerto,un buen libro,una música,una pericia profesional,un recuerdo tierno de infancia o echar un vistazo a la cuenta corriente,a ver cuanto ha engordado.La vida del hombre gira alrededor de cinco o diez minutos,lo que tardamos en corrernos,lo demás es la parafernalia que adorna la vida.La vida de la mujer es bastante más compleja y da para mucho más,aunque tampoco mucho más.Pero el infierno no es solo deseo insatisfecho,es tambien el ansia de triunfo,de superación,de permanencia en el tiempo,vivir en la cresta de la ola,antes de que te rompan la crisma la vida y sus circunstancias.Lazienki mientras tanto ahí sigue,impasible,disfrazándose a cada estación como un travesti compulsivo y un poco aburrido y es que la naturaleza solo tiene cuatro trajes,con muchos matices y complementos,pero cuatro trajes,no hay más,y puede que sea mejor así.Y si miramos para arriba,la cosa se complica porque se nos escapa y quien sabe nada de las estrellas,todo pura especulación,el espejo del cielo jugando con nosotros...A veces yo he querido ser un árbol o una vaca,pero el hombre inventó el hacha para sobrevivir y al árbol un día lo talan y se acabó el árbol y a la vaca la finiquitan de un golpe en el matadero,porque yo tengo que comer mientras pienso estas cosas.Tambien está el infierno del tiempo,como hay un infierno del espacio,de cualquier espacio concreto.Y yo, por qué no nací en la edad media,o veinte años antes para poder echar los tejos a esa criatura que pasa por la calle...pues ya ves,porque no somos dioses ni se puede tener todo;tampoco es cosa de echar de menos a la ameba...Dios mío,lo dicho,paciencia,mucha paciencia hasta que a la muerte la de la gana de abrazarnos.Me voy a echar un cigarro,que no tengo ganas,pero algo hay que hacer hasta la hora de comer...y me repaso el pelo ralo y canoso con mi mano huesuda...
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