Me pongo muy pesado con mi madre,pero yo es que me quedé sin madre con nueve años.No tuve hermanos tampoco, y por eso ahora, me regodeo haciendo el contraste entre la dulzura de mi madre y el albañal,el bebedero de patos que era el pistolero barato,que encima era bastante cabrón conmigo,el polaquito de los cojones decía,a éste lo enderezo yo,que ni el gobernador civil...El pistolero barato se ponía grandilocuente con la parroquia cuando pasaba de tres sol y sombra.
Mi madre,que puedo decir...Tenía el pelo largo y rubio,un pelo de trigo que muchas veces se recogía en un moño y era cuando más me gustaba porque se la veía bien la cara tan blanca,la frente despejada,las cejas armoniosas,los carrillos un poco carnosos,la nariz recta y esos ojos limpios que pasaban sin avisar del azul cielo al gris,al gris de la melancolía,una melancolía que solo le duraba unos segundos,cuando se perdía en dios sabe qué recuerdos,porque mi madre era de natural alegre,siempre con la sonrisa en la cara...A mi madre daban ganas de besarla de lo guapa que era,pero ella siempre se burlaba de los hombres,no podían con ella.Mi madre,cuando se enfadaba,era más dura que el pedernal.Menos mal que eso la duraba poco...
jueves, 10 de septiembre de 2009
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