jueves, 8 de octubre de 2009

La vida perdida (CXVIII)

... el verano se nos ha escurrido entre los dedos.Hoy ha llovido y el viento ha llenado la alberca de hojas,el color del otoño se va adueñando del jardín y ya no hace para estar en la terraza de arriba.Estamos a finales de septiembre y andamos todos con un aire tristón,de que algo se acaba,Mariola resignada y sín sol,le ha durado poco el bronceado y su piel vuelve por donde solía antes del verano.Mi padre anda más callado que de costumbre y yo estoy lleno de preguntas,porque no sé ni qué me apetece,si volver a Varsovia o quedarme en España.Mariola parece que está recuperada y ya empieza a echar de menos su casa de Solec,quiere ver cómo han dejado su casa y yo trato de imaginarme la casa de Róza.Tambien pienso en mi madre,en el cementerio y de repente le he preguntado a Mariola:
-Oye,Mariola,dime exactamente en qué andabas metida,por qué te han quemado la casa...
-Sabes janusz,me ofrecieron hacer negocio,todo parecía normal,yo sólo tenía que adelantar dinero,me comprometí a adelantar quinientos mil zlotys,hice una primera entrega de doscientos mil,sólo tenía que esperar unos meses y despues iba a recibir otros quinientos mil,sin hacer preguntas,negocio redondo...

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