...y ya me veo paseando con mi pequeña Cecylia,completando el ciclo,transmitiendo el mismo amor que a mí me dió mi madre y Cecylia Grudzinska y Waldemar están que se salen,van a ser abuelos,su hijo del alma,el que nunca tuvieron,Juan el español,va a ser papá y Cecylia y mi padre,los padrinos,el pobre Waldemar siempre como excluído y así se lo digo a Waldemar:
-Y cómo te voy yo a compensar a tí,Waldemar,te debo toda una vida...
-Janusz,no me hagas reir,soy el hombre más feliz de la tierra y nunca me has defraudado,yo siempre he creído en tí...
-Joder,Waldemar,que siempre parece que vas de segundo plato,tú,que tantos entuertos has desecho...
-Así es mi profesión,Janusz y nunca esperamos recompensa,no nos hace falta,la recompensa es que el mundo funcione,engrasar bien el mecanismo,hacer de las formas un instrumento para arreglar los problemas,los conflictos...
-Lo dicho,Waldemar,que eres la hostia,aunque no lo quieras reconocer...
-Esto merece un rioja reserva y un buen habano,¿eh Cecy...?
Y Cecylia no dice nada,otorga con su silencio y besa a su marido...
martes, 3 de noviembre de 2009
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Muy buena, muy buena historia, me he reído y he llorado, ha sido un placer leerla.
ResponderEliminarEnhorabuena.
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ResponderEliminarGracias,Julieta,poco a poco la reanudo de nuevo,ayer hice un nuevo capítulo y tengo que ver qué destino le doy a Mariola,a Janusz,a su padre...no quiero precipitarme y estropear la historia.Gracias por tus palabras.
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