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Una de esas tardes en que salía con Halina a dar algún paseo,despues de dejar la clínica,entramos en una farmacia,cerca de la Pola Mokotowska,íbamos andando camino de mi casa.Yo,desde la muerte de mi hija y la locura de mi mujer,llevaba siempre un arsenal de recetas que me hacía mi amigo Franek,el médico de la Kosminska y a quien conocí por Mariola.Yo ya he dicho otras veces que Mariola tenía amigos por todas partes,lo que facilitaba mucho mi vida.Yo,aparte de mi colega Roman,no tenía amigos propios,Stefan aparte, claro y poco más....Franek me hacía recetas de lo que le pedía,casi sín rechistar,y eso que era muy estricto,pero se hacía cargo de mi situación y el pacto era,que yo le llamara por lo menos una vez a la semana,para saber como andaba de ánimos,porque el sabía que yo mezclaba pastillas con alcohol como el que le pone mostaza a las salchichas de aquí,a las "parówki"...Yo consumía ansiolíticos,tranquilizantes,inductores al sueño y cuando me pasaba con el alcohol,tardaba varios días en recuperarme,pero yo he sido siempre bastante inconsciente y la hipocóndria no forma parte de mi vida,sencillamente.Tambien aprovechaba para pesarme,porque desde que Mariola ya no estaba conmigo,adelgacé por un tubo al no tener cama y mesa puesta,que eso engorda de cojones.A mí el alcohol me quitaba el apetito y no me hacía engordar.En la farmacia,detrás del mostrador,estaba un chaval joven,alto,espigado,bien parecido, con una bata blanca impoluta.Al entrar nosotros se fué adentro y al momento salió una mujer de unos cuarenta y cinco años...
-Buenas tardes... y yo empecé a sacar las recetas y a ponerlas en el mostrador...
-Buenas tardes,perdone,pero mi hijo me ha dicho que es usted el padre de Cecylia...
-Usted se refiere a Cecylia Sobieska...
-Claro,soy la madre de Piotrek,no sé si se acuerda usted de él...y Piotrek me extendió la mano muy respetuoso y entonces yo le reconocí...
-Buenas tardes señor Sobieski...
-Perdona Piotrek,no te había reconocido,perdona,soy muy despistado,oye,si quieres,aquí,entre nosotros,me puedes llamar señor "Cubista",que no me enfado...Halina y Agnieszka, la farmaceútica, madre de Piotrek, nos miraban un poco intrigadas,desconocedoras de aquella anécdota en Solec...y Piotrek se puso como la grana,pero no por eso dejó de responderme..:
-Tiene usted buena memoria,pero que conste que fué Cecylia la que me lo propuso y yo...
-No pasa nada hombre,me alegro de verte de nuevo...Y fué su madre quién me dijo:
-Estuvimos en el cementerio,pero con lo que llovía,usted se acordará,no hubo posibilidad de nada y no le pude saludar,pero que sepa que lo sentimos mucho,sobre todo Piotrek...
-Gracias,de verdad,sí,fué una desgracia...y mientras Agnieszka buscaba los medicamentos por los cajones o entraba en la rebotica,yo le dije a Piotrek:
-Oye,quieres tomar un café conmigo y charlamos un rato,mira ésta es mi amiga Halina...
-Buenas tardes, señora...
-Buenas tardes,oye,Janusz,yo me voy a ir,que tengo que hacer unas cosas y tú hablas con Piotrek...
-Como quieras,pero no hace falta que te vayas...
-Mira, si quieres quedamos aquí dentro de una hora,vale ¿Janusz?...
-Vale...y qué, Piotrek,nos tomamos un café,si puedes,claro... Halina salió y yo le dije a Agnieszka que si me podía tomar un café con su hijo...
-Claro,faltaría más,Piotrek,date prisa anda,quítate la bata...
-Te le robo por unos minutos...
-Claro que sí,señor Sobieski...
-Llámame Janusz,sín cumplidos...
-Yo soy Agnieszka,encantada...Agnieszka estaba guapa de verdad,pero es que a mí desde que andaba solo,todas las mujeres me parecían guapas,pero es que además, Agnieszka lo era.Y Piotrek y yo nos metimos en una cafetería cercana,mientras yo veía alejarse a Halina con paso decidido...
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