...Mariola y yo nos hemos echado una mirada instantánea,una mirada de deseo,que sólo ella y yo conocemos y me he levantado del sillón,con ayuda de la muleta y le he dicho:
-Ven,Mariola,te voy a enseñar cómo está dejando Waldemar de bonito el jardín y ella me ha seguido en silencio...en el cobertizo,dónde Waldemar guarda su viejo Volvo,Mariola me besa con una delicadeza sabia,sin hacerme daño y yo le he agarrado la cabeza y la llevo a mi pantalón,Mariola está chupandome la polla,y en un minuto o dos,me corro en su boca...Ahora Mariola quiere su parte y me agarra la mano y me la lleva a su falda y yo meto los dedos en su raja,en la heridita que tanto dolor causa a los hombres,como yo digo y casi le hago un fisting,Mariola apoyada en mi hombro,llorando llena de espasmos...Por el jardín pasean Waldemar y mi padre y con una maestría de actores consumados,"ni nos han visto",mientras Mariola y yo nos recomponemos la ropa,la respiración aún agitada.Hemos entrado por la puerta de la cocina y Cecylia,nada más vernos a dicho:
-Voy a prepararos un zumo de naranja,que os va a dejar como nuevos...
-Gracias,Cecylia,un buen zumo,qué maravilla...
domingo, 11 de octubre de 2009
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