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Mariola,las putas y yo.Hubo una época,después de casarnos,cuando Lía tenía tres o cuatro años, que Mariola y yo tuvimos unas broncas tremendas,porque yo seguía con mi costumbre,mi pulsión a irme de putas,a tirar el dinero y meterme en ambientes sórdidos,de tías como un queso que luego me contaban sus miserias porque yo acababa metiéndome hasta la trastienda,los chulos apaciaguados por mi dinero,siempre el puto dinero.Mariola sabía de mi afición y de sobra pero hubo un momento que dijo ¡basta!,¡hasta aquí!, Janusz,que me tienes harta y voy a empezar a follar con quien me parezca...
-Mira,Janusz,si todavía te fueras con alguna de mis amigas,me iba a importar menos,te lo juro,pero ese regodeo insano,tú,¡gilipollas!...Te vas a enterar,por cabrón...Y hubo una temporada que Mariola se estuvo follando con alguno de sus amigos,especialmente con aquellos que ella suponía que me caían peor,para hacer más sangre.Pero Mariola y yo nunca nos separamos porque pesaba más en nosotros la condición de"hermanos",de haber crecido juntos, y a las temporadas de borrasca,sucedían otras de acercamiento,de perdón,de sinceridad y propósito de la enmienda.Y luego,con el tiempo,esa costumbre mía de cuando me emborrachaba o me sentía vacío se fué diluyendo como un azucarillo,aunque yo seguía visitando los burdeles para tomar unas copas y ver el percal,como yo decía,que casi lo disfrazaba de estudio sociológico de la miseria o cosas así.En fín,cuanta paciencia le echó Mariola conmigo,que incluso empezó a darse cuenta que a mi me ponía que me contara sus aventuras extraconyugales...
-Joder,Janusz,que me tratas como a una de esas putas,es que ya me desesperas,que estás pervertido...
-Mariola, que es un juego,coño,yo te quiero,lo entiendes y tú lo sabes, que el día que me dejes,si me dejas,voy a ser el hombre más desgraciado de la tierra...
-Pobrecito...y qué pena que no viva Ania,te lo digo,tu madre te habría puesto las pilas...
-¡Va!,deja en paz a mi madre,anda y dime que me quieres...
-Si y tú dime por qué eres tan gilipolllas...
-Pues,porque el mundo me hizo así...Y Mariola y yo nos besábamos y nos poníamos más serios:
-Perdona,Mariola,tú ya me conoces...
-Claro que te conozco,Janusz,por eso te quiero,porque te conozco mejor que nadie,si no de qué...
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