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Y como yo soy de extremos,hay veces que vuelvo a Polonia de España y me doy cuenta de que mi padre me quiso de verdad,todo lo que tengo se lo debo a él.Lo bien que me tratan,no ya solo porque yo soy ahora el que tiene la pasta,yo noto un cariño de verdad,sobre todo cuando alguien a quién no conozco me suelta:
-Ya me avisó tu padre,de que eras la hostia,Juan,haces honor al apellido...y yo me decía,y qué cojones he hecho yo...Por eso,padre,a pesar de todo lo que te he denigrado y vilipendiado,hay días que siento que te quiero de verdad y no te encuentro defectos.Así nos las gastamos los humanos y es que el halago de los nuestros o de uno mismo,es un bálsamo muy resbaladizo,que puede hacernos caer en la autoindulgencia o incluso en la estupidez directamente...Cuando bajo a Roche,muy de cuando en cuando,hay una lotera que me regala el mismo número y no hay manera de pagárselo,el mismo número que cogía mi padre por capricho,solo por untar un poco de vaselina...
-Y el día que toque,qué va a pasar,Justa,te voy a tener que dar el premio...
-El día que toque me invitas a unos pescaítos y todos tan contentos...
-Joder,Justa,que voy a dejar de pasar por aquí...
-En mala hora lo hagas,¡ea!,que le das mucho tu al pensamiento,que hasta en eso se te ve la estirpe,mi arma...
-Pues lo que tú digas,Justa y dame un billete de lotería para tus niños...Yo no podía bajar a Andalucía,a mí me sobrepasaba tanto enjuague,tanta bullanga y zalamería,no iba con mi caracter tan serio,pero creo que a mi padre le pasaba lo mismo.Al final,los regalos recibidos salían tan caros...Pero a mi hija esto la encantaba,debía de ser por el contraste.Yo la decía,Cecylia no te dejes deslumbrar por el sol,produce muchos espejismos, y ella:-Papá,pero es que a mí me encantan los espejos...
-Pues tu misma,hija,aquí tienes una casa,porque es para tí...
-De verdad,papá,gracias...Mi hija Lía me daba las gracias por todo,no era consciente de que uno vive por y para los hijos,no lo entendía...ahí se revelaba su parte eslava.
-Y para quién sino,Lía,coño,que a veces pareces tonta...
-Ya,no sé,soy tan feliz papá...
A mi hija lo que la pasaba sencillamente,es que no era española y sucumbía a todo los encantos,incluso ante aquellos que no eran más que timos...Pero eso sí,estaba feliz y yo alargaba el carrete...
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