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Guardo en uno de los cajones de mi escritorio el diario de mi hija.Lo empezó cuando tenía catorce años.Muchas veces me he sentido como un profanador,pero yo,a los pocos años de su muerte,me tumbaba en su cama,su cuarto tal y como ella lo dejó y trataba de meterme en su piel,en la piel de una adolescente llena de ilusiones,que empieza a sentir el tirón del amor.Mi hija, en el segundo año del Gimnazjum,en Zoliborz,se enamoró de uno de sus compañeros de clase,se llamaba Piotrek y yo luego,cavilando y cavilando,llegué a la conclusión de que se trataba del mismo Piotrek que un buen día en Solec me llamó señor "Cubista",no podía ser otro.A mi hija le gustaba el descaro,el atrevimiento.Y resulta enternecedor como la ilusión y la inocencia,la ausencia de malicia gobierna el alma de los niños y cómo su idealismo se acrecienta cuando comienzan a crecer y tomar conciencia de sus semejantes del sexo opuesto...
"Hoy,en el recreo,Piotrek se me ha acercado y me ha dicho que si quiero ser su novia porque soy muy simpática y muy buena:Yo me he puesto muy colorada y le he dicho,que bueno,que lo tengo que pensar y le he dado las gracias.Luego ya he estado nerviosa toda la mañana y la profesora de Lengua me ha hecho pasar mucha vergüenza,porque ha dicho en alto:
-Señorita Cecylia Sobieska,dónde está usted,que no se entera de nada ésta mañana,con lo despierta que es...y yo he odiado con todas mis fuerzas a pani Grazena, porque me he sentido desnuda,como si toda la clase supiera que estoy enamorada de Piotrek y unos cuantos se han reído,pero Piotrek les ha parado los pies:
-De qué os reís,tontos...
-Señor Piotrek Zielinski,al acabar la clase,espérese en su pupitre,a lo mejor le contrato para poner orden en clase...y las carcajadas han aumentado.Encima,hoy,cuando he llegado a casa, papá me ha dicho:
-Que te pasa,Lía,cielo,no te estarás enamorando,que te veo muy rara...el muy imbécil,que parece que me lee el pensamiento.Luego,porque mamá se lo ha dicho,me ha pedido perdón,pero yo no le pienso perdonar en una temporada,y me he ido a mi cuarto a llorar..."...Recuerdo,que ese día,Mariola me regañó con saña:
-Es que pareces tonto,Juan,que poca diplomacia te gastas...
-Joder,Mariola,que lo he dicho con todo el cariño del mundo,que parezco un monstruo...
-No pareces un monstruo,pareces un padre muy simple,nada más...
-Dios,voy a dejar de hablar en ésta casa,que parece que todo lo hago mal...
-Todo no,pero casi...
-Y como te gusta zaherirme,Mariola,de verdad,que me pones de mala leche...
-No empieces a hacerte el pobrecito,Juan,que eso ya está muy gastado...y yo me iba echando pestes y me pasaba varios días sín decir ésta boca es mía...
Lo bueno es que a mi hija Lía,le duraban los enfados lo que a mí y cuando menos me lo esperaba,se me colgaba del cuello y me comía a besos:
-Ay,papaillo,cuanto te quiero...Y Mariola tenía que claudicar,porque le pasaba lo mismo que a mi hija,que me adoraba...
-Si fuera menos tonto,le íbamos a querer menos,a que sí Cecy...
-Es el papá tonto más bueno del mundo. Y yo me dejaba querer...
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