domingo, 28 de agosto de 2011

La vida revelada (15)

En El Espinar me iba preparando mentalmente,porque sabía que al menos me pasaría dos años en Varsovia haciendo Polonistyka para acceder al exámen de traductor de polaco,se lo había prometido a Cecylia,que conociendome, no quería que diera la espantada en cualquier momento.Entretanto, escribía algunas cosas,que guardaba con mucho celo,nadie sabía que me gustaba escribir,era lo único que no compartía con nadie,ni siquiera con Cecy y leía,leía mucho,incluso intentaba leer libros en polaco,pero era desesperante,echando mano del diccionario constantemente,eso era peor que el latín que había estudiado en el bachillerato,yo intuía la belleza de los poemas de Adam Mickiewicz y otros pero me sobrepasaba.Estaba aprendiendo un polaco popular que poco o nada tenía  que ver con el polaco culto.Tiempo al tiempo,me decía y era la hora del primer whisky en la terraza de arriba,viendo las estrellas,dejando vagar mi mente sín rumbo,hasta que podía más la costumbre y a las once agarraba el seat de mi padre y me escapaba a Madrid,a los burdeles con contraseña y guitarras andaluzas.Allí me encontraba al "todo" madrid,aunque nadie conocía a nadie y solo compartía copas con un coronel borrachín,amigo de mis padres de Toledo,que me cortaba unos trajes con la liberación del Alcázar que me dejaban exhausto,porque además, entre copa y copa soltaba un "Viva Franco" y todo el burdel al unísono se ponía en pie,los hombres brazo en alto,y gritaban aún más fuerte:"Viva el generalísimo",luego todo seguía como si nada y yo le preguntaba:
-¡Joder!,Justino...¿pero es que no te hartas ya de lo mismo todas las noches?,no me jodas,hombre...
-Es para putear un poco al personal,y te advierto que sé por tu madre que eres un comunista,que lo sepas...
-No empecemos ya ,la hostia,a ver si le digo a mi madre que te veo aquí todas las noches...
-...Eso no ,por tu honor...
-Y como te repites...yo ya he ojeado chorba,ahí te quedas...y le dejaba con sus vapores y los mofletes encendidos y la factura sín pagar,jaja...Araceli ya me esperaba en la otra punta de la barra,hecha un caramelo,y yo ya me iba hastiando de la Araceli,de las historias de su pueblo y de su coño húmedo.Habría que irse buscando otra,y el hecho de saber que en unas semanas yo desaparecería del globo, me hacía reirme a mi mismo,con una mezcla de voluptuosidad y de maldad a la vez.Estaba excitado y preocupado a la vez,pero las copas me llevaban al mundo del sín dolor,que era una delicia...luego,por la mañana,con el resacón,me empezaría a cagar en todos mis muertos y echaría de menos una novia fija y decente,pero eso duraba,lo que tardaba en imaginarme cargado de críos en éste Madrid de mierda...Yo era un señorito y no se esperaba otra cosa de mí,y sí, seguiría siendo un señorito pero a mi manera,y cuanto lo siento,madre,de verdad...y se me aparecían Agustín y Manolo,como dos corderos mansos y bien alimentados,que no le pedían nada más a la vida que ser los hijos y herederos de Agustín Ahumada,industrial polivalente,como yo le llamaba en broma a mi padre, y que me odiaban por eso,por mi falta de conformidad y mi repudio al trabajo ordenado...El día comenzaba a clarear y yo me iba para la cama hasta la hora de comer...




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