...a la semana de estar en Varsovia,ya me quería largar...Madrid era el Edén comparado con esto.Despues del incidente de la llegada,tres días seguidos en "formol",como yo digo:conocidos,fiesta,vodka,más vodka...y luego vodka y sín bebidas frías,aquí todo del tiempo y claro el resacón,de muerte,hasta me salieron granos,no digo más...Madrid,desde aquí,me parecía el paraíso.La ciudad vieja estaba recien reconstruida,pero te alejabas un poco y barro y más barro y edificios en construcción con unos procedimientos tan rudimentarios y pobres...Yo estaba en el apartamento de Cecylia,un cuchitril de treinta metros cuadrados,Waldemar haciendo gestiones para arreglar un chalet de su familia por la zona de Zoliborz,y al cuarto día, me largué al hotel Europejski,lo único decente que había aquí,rodeado de rusos por todas partes,en las escaleras,en la cafetería en los pasillos...los camaradas orientadores y eso.Y el quince de septiembre entramos en la facultad,lo digo así,porque se armó tal revuelo:yo me puse unos vaqueros americanos,una chaqueta principe de gales y unos mocasines de piel auténtica y me sentía como el animal más exótico del zoológico,la madre...Las pibas no me quitaban ojo,con sus cardados,sus gafas de montura negra y ,todo hay que decirlo,con su aire de hembras en celo y buenísimas,casi todas,no todas,las eslavas que yo no conocía.Vaya tipazos,yo me empalmaba solo en clase observando,era un españolito de posguerra,lo digo en mi descargo y me empezaba a pasar lo que me pasaba siempre que iba a Suiza,que todas las mujeres me parecían el copón,de lo buenorras que estaban y lo altas que eran.Y liberales,sobre todo liberales,aquí el rollo decente iba por otros derroteros...Hasta que me dí de sopetón con Ania,en el guardarropa...
miércoles, 31 de agosto de 2011
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