lunes, 28 de septiembre de 2009

La vida perdida (LXXII)

Mariola se encerró tres días en la portería y yo me refugié en casa del profesor,en el cuarto del profesor,en su Santuario.No ví a Mariola en tres días,así era ella,su dolor era suyo,no para andar enseñandoselo a nadie,a Mariola no la iban los aspavientos, y entonces,esa misma noche, le pregunté al señor Zanussi:
-Profesor,cómo se sobrevive a un campo de concentración...
-Sabes Janusz,el alma de los hombres no hay rayo que lo parta,te pueden meter en un cajón lleno de ratas hambrientas varios días y puedes oír cómo esas ratas lloran contigo,ni te tocan,o puedes sentir como te devoran lentamente,da lo mismo...He pasado años de mi vida,muchos años Janusz,estudiando la materia,desde las partículas más elementales a los procesos más complejos,pero,y ésto no es una cuestión de fe,el alma de los hombres es inaprensible,la propia palabra "alma",ya suscita controversia:es cerebro,es materia,es soplo divino,qué es...
-Eso,qué es el alma humana profesor...
-El alma humana,Janusz, es la conciencia...por eso los animales no tienen alma.
-Joder profesor y qué es la conciencia...
-¡Como afinas!,Janusz,¡ja,ja,ja,ja!,la conciencia es saber que ahora mismo yo no tenía que estar riendome a carcajadas,estando abajo Józef de cuerpo presente...
-¡Hostias!profesor,ahora sí que lo he entendido...