sábado, 28 de agosto de 2010

La vida en la memoria...(17)

17

Que mi padre tenía planificado el día de su muerte,lo descubrí días después,un mes después exactamente, cuando empecé a recibir en mi domicilio de Róza,14, cartas de bancos,sociedades de inversión,gestoras de propiedades y un largo etcétera,haciendo mención expresa a las órdenes de mi padre,en las que decía que yo era su sucesor y único heredero universal de todos sus bienes.Mi padre se reventó los sesos con la Luger un once de junio,día del  primer aniversario  de mi hija Cecylia,se conoce que pensó que ya no le necesitaría más con esa hija tan guapa y se diría,lo siento,Jan,ahí te quedas o algo así.Me llamaron por la tarde y cuando se lo dije a Mariola,se cogió tal llorera que me sorprendió,pero al momento me di cuenta del cariño que Mariola sentía por mi padre,era una corriente de simpatía mutua.Cuando llegué a Madrid solo,porque Mariola no quiso venir,allí me estaba esperando un señor que yo no conocía de nada,el mismo señor que me llamó a Varsovia...
-Perdona,tu eres Juan,Juan Sobieski...
-Sí,soy yo,tu me has llamado por teléfono,¿verdad?..
-T u padre y yo eramos amigos desde niños,de Toledo,me llamo Antonio,Antonio Canals...
-Encantado...
-Yo soy hijo del general que te estuvo buscando en los años setenta,te acuerdas,cuando te escapaste de casa...
-Anda coño,sí,mi padre me comentó algo...
-Si quieres nos vamos directamente para El Espinar y mañana por la mañana reconoces el cadaver,pura formalidad...
-Bueno,si no hay más remedio...
-Es necesario,es una formalidad legal,ya comprendes...tus tíos ya han pasado por el juzgado pero el juez insiste en que tú tambien reconozcas el cadáver...
Me pesé tres días en la casa del Espinar recordando el verano que pasamos aquí y revolviendo por todos los rincones,siempre he tenido una curiosidad insaciable en todo lo referido a mi padre.Antonio me miraba ir y venir en silencio y en una de esas le dije:
-Antonio,la pistola,quiero la pistola...
-Bueno, veremos que se puede hacer,forma parte del sumario,espérate un poco...
-Consíguemela como sea,por favor...
-Tranquilo,pero oye,no iras a hacer tú alguna tontería,que me ha dicho tu padre que tienes una hija preciosa y una mujer bandera...
-No,hombre,es que  es lo último y lo más cercano que ha tenido mi padre...Y me pasé dos días interrogando al capitán de la guardia civil,Antonio Canals Santacreu,pero lo que resultó es que el muy cabrón me interrogo a mí y poco le pude sacar,salvo que sí,que mi padre de dinero,bien gracias y que me podía echar a dormir para los restos...En el Instituto Anatómico me eché a llorar como un niño y esa misma noche me agarré un cogorzón tremendo,con música de Chopin de fondo,la Marcha Fúnebre,Sonata número dos, para más señas.








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