miércoles, 1 de septiembre de 2010

La vida en la memoria...(24)

24

Está lloviendo a mares,aquí,cuando no llueve,nieva y he abierto el balcón de par en par porque me gusta oir la lluvia,sobre todo cuando cae con furia, y el cielo está gris lechoso,de vez en cuando una serpentina  ilumina el parque y sé que de un momento a otro va a sonar un trallazo tremendo,como si se estuviera acabando el mundo y Zenobia ha venido corriendo con una alfombrilla vieja y la extiende por el suelo en silencio,ya no se atreve a decirme que cierre el balcón y como ha venido se va,como alma que lleva el diablo,porque Zenobia tiene pavor a las tormentas...El día que enterramos a Lía llovía como hoy, Mariola ya desvariaba y de qué manera,que esa misma tarde tuvo que venir a casa una ambulancia y llevársela.Y yo recuerdo que cogí  la Luger de mi padre con un paquetito de balas y bajé corriendo a la Ujazdowska.Le dije al taxista que me llevara a Praga por el puente de la sirena y  a mitad  de camino le hice parar,le pagué y se fué mientras le oía gritar:
-Se va a coger una buena pulmonía, está loco... Yo me había dicho,me salto por la parte de fuera de la barandilla y según  voy a saltar me reviento la cara con la Luger y caigo al río...
-¡Eh,Señor,señor!...Un crío desarrapao de unos diez años venía hacia mí corriendo,descalzo...
-Ayúdeme,señor,se me ha enganchado el sedal,tengo una carpa bien gorda,venga... Y yo me fuí detrás de aquel mocoso y estuvimos como diez minutos intentando deshacer el nudo del sedal y tirando para arriba con fuerza...y sí, apareció una carpa,una buena carpa y yo ya no me acordaba que llovía a cántaros,ni de qué cojones hacía allí...
-Gracias,señor,si quiere le dejo el hule...
-No,déjalo,ya da lo mismo... y me fuí en dirección a Powisle.Tuve un conato de tirar la pistola pero yo solo pensaba en la carpa,era la primera vez que yo veía sacar una carpa del Vístula y sobre todo veía la cara de felicidad de aquel mocoso y me dije,tengo que sobrevivir,no sé como pero tengo que sobrevivir...Y como yo soy muy solidario con  mis recuerdos,me voy al pequeño aparador y cojo la primera botella que alcanzo.Zenobia no hace más que suspirar y me he ido para la cocina:
-Zenia,como vuelvas a suspirar te pido un taxi y te vas ahora mismo a casa,estamos...Y Zenia da un portazo y cierra la puerta.Me siento en el sillón y algunas gotas salpican mi cara  y yo miro fijamente la cortina de agua mientras le doy tragos a la botella y yo quiero descorrer la cortina,como si detrás de ella estuviera Lía esperando...,pero detrás de la cortina de agua solo está mi cara reflejada en el cristal del balcón,una cara que no conozco y que casi da miedo...


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