sábado, 14 de enero de 2012

La vida revelada (27)

...y nació Janusz,mi hijo Janusz,y entonces escribí una encendida carta a mi madre,de la nunca recibí respuesta...Ania estaba guapa de verdad,con la belleza de la maternidad reciente y yo creía enloquecer y cada día la quería más,esos mofletes,esa mirada de ternura para nuestro niño...Hubo fiestas y celebraciones,pero yo de España no recibía nada...nada en absoluto y me puse triste.Tampoco mi padre me escribió...A mi se  me fué la mano con las celebraciones y veía a mi hijo como algo extraño a mí,solo la voluntad de Anna por tener un hijo...y me fuí a Suiza porque había recibido una remesa de beneficios y no volví a Varsovia...¡Maricón!...Se me iba la memoria reciente y en Zurich solo veía tudescas de grandes proporciones, y dividendos,muchos dividendos,mientras paseaba por el Limmat.Mi agente me confirmo que era bastante más
 rico y yo sentí un vacío tremendo,de rico asqueroso y egoista,embaucado por los menús de grandes hoteles y fiestas de sociedad,donde los fracs relucían y las señoras pedían a gritos ser folladas... y durante unos meses me convertí en un tonto del culo insoportable,hasta me reía de mis propias gracias,no digo más,me creí mi personaje,y  écuando me hice del gremio de los hijos de puta.Es un gremio muy amplio y particular,se caracteriza en primer lugar por estar podridos de dinero y despues más dinero,nada más y las busconas de lujo merodeando....Una noche en la embajada italiana,me presentaron a una polaca rubia y opulenta,un resto de la antigua aristocracia y me colgue de su brazo como el que se cuelga de una lámpara...Ilona,mi querida Ilona...Y ya  no  volví  a creer en nada,yo solo veía pianos de cola,copas de coctel y  rafagas de estupidez...por las noches me iba a la calle de los artistas a olvidarme y me encontraba con putas rubias calvinistas,que no sabían lo que era la culpa,pero dominaban el negocio...y yo no volví a ser el mismo,quiero decir que dejé de ser un pringao...

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