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Los domingos no viene Zenobia y yo,nada más comer abro el balcón de par en par,en la seguridad de que los árboles no van a contar nada,saco una botella de vodka y preparo el aparato de música con una grabación de Wioletta Willas y empiezo despacito con el primer kieliszek.Luego meto el cd y empieza a sonar "Mamo" y yo quisiera llorar pero solo sonrío y giro despacio por el salón,con cuidado para no descomponer la alfombra y allí están mi hija Lía muerta de risa,mi mujer Mariola y Waldemar con Cecylia,observando cómo bailamos Ania y yo y al final me paro,le hago una reverencia a Ania y la beso la mano...Así hasta que se hace de noche y yo me tambaleo...a veces sube la señora Jola para rogarme por favor,en nombre del señor magistrado,que si puedo bajar un poco la música y yo le digo con la voz lo más engolada posible:
-Digale al señor Jaroslaw que no me sale de los cojones,estamos en domingo... Y la señora Jola huye como gato escaldado y yo me río como un poseso mientras suena "Oczy czarne".Éstas son las licencias que me permito los domingos,como un joven gamberro...Al día siguiente,invariablemente llamo al timbre del primero y pregunto por el juez,luego,cuando asoma:
-Jarek,perdona por ayer...
-Qué pasó ayer Jan...El magistrado es más despistado que yo y seguramente ni estaba en casa.
-No,por la música...
-Jan,que me parece que empiezas a chochear... Y así domingo sí,domingo no...
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