martes, 22 de septiembre de 2009

La vida perdida (XXVI)

Mariola,tan orgullosa,tan atractiva,tan guapa.Cuando se pone botas o zapatos de tacón,me saca unos centímetros,dos o tres y ese pelo,ahora corto,la nariz afilada,grande,las cejas pobladas,los ojos de miel,me pongo cursi pero no lo puedo evitar.Mariola es un palillo,está delgada,pero tiene el culo en su sitio,un bonito culo y poco pecho,piernas largas y una mirada que me va a matar un día de éstos,Mariola me taladra con sus ojos,es como si me desnudara,lo sabe todo,todo de mí y no hay manera de engañarla,de decirla que he cambiado,que soy otro,de eso nada.
-Ay,kundel mój,a mí me vas a contar cómo eres,"no te jode" como tú dices.Tú para mi no tienes secretos,ya lo sabes y aunque me saques cuatro años y medio soy como tu hermana mayor y tú lo sabes,si o no.
-Que sí Mariola,joder,lo que tú digas,siempre lo que tu digas,lo de hacerme rabiar se te da como diós,pero es igual,eres el amor de mi vida...
-Y tú que lo veas,tonto,anda dame un beso fraternal,bobo,que te quiero más que tu madre.
-Yo no quiero que me quieras como una madre,ni como una hermana,ya lo sabes...

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