miércoles, 23 de septiembre de 2009

La vida perdida (XXXI)

Me están dando ganas de soltarle una hostia,vaya chulería,ya podías haber sido tan chulo treinta y ocho años antes,no te jode...
Ladra un perro en el jardín,un perro grande sin raza conocida,negro y blanco,grande,es bonito el perro,se acerca a mí corriendo y me lame como si me conociera de toda la vida,mi padre en ésto de las puestas en escena,debe de ser un maestro,me digo.
-Ha olido tu sangre,Janusz,Kafka es infalible...
-Ya...el perro se llama Kafka,un poco cursi para un perro,¿no?,claro que tú debes ser un intelectual de la hostia,no hay más que verte...
-Jan,vamos a hablar en serio,coño,para qué has venido si no...
-Claro,vamos a hablar en serio,estoy intrigadísimo señor Ahumada...Tan intrigado que lo mismo agarro la puerta y ahí te quedas,cabrón..
-Janusz,dejame hablar,vamos para adentro y nos tomamos algo.
-Bueno,total ya estoy aquí,lo único que me puede pasar es que me arrepienta para toda mi vida;no,si Mariola no es tonta,ésto ya se lo olía ella...
-Deja en paz a Mariola...
-¡Ah!,es que también conoces a Mariola...

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