miércoles, 23 de septiembre de 2009

La vida perdida (XXXVIII)

...mi hermana Mariola,que se chupó la carrera de Filología Hispánica,conmigo en Madrid,porque si no, yo no salía ni a la calle.Yo no sé la cantidad de amigos que hizo allí la tía y yo pegadito a ella,a su rebufo.Y luego en Varsovia,lo mismo,otros dos años y el exámen de traducción,que tambien se lo tragó,a trancas y barrancas,porque a Mariola el tema de estudiar se la traía al fresco,Mariola se buscaba la vida de cualquier manera,qué envidia la tía,vamos,parecida a mí,que si no estaba con unas copas encima,me metía bajo tierra,tanto complejo,esa falta de autoestima,ese nerviosismo,como una moto todo el día...
(Con cinco años y mi madre tísica perdida,a punto de morir,yo a uvas,mi madre ya le decía:Mariola,cuída de Janusz,me oyes,cuída de Janusz...).
-No te preocupes,tía,siempre voy a estar a su lado,estate tranquila...
Ésta es Mariola y yo, Mariola,pues eso,que tú me dices que me tire por un puente y yo sólo te pregunto,por cuál,cuál te gusta más,porque a tí el tema de la estética lo primero...en fín...Cómo te quiero,Mariola,la mujer que no pudo ser,mi hermana del alma,¡hala! ponte a llorar,ja,ja,ja...

No hay comentarios:

Publicar un comentario