martes, 29 de septiembre de 2009
La vida perdida (LXXV)
...hace un año que no veo a mi hermana.Ni la llamé ni la he vuelto a llamar.Por Cecylia, he sabido que mi padre se marchó a España,no sé exactamente cuando y tampoco me importa.He desconectado el teléfono,en Róza.He pasado varios meses en Mielno,en el Báltico,un aburrimiento de muerte,no era temporada.Roman me dejó una casa que tiene cerca de la playa,un chalet de madera que se cae a cachos,está muy abandonado,yo creo que hace años que no asoma por aquí.He vuelto a comer pescado,hacía meses que no probaba el pescado...y he leído las cartas de mi madre,he curioseado en todos sus papeles,fotos...no sé para qué,seguramente para matar el tiempo.De vez en cuando llamo a Cecylia,asegurandome de que waldemar no ésta en casa.Cecylia es muy discreta,sólo me cuenta si yo la pregunto,nada más y hablamos,hablamos como lo hacíamos en Salamanca,parece que no ha pasado el tiempo.Cecylia disimula muy bien y se contiene,pero yo sé que cuando cuelga el teléfono se pone a llorar,y sé tambien que Waldemar hace como que no se entera.Está muy enfadado conmigo,no hace falta que Cecylia me lo diga,sobre todo porque no me despedí de mi padre,que le vamos ha hacer,yo soy así,sobre todo cuando me reboto,cuando me harto...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario