martes, 29 de septiembre de 2009

La vida perdida (LXXXV)

...son las tres de la mañana,sólo se oye la respiración de Mariola,que duerme como un bebé...y yo tengo que pensar rápido,tengo que llevarme a mi hermana.Está hecha un cromo,más delgada que antes,no tiene culo casi y todavía no sé en qué anda metida,con quién,pero tengo que apartar a Mariola de la circulación,como si se la hubiera tragado la tierra y me he acordado de Roman,lo siento Roman pero te voy a despertar...
-¡Diga!,quién es...
-Roman,soy Jan,escucha...
-Pero tu estás bien de la cabeza,cabrón,son las cuatro menos veinte y estoy reventado...
-Escucha Roman,tienes que dejarme las llaves de Mielno,me oyes...
-Y para eso me tienes que despertar,me cago en la puta Jan,que se te va la olla,como tú dices,kurwo ty...mañana vienes y te doy las llaves..
-Escuchame,Roman,joder,es una emergencia,ya te explicaré,escucha,hazme el favor de tu vida,vístete corriendo y tráeme las llaves a Róza,Roman,te lo pido por lo que más quieras,cuando vengas te explico,me oyes...

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