martes, 29 de septiembre de 2009
La vida perdida (LXXVII)
Lo que no perdono,es el río,lo que pasa es que ahora me voy a la otra orilla,a Praga y es como estar viendo mi propia película y trato de adivirnarme enfrente y tambien,porqué no decirlo,trato de adivinar qué pasa en la casa de Solec,que ahora,con la "trasza"(la circumvalación)no se ve desde aquí,sólo veo los árboles...Y descubro tambien otra Varsovia,la Varsovia que yo he vivido y pateado,pero ahora en gran pantalla:la torre del Palacio de la cultura y de la ciencia sobresaliendo,junto al Marriot,el edificio del PZU y la torre de Sony de la Plac Bankowy...Varsovia va creciendo hacia arriba y por la noche,la ciudad es azul y las luces se reflejan en el río,el Vístula como un espejo de plata...Está bonita la ciudad de noche,aunque ya sé que para muchos, Varsovia no vale nada y es muy fea,allá ellos...es mi ciudad,la ciudad de mis recuerdos y si me dan a elegir,que si Kraków,que si Gdansk,que si Torún...yo me quedo con Varsovia.A veces,tambien,me tengo que ir,me tengo que marchar a España,cuando me harto de mis paisanos,y luego,cuando me harto de España,de su griterío y su paletería,me vuelvo,porque al final,ni yo me siento polaco,ni me siento español,ese es mi gran drama,que me siento extrañado en las dos partes...
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