martes, 29 de septiembre de 2009

La vida perdida (LXXXVII)

...estoy derrengado,son las sies y media,me he metido en la cama y me he abrazado a Mariola.Su cuerpo está caliente y estoy palpándola los brazos con mucho cuídado,todavía no lo sé seguro,pero Mariola se está metiendo caballo,no hay más que verla...y ahora a ver de qué manera nos vamos para Mielno,los taxistas,ahora mismo no son de fiar,a quién le pido yo un coche...Roman,seré gilipollas...no,no,va a ser demasiado ya,tengo que pensar,tengo que pensar...
-¡Haaaaa!,Janusz,¿qué hora es?,Janusz...
-Sí,sí,dime...
-Que qué hora es...
-Espera...hostia Mariola, que son las cuatro y cuarto de la tarde,¡dios!, que nos hemos dormido...
-Tú no sé,Janusz,pero yo he dormido como no dormía hace años,y tengo hambre,Janusz...
-Si,claro,tienes hambre,a ver qué tengo en la cocina...
-Sabes qué he soñado Janusz...que tú y yo estabamos casados y vivíamos en América...
-No está mal,Marió,pero que nada mal,dame un beso anda,bésame como tú sabes..,

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