domingo, 5 de diciembre de 2010

La vida en la memoria...(92)

92

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Mi querida Lía...Qué lejos quedan estos recuerdos.Hace un par de semanas,recien pasada la Navidad,Zenobia me acompañó a un consultorio médico cerca de casa,porque yo me encontraba mal,sentía molestias en los pulmones,yo,tan poco aprensivo.Acababa de cumplir los noventa y uno y yo notaba que últimamente,Zenia pasaba más tiempo en el salón que en la cocina.Se cogía su labor,no sé qué labor y se sentaba cerca de mí con el ganchillo,haciendo filigranas blancas,acaso alguna servilleta,un centro de mesa bien calado de agujeros,yo que sé y eso me escamó,me sirvió de alarma,tan despreocupado siempre y entonces me dí cuenta de que me dolían los pulmones,aunque por eso,yo no dejaba de fumar.En la calle Rozbrat,bajando por la Górnoslonska y muy cerca de la embajada griega,había un consultorio médico.El internista que me atendíó,despues de auscultarme,se disculpó un momento y al rato apareció con un joven de bata blanca y el fonendo al cuello.Era un especialista de pulmón y corazón y yo al verle,sín saber por qué,por una secreta intuición,le pregunté que si había oído hablar de una clínica que hubo hace muchos años en la calle Kosminska,cerca del estadio del Legia, y me dijo,con toda la naturalidad del mundo,que sí,claro que sí,como no iba a saber de aquella clínica si  fué de su abuelo...
-Entonces,tú eres nieto de Franek Slowacki...
-Pero,usted conoció a mi abuelo...y lo que saqué en claro,porque yo exijí claridad,es que tenía un enfisema pulmonar y un problema con los alveolos y las paredes del pulmón,y que tenía que dejar de fumar ya...Al volver a casa,Zenobia,sín saber nada,porque había estado en la sala de espera,me miró compasiva y cariñosa y me dijo:
-Por qué no deja de fumar,señor Sobieski,a sus años...
-Pero tú tambien,Zenobia...
-Que yo tambien qué,no le entiendo...
Entonces,allí sentado en el sillón,sopesando si iba a dejar de fumar o no,me acordé de la señorita Anna Sobieska,mi madre, y de mis tíos,a los que no conocí,héroes silenciosos de la resistencia polaca,los ayudantes del general Cz...y por asociación de ideas,me acordé tambien del doctor Zanussi,del judío Henryk Zanussi,que a pesar de haber llegado a Varsovia a comienzos de mil novecientos cuarenta y cinco,despues de ser liberado del campo de concentración de Sobibor,en la región de Lublin,cercano a la frontera de Ucrania,tenía noticias de un tal Adam Czerniaków,líder del Consejo Judío de Varsovia,el "Judenrat",cuando se construyó el gueto,cuando el Gobierno General  de los nazis en Polonia,desesperado antes de su suicidio y niños famélicos con ojos saltones,aunque el pobre profesor no llegó a saber nunca,no le dió tiempo, del diario de Zalmen Gradowski.Y pensé en los católicos polacos,no todos claro,(perdóname,Irena Sendler,perdóname),que aborrecieron a los "asesinos de Cristo" casi tanto como los alemanes y tambien me acordé del pueblo elegido,como ellos dicen,de los judios y me dije,desde mi ateismo profundo,como todo eso,tan horrible, hacía olvidar  a Stalin,tan ateo él y tan criminal,más fanático que los tres Libros juntos,que se iba de rositas,incluso se justificaba la brutalidad contra su propio pueblo.Las burradas de Hitler  eran cosa tan llamativa y publicitada  al lado de las burradas de Stalin,tan escondidas,de las que nunca sabremos a ciencia cierta,pero eso era de mal tono en aquella posguerra dolorosa...y todo éste desbarre viene a cuento,porque al sentarme en el sillón,la Luger de mi padre,que se ha debido de descolocar,debajo del almohadón del sillón, se me ha clavado en el culo,una Luger como la que descubrí en uno de los cajones del escritorio del profesor,porque yo era un curioso incorregible,una Luger igualita a otra que descubrí en mi propia casa,cuando yo apenas tenía siete años,en el desván de Solec y que si se llega a enterar mi madre del hallazgo,me habría puesto el culo pero bien por andar siempre buscando no se sabía qué...¡vaya mareo! Y en un ataque de soberbia,me dije que antes de que el enfisema acabara conmigo,yo mismo me mataba con la pistola,yo,dueño y señor de mi vida,qué cosas...Y le he dicho a Zenobia,que me voy a echar uno de los últimos cigarrillos,en lo que medito seriamente si dejo de fumar.Zenia solo me ha mirado con un gesto de resignación,y yo he creído ver tambien un poco de asco,como diciendo:¡éste hombre me quita la paciencia!, y se ha ido a la cocina sín un suspiro,sín un resoplido,aumentado su cabreo,porque cuando Zenobia no rechista ni murmura por lo bajo,mal asunto.A saber que me prepara hoy para comer y eso que no tengo hambre.En el parque vacío, la nieve daña  los ojos porque ha salido un rayo de sol un momento,como un espejismo...


viernes, 26 de noviembre de 2010

La vida en la memoria...(91)

91

Al margen del cielo o del infierno,estaba la realidad concreta de cuando por las mañanas,yo llevaba a mi hija al colegio.Eso no había cielo ni infierno que lo superara...bendita sea la inocencia...
-Papá,qué hace ese señor,por qué habla solo y no  se abriga,con el frío que hace...Yo si quieres le dejo mi abrigo...
-Es un pobre,mi niña y está borracho...
-Y por qué está borracho,papá,quien lleva a sus hijos al colegio,¿su mamá?...
-Seguramente,hija,la mamá es la que suele llevar a sus hijos al colegio,aunque no siempre,¿eh?,que conste...
-Claro,hoy papá, vamos a hacer teatro...La señorita nos ha dicho que vamos a imitar al señor invierno y al señor verano...
-La vida,hija,es un puro teatro...
-No,papá,¿acaso nosotros hacemos teatro cuando comemos en casa?...
-Pues,hombre,tu hija,precisamente,mucho y...
-No seas tontito,papá,yo hago teatro de broma solo,eh...
-Está bien que me lo digas,Lía,se lo diré a mamá,cuando nos montas esos numeritos porque no quieres repollo...
-Bueno,papá,eso es un secreto entre tú y yo,vale,así que a mamá ni una palabra.Ay,papaíto,cuanto te quiero y dame ya la cartera,que no quiero que mis amigas te vean llevando mi cartera...
-Te voy a dar en el culo,fresca... mi hija tenía seis años,una sonrisa permanente en su cara y una pregunta siempre en la boca,pero solo como una costumbre,como si en realidad la respuesta la importara un comino,el caso era preguntar y poner a prueba a su padre;mi hija,como todos los niños,me toreaba de capote y de maleta,lo bueno es que en vez de entrar a matar,me comía a besos y me idolatraba.Luego estaba su madre,mi querida Mariola,una madre de armas tomar,una madre de una pieza,que no dejaba resquicios,porque los llenaba todos,los de la regañina y los del amor.Yo entonces desaparecía,porque se olvidaban de mí...no sín antes oír a mi hija:
-Adónde vas,papá,acuérdate que me tienes que contar un cuento ésta noche,vete pensando...Y yo me decía,tocaté los cojones...
-A ver como cenas,mocosa,yo luego,lo que diga tu madre,ya lo sabes...
-Ay,papá,qué tontos sois los papás,siempre lo que diga mamá...
-Por la cuenta que nos trae,mi niña...
-Cecylia,no te enrolles,vamos a bañar,que estás muy cochina y hoy te voy a cortar las uñas,quieras que no...En el patio la bicicleta tirada y el peluche asqueroso en un rincón,el peluche que cuidaba nuestro jardín...Yo me iba a dar una vuelta por el parque vacío y solo y miraba las ventanas encendidas,imaginando las conversaciones surrealistas de mi hija con su madre y miraba al cielo,a ver cuantas estrellas había...Luego,al llegar a casa,mi hija ya me esperaba en pijama y me inquiría:
-¿Ya has pensado,papá,qué cuento me vas a contar hoy?...
-Pues no sé,hija,es que ya se me agota la imaginación,como ya te aburren los cuentos de siempre...
-Pero tú,papá, tienes tanta imaginación... y Mariola desaparecía,liberada,camino del salón,cumplida su parte y ahora me tocaba a mí en el dormitorio de mi hija:
-"Pues esto era una vez"...comenzaba yo sín mucha convicción y mi hija me miraba expectante...

La vida en la memoria...(90)

90

Y al hilo del recuerdo de Cecylia Grudzinska y su mención a la perversidad de mi padre,pues hoy desbarro sobre el infierno,como el otro día me puse a hablar del cielo.El infierno va dentro de nosotros,hay tantos infiernos como personas sobre la tierra.Infiernos tambien que murieron con sus "titulares",infiernos que aún están por nacer,pero ya llegarán, cuando la mujer rompa aguas.Y los infiernos presentes,tan reales y palpables,haciendo sombra,oscureciendo la luz que todos llevamos dentro.Todos somos fenomenales,hasta que hace acto de presencia la rabia,la soberbia,el asco,el desprecio,el hastío,la envidia...la lista es interminable,entonces asoma el demonio con pezuñas y cuernos,el macho cabrío o la bruja piruja con su vagina dentada y sus ansias de dinero y trapos,muchos trapos para estar estupenda,mientras el cabrón se escuerna lleno de deseo,anhelante de manchar coños,el chocho que no cesa,imperecedero,la raja del dolor o del éxtasis.Entonces solo cabe llenarse de paciencia,una paciencia infinita y envidiar sanamente la juventud sana y hermosa,el impetu del cuerpo y la sangre caliente y tomarse las cosas con calma,refugiados en algún puerto,un buen libro,una música,una pericia profesional,un recuerdo tierno de infancia o echar un vistazo a la cuenta corriente,a ver cuanto ha engordado.La vida del hombre gira alrededor de cinco o diez minutos,lo que tardamos en corrernos,lo demás es la parafernalia que adorna la vida.La vida de la mujer es bastante más compleja y da para mucho más,aunque tampoco mucho más.Pero el infierno no es solo deseo insatisfecho,es tambien el ansia de triunfo,de superación,de permanencia en el tiempo,vivir en la cresta de la ola,antes de que te rompan la crisma la vida y sus circunstancias.Lazienki mientras tanto ahí sigue,impasible,disfrazándose a cada estación como un travesti compulsivo y un poco aburrido y es que la naturaleza solo tiene cuatro trajes,con muchos matices y complementos,pero cuatro trajes,no hay más,y puede que sea mejor así.Y si miramos para arriba,la cosa se complica porque se nos escapa y quien sabe nada de las estrellas,todo pura especulación,el espejo del cielo jugando con nosotros...A veces yo he querido ser un árbol o una vaca,pero el hombre inventó el hacha para sobrevivir y al árbol un día lo talan y se acabó el árbol y a la vaca la finiquitan de un golpe en el matadero,porque yo tengo que comer mientras pienso estas cosas.Tambien está el infierno del tiempo,como hay un infierno del espacio,de cualquier espacio concreto.Y yo, por qué no nací en la edad media,o veinte años antes para poder echar los tejos a esa criatura que pasa por la calle...pues ya  ves,porque no somos dioses ni se puede tener todo;tampoco es cosa de echar de menos a la ameba...Dios mío,lo dicho,paciencia,mucha paciencia hasta que a la muerte la de la gana de abrazarnos.Me voy a echar un cigarro,que no tengo ganas,pero algo hay que hacer hasta la hora de comer...y me repaso el pelo ralo y canoso con mi mano huesuda...

domingo, 21 de noviembre de 2010

La vida en la memoria...(89)

89

Sagitario es un hijo de la grandísima.Mi padre,Gonzalo Ahumada Asiaín era Sagitario,yo tambien.Y se acerca mi cumpleaños,mi noventa y un cumpleaños.Sagitario puede hundirse en el estiercol con sus patas traseras,puede rebozarse en el fango,hundirse en la miseria,pero a la vez,puede lanzar flechas al cielo y herir a las estrellas.Sagitario es un soñador,lo que quiero decir es que yo soy un soñador , y el uno de diciembre es el cumpleaños de mi padre, de mi  desconocido padre,de mi querido padre.Cuando estuvo en Basilea follando a placer con Ilona,un queso de Holanda,por decir algo,me escribía a Salamanca haciendose perdonar y me pedía perdón y me ofrecía todo lo inimaginable a través de Cecylia Grudzinska.Yo tomaba nota y le decía a Cecylia:
-Éste cabrón tiene cargos de conciencia,tú que piensas,tía Cecylia...
-¡Ay!,Juanito,no me pongas en un compromiso,yo quise a tu padre,pero me casé con Waldemar porque tu padre era inhumano,cruel hasta la extenuación,débil hasta la náusea,te lo tengo que decir así,porque a tí,como a tu padre,os gusta que os hablen claro...
-Ya sé,tía Cecylia...unos nacen de pie y otros nacen de culo y desgraciados hasta que se mueren,maldecidos por la vida,al margen de todo lo demás...
-No hables así,Juanito...Sabes,cuando conocí a tu padre,en Madrid,en mil novecientos cincuenta,me llamó la atención su cortesía,su desprendimiento,parecía que el dinero le traía al fresco porque le sobraba, y yo,aristócrata pobre,pero aristócrata de cuna, no entendía ese desprecio en esa España de posguerra,tan miserable, y su odio y su asco a su mundo,a su madre,al Régimen,gracias al cual tan bien vivía...
-Mi padre es un poema,un poema triste,creo yo,mi pobre padre,mi querido padre,porque yo,tía,quiero a mi padre de una manera insana,a mi madre la quiero con el corazón y su recuerdo me hace llorar,pero mi padre es una cuestión más racional y elaborada.No sé...Puede ser,que mi padre estaba forrado de pasta,solo eso,forrado hasta el culo de pasta y eso crea misterio,el misterio de los caprichos satisfechos,solo eso,luego viene lo demás,las frustraciones que no hay dinero que lo remedie...
-Y cuanta razón tienes,Juanito,el dinero no lo es todo,te mete en una burbuja,pero cuando ese líquido amniótico lo invade alguien,quien sea,crea pánico y entonces se pierde todo el señorío,a veces es penoso...
-Tía,eso lo entiendo,de una manera intuitiva lo entiendo,no sé por qué...
-Lo llevas en los genes,Juanito,mi cielo,pero tú eres más bueno que tu padre,eres más bueno de alma,no sé como explicarte,tú desarmas a la gente con tu humanidad,tu padre era más cruel,no sé,pero no me hagas caso,mi niño, cada persona es un mundo,deja los prejuicios a un lado,"accede a la excelencia",como decía tu padre;tu padre,Janusz,cuando quería, era perverso,una perversión que da la inteligencia privilegiada,pero no me hagas mucho caso.Waldemar,a veces,  me dice que por qué te hablo así,con esa franqueza,con lo sensible que eres y yo le digo,pues por eso Walde,por eso,porque yo a Juanito no sé hablarle de otra manera...
-Te quiero mucha tía...eres mi madre...
-Soy tu madre crepuscular,Janusz,eres mi hijo,el hijo que nunca tuve,porque Waldemar y yo no pudimos tener hijos...
-Dáme un beso,tía,te quiero...
Recuerdo a Cecylia,ahora que se acerca mi cumpleaños,y me acuerdo porque en Salamanca,en plena adolescencia solitaria,con escapadas secretas al barrio chino,tan cercano,Cecylia era mi madre,era mi vida,mi esperanza,era todo para mí,como lo fué mi madre en mi infancia...Cecylia...Tú,tan listo y tan intelectual,con esas gilipolleces de los horóscopos y del destino,vete a tomar por ahí,...y Varsovia se prepara para mi cumpleaños,se pone blanca y fría  y me predispone a llorar,a llorar a mi madre en el barrio de Solec,cuando yo me ponía terco y desaparecía en Navidad porque mi padre estaba ausente,mi padre,el trauma de mi vida,mi padre,el misterio de mi padre,una instancia superior,desconocida,una instancia desmitificada,cuando revisé sus papeles,pero es que de niño te dan el timo echando hostias...

miércoles, 17 de noviembre de 2010

La vida en la memoria...(88)

88

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Hoy voy a hablar del cielo,no del cielo divino,que no conozco,sino del cielo terrenal,ese cielo que vemos todos los días,desde que nos levantamos y que nos acompaña siempre aunque tantas veces no nos demos cuenta.Y por qué hoy voy  a hablar del cielo,pues porque me aburro,no me apetece leer el "Zycie Warszawy" y así me olvido un poco de los malos recuerdos.Iba a decir que hoy voy  a hablar del cielo porque me sale de los cojones,pero me contengo,que luego viene Zenobia y me dice:
-El "pronto",señorito Sobieski,ese pronto que le sale y le estropea,con lo bueno que es usted...y yo me callo,porque cuando Zenobia me dice que soy muy bueno,me agarro unos cabreos de la hostia y no la contesto,para no entrar en polémicas más hondas...
De Varsovia,el cielo gris de cualquier día,un gris de plomo,de estaño,de leche sucia,el cielo gris.Y tambien el cielo azul cobalto de las noches,de tantas noches de Varsovia,Varsovia de noche es de color azul,las luces amarillas reflejándose en el río,los puentes de plata,así,de lejos,que luego cuando te acercas,son puentes viejos que retumban,pero de lejos,con las luces, parecen de plata vieja.Luego los cielos de España,de Castilla mejor,que son los que más conozco,los primeros cielos españoles que yo ví en la estación de trenes de Ávila,como si a mí  la Renfe me hubiera regalado el cielo,ja,ja,qué tonterías se me ocurren.Pero yo recuerdo,de esos doce días que pasé en la estación de Ávila,el cielo limpio y despejado que veía desde las vías muertas,cuando medio escondido,me colaba en el vagón frío y destartalado donde vivía "El niño de la estación",un tren verde,de largo recorrido ya en desuso,con fotos en blanco y negro de España,enmarcadas encima de las cabezas de los pasajeros de una España olvidada.Luego tambien el cielo de la Moraña,entre mares de espigas y cereal,desde las rejas de un colegio de la Diócesis abulense,donde me llevó la policía con mucho miramiento y el cielo salmantino,de cuando me hacía pajas en los Maristas...El cielo de mi infancia,porque la infancia es lo  mejor que se recuerda,a pesar de todo lo que sufrimos,da igual.Yo me subía a las peñas que llamaban de Toledo,para ver pasar los trenes que salían de Ávila,dirección Madrid,o los que venían de Madrid,aflojando ya la marcha.Desenvolvía el bocadillo de calamares que me daba todos los días la señora Concha,bendita ella,la señora Concha,de la cantina de la estación,la misma que se encaraba con todo el mundo,cuando se metían conmigo,por niño, por "huérfano" y extranjero,¿alguien da más?...Allí sentado yo entonces miraba al cielo,ese cielo azul limpísimo,con sus nubes blancas como corderos,o con esas nubes que salían del horizonte,como de las calderas de la tierra por la zona del Campo Azálvaro,y yo le pediría a alguien que llorara por mí,porque a mí ya no me sale el llanto.Un niño solo,perdido,soñando con su padre y llorando por las noches a su madre muerta,tan joven y tan guapa.El cielorraso de la tierra,como el techo del cuarto de estar o del salón de nuestra casa,solo que más grande y más abarcador,o sea,tan abarcador para entendernos,que acoge a toda la humanidad,casi nada.Cielo místico de Santa Teresa y San Juan de la Cruz,el cielo de la noche oscura,en ansias en amores inflamada;el cielo gris de los borrachos de Varsovia,el cielo gris de la tristeza y la desesperanza,de cuando ya no se espera nada y los autobuses rojos nos salpican y nos ponen perdidos,porque el asfalto lleva agujeros y deja mucho que desear.El cielo tambien como una promesa del paraíso,un paraíso entre cipreses y panteones de granito y pequeños montones de tierra,sín cruces,sín placas,sín nada,de muertos sín identidad.Para todo eso da el cielo y más,para pedir perdón y para cagarnos en dios y ser canallas y asesinos.Tambien como una pantalla de cine inmensa donde nubes blancas se transforman a cada momento  y vemos dragones,caras,animales,rizos de chorro a reacción mientras un avión se aleja.Mejor  hablar del cielo,de cualquier cielo,que del infierno,cualquier infierno.No quiero olvidarme del cielo de la "media noche","niebo pólnocy" que dicen en polaco.Ese cielo frío y desengelado,de luz impertinente,como de estepa rusa,el cielo del Báltico que provoca tanta tristeza,porque es un cielo triste,muy del norte,un cielo que en verano parece que no quiere irse,pero que no calienta,un cielo en calzoncillos para entendernos,que no sabe de la grandeza del cielo caliente,bien vestido y acogedor del Sur...Y como me he puesto muy lírico,me he levantado del sillón y me acerco al aparador de las bebidas,a trincar de la primera botella que agarre,porque sí,sín más,con lo mal que me sienta a estos años,que luego me quita el apetito y me hace agujeros en el estómago y le hace exclamar a Zenia,¡ay,Señor!,que hoy tambien voy a tirar la comida,usted no tiene arreglo,Virgen Santa,Madko Boska,usted y su maldita melancolía...El cielo...

viernes, 12 de noviembre de 2010

La vida en la memoria...(87)

87

...Y me pasé varios días durmiendo con mi hija Lía y explicándola el triunfo de la muerte y su liberación de las almas,libre del lastre del cuerpo.No te asustes Lía porque el cuerpo se quede rígido y los ojos ya no nos miren y la voz se apague para siempre.El cuerpo es solo un soporte,una rémora mientras vivimos,luego el alma se explaya y se alegra y ahora Waldemar nos mira y nos sonríe,desde vete tú a saber donde,pero  estate feliz,Lía,te  lo digo yo,por eso no hay que llorar,solo lloramos porque estamos acostumbrados a ver un cuerpo que nos habla,nos acaricia,nos sonríe,pero ahora es mejor,porque aunque nosotros no vemos a Waldemar,él sí nos ve y aquí dios no tiene nada que ver,no pienses cosas raras y no hace falta que vayas a la iglesia.Solo es un ciclo natural,es muy sencillo,por eso alégrate,solo alégrate,mi niña,porque los muertos nos preparan la cama para cuando nosotros lleguemos,cuando nos toque a nosotros apagarnos,no tengas miedo mi pequeña...y yo trataba de calar en mi hija,deshacer sus miedos y sus traumas.Luego se quedaba dormida y entonces yo podía llorar un poco,llorar a Waldemar y a Cecylia y agradecerles el pasado,su desvelo conmigo,pero yo esas cosas no podía explicárselas a mi hija,ella solo tenía que dormir placidamente y seguir el curso de su vida joven.Mariola me esperaba despierta en el cuarto y se abrazaba a mí y me daba las gracias por la pedagogía,por el amor a nuestra hija...
-Janusz,mi niño,parece que dios te ilumina...
-No es dios,Mariola,es mi conciencia de hombre bueno,nada más,es mi deber de padre...
-Por eso mismo lo digo,es dios que habla por tí,corazón...
-Joder,Mariola,no me hagas llorar más...es el ritmo de la vida,nada más...y nos vencía el sueño y el cansancio en una intimidad maravillosa,una intimidad dulce y armoniosa y nos reconocíamos más buenos y más enteros,todo eso hace la muerte,nos purifica...

Waldemar me dejó el vacío del hombre experto y práctico,el hombre maduro que me orientaba cuando me perdía y Cecylia me rompía el alma en tantas tardes de Salamanca,mi padre desaparecido,las cenas de los domingos,media hora antes de entrar en los Maristas de Champagnat y su regreso a Madrid,mi padre a saber donde.Por eso os he llorado tanto,a los dos y aquí sobras,padre,te lo digo de verdad,aquí sobras,estuvieras donde estuvieras,me la suda,aunque estuvieras a un palmo de mi,maricón...
Tardes confusas,los primeros cigarros en presencia de Cecyila,los caprichos insanos,los insultos y mi vehemencia,¡dónde cojones  está el marícon de mi padre!,Cecylia,dímelo...
-Tu padre está en Zurich,me acaba de llamar...
-Hijoputa,eso es lo que es ,un hijo de puta...y qué hace allí...
-Está enamorado de una amiga de tu madre,Janusz,una amiga rica,muy guapa, que vive en Suiza,pero no te enfades,tu padre ha sufrido más que tú,de verdad,Janusz,cielo,no le insultes...
-A la mierda...tu sabes lo que me espera ahora,me cago en dios...
-Juanito,no te soliviantes,aguanta,el director del colegio es íntimo de tus abuelos...no te van ha hacer nada...
-Encima,me cago en dios ,me quiero ir a Polonia,nada más,solo eso,tía Cecylia,irme a Polonia...
-Janusz,cielo,ten un poquitín de paciencia,luego vas a ser muy feliz,bésame anda...
-Me cago en mi puto padre...
-Juanito,mi niño,ahora hablo con tu tutor,que mañana te deje más libre...
-A la mierda,joder,a la puta mierda,dile a mi padre que me saque de aquí,ya se lo cobraré,hijoputa,cabrón...
-Juanito,duerme bien,no te preocupes,es tu último año,luego nos vamos a Polonia...
Y el padre Ángel,que se ha encelado conmigo,con mi desobediencia,y yo les quiero,pero les odio,como esto es posible,me siento perdido...

La vida en la memoria...(86)

86

Hoy días que se amontonan los recuerdos,entonces las tardes se acortan,el periódico se queda sín leer y yo no me entero de Zenobia,y aparecen las premoniciones a posteriori,como yo digo.Cecylia Grudzinska duró exactamente una semana desde la muerte de su marido Waldemar.Yo creo que se murió por puro mimetismo y fidelidad a toda una vida.Estábamos en su casa,en el chalet de la Dygasinska,celebrando el fín de curso de mi hija Lía.Mariola y Cecylia habían instalado la mesa en el porche,Waldemar en su tumbona,los dos,él y yo, dándole al rioja y fumándonos un habano,porque yo le regalaba cajas enteras a Waldemar.Cecylia y Mariola en la cocina preparando la comida:bigos,empanadillas de setas,de mermelada,de todos los gustos y sabores porque a Lía le volvían loca esas empanadillas polacas,primero cocidas con el relleno y luego una pequeña vuelta en la sartén,los pepinillos,la ensaladilla,las ensaladas,el arenque,el salmón  y el caviar,la comida polaca,que no es para tirar cohetes precisamente,y el caldo de remolacha roja.Lía por el Jardín,enredando con Polaquis,el gran Danés,los conejos a su aire,enseñoreados del jardín,los gatos dando saltos y el cesped sín cortar,sín arreglar.Yo sentía un caos,un desorden y observaba en silencio.De vez en cuando aparecía Mariola con alguna fuente,con vasos,yo que sé y nos echabamos una mirada como un fogonazo,como presintiendo algo y mirabamos al unísono a Waldemar,orondo y congestionado,fumando su puro,la copa de rioja en una mesita,accesible,su cara roja y su pelo blanco hacia atrás,su humanidad de uno ochenta y cinco bien entrada en carnes,sus zapatillas que descubrían unos pies blanquísimos y su bata de seda,parecía como si estuviera tomando un cóctel en alguna embajada amiga,cuando ya se han ido los extraños y solo quedan los anfitriones y cuatro íntimos,pendiente de mi copa y hombre,Juan,sírvete,que te veo muy desganado hoy y que buenos son estos cigarros,los mejores que me has regalado.Y le voy a comprar una bicicleta a Lía por sus notas,la mejor que encuentre...
-Joder,Waldemar,no empecemos,que Lía ya tiene una bici en Solec y no la hace ni caso,que está ya en otras cosas ...
-Que no,Juan,una bici para ir al colegio,que me ha dicho que muchos de sus amigos van en bici...
-Lo que tu quieras,Waldemar,otro trasto más...Y luego nos sentamos a comer,mi hija comiendo como si llevara una semana de ayuno,Cecylia cargando su plato,con su moño blanco y su vestido negro,bien entradita en carnes tambien y luego la tarta y el café,Lía tirando fotos a todo.Con el coñac,Cecylia y Mariola se pusieron a recoger la mesa,mi hija con un conejo en una mano y en la otra un gato,intentando que comieran tarta y no sé en qué instante me volví a Waldemar,para llenarle la copa de coñac,pero Waldemar estaba como dormido placidamente,solo que con los ojos abiertos mirando al cielo y yo le grité a Lía...
-Oye Lía,ata al perro,llévale a la caseta que me tiene hasta los cojones,venga... y yo con disimulo me acerqué a Waldemar y le cerré los ojos,acababa de palmar,le eché la manta por encima como si durmiera y volví a gritar a Lía...
-Lía,ves para la cocina,ayuda a la abuela y dile a mamá que venga un momento,corre...Y salió Mariola secándose las manos con un trapo y no tuve que decirle nada,solo un gesto en dirección a la tumbona...al momento,como una oscura intuición Cecylia con mi hija de la mano y yo dije...
-Lía,ven aquí y besa a tu abuelo,que se ha dormido para siempre...
-Que tonto eres papá,ya empezamos...
-Te digo que beses al abuelo,me oyes y no llores... y yo me levanté rápido y abracé a Cecylia...
-Ya descansa,Cecy,la mejor muerte.Lía se refugió en los brazos de su madre  y Cecylia no me soltaba,me miraba y lloraba como sín creérselo todavía.Luego vino el llanto y el abrazo a su marido,allí arrodillada... y los animales desaparecieron de nuestra vista.Triste tarde.
-Abuelito,abuelo,no te mueras...
-Oye,Mariola,iros con el Volvo a casa,luego te llamo,¡venga Lía!,con tu madre,me oyes... y no dí opción a más...
A quién llamamos Cecylia,piensa rápido,por favor...
-Pues al canciller,bueno,a Arkadiusz Potocki,vive en frente,en el chalet grande de tejas rojas...y yo salí disparado,no quería que Cecyilia se quedara mucho tiempo sola..
-Por favor,el señor Potocki,soy Jan Sobieski,no sé si me conoce, se acaba de morir Waldemar,por favor dese prisa...y yo le oí gritar a Arkadiusz:
-¡Ela!,¡Ela!,rápido,deja todo y ven a casa de Waldemar y volvimos ...Cecylia estaba de rodillas rezando y enseguida Ela se abrazo a Cecylia...
-Señor Potocki,que yo no sé que tramites hay  que hacer... y Arkadiusz desapareció dentro,camino del teléfono.Yo me acerqué a la mesita y me acabé la copa de vino y eché un vistazo al jardín.Al rato,la casa se empezó a  llenar de vecinos,amigos de casa,compañeros de carrera y yo me relajé,porque a mí organizar éstas cosas me sobrepasa,me quedo quieto y paralizado.A los diez minutos un coche se llevaba a Waldemar y yo entré a la casa y le arranqué a Cecylia de los brazos de alguna mujer.Yo necesitaba demostrarla todo mi amor y sus años de desvelos conmigo...
-¡Ay!,Juanito,Juanito...
-Habeis sido como mis padres,Cecy y como lo siento,pero no me vayas a dejar tu tambien...
-¡Ay!,Juanito,que triste...Luego me fuí a a casa en un taxi para arreglarme,para irme al depósito...Lía abrazada a su madre en silencio,en el sofa del salón...
-Lía,mi niña,así es la vida.Mariola,me voy al depósito,luego vengo.Y me puse un esmoquin,oliéndome lo que me podía encontrar allí...Al día siguiente,en el cementerio,en Powaski para variar,Arkadiusz Potocki,antiguo embajador en España,me abrazó y me dijo:
-Janusz,se van los mejores,el mejor agregado que he tenido nunca y Elzbieta me abrazó como una madre y me dijo:
-Has sido siempre el ojo derecho de Cecylia,te adora Janusz...
-Gracias señora Potocka,Waldemar ha muerto feliz y yo solo ahora tengo miedo por Cecylia...
-No te preocupes,Janusz,se viene a casa esta noche con nosotros,no la vamos a dejar sola.Pero Cecylia Grudzinska,cuando me quise enterar, se había muerto en casa de los Potoccy y mi hija Lía se quedó muda por unas semanas y Stefan se llevó a los animales a Praga,a la Saska Kepa donde vivía...

(Nota:en polaco,hay una A y una E con cedilla,que se pronuncian,A con cedilla=On;E con cedilla=En;así por ejemplo,Powaski,sonaría "Povonski",Okecie,"Okenche". Es solo para apreciar la musicalidad del idioma polaco)


lunes, 8 de noviembre de 2010

La vida en la memoria...(85)

85

Tengo puesta en el magnetofón la canción "Biale Róze,"Las Rosas blancas" y me acuerdo de mí de cuando era niño,tan atrevido y tan presumido,tan inocente.Yo no iba al colegio,fue la única concesión que logré arrancarle a mi madre,tan estricta,pero yo sufría mucho y así se lo dije a mi madre,con toda mi pasión y mi ternura y mi madre me perdono,aunque a veces me engañaba y me decía que lo iba a consultar con mi padre...mi padre,por aquel entonces en un psiquiátrico de España y mi madre llena de vida,a pesar de su tuberculosis.Mariola se enfadaba conmigo,tan niña y tan menuda,porque no quería jugar con ella,yo solo ponía el magnetofón y me movía y me contorsionaba,las manos en las caderas y la gorra en la cabeza,la chaqueta abierta...el señor Enger,el zapatero, le decía a mi madre que yo iba a llegar lejos,que me dejara suelto,el señor Enger que me quería,un poco de una manera enfermiza,porque me veía muy femenino y muy sensible y tenía sueños de lujuria conmigo,aunque mi madre era un muro  infranqueable y su respeto era reverencial,pero yo,tan niño,notaba y sentía su deseo,pero ahí estaba el profesor Henryk,con su mirada profunda  y su reproche a su mejor amigo,como diciendole,el día que le hagas algo a Janek,te las verás conmigo de verdad,viejo verde y lascivo y entonces desearás no haber nacido...Mi infancia entre algodones,los caprichos siempre cumplidos,Stefan como un padre,Józef,mi padre legal, como un abuelo,el profesor como un mentor,el pequeño Janusz el centro de ese universo y mi madre,que lo llenaba todo,belleza,arrojo y valentía,condescendiendo con todos en un pandemonium de hermandad apacible y  la policía política poco creíble y mansa tratándose de mi madre,los galones de la guerra y sus hermanos muertos con arrojo y valentía,los ayudantes del general Cz...entonces yo recuerdo que entraba en todas las casas,siempre bien recibido y siempre presto a hacer favores,llevando agua a las cuadrillas,mis botas llenas de barro y luego la comida con mi madre y las clases particulares con el profesor Zanussi,en su cuarto,la mirada perdida en la guerra,en el pasado y su fina pedagogía que no obligaba a nada,que solo descubría,forzaba la curiosidad y mis escapadas al río,con las patatas en los bolsillos,Mariola siempre disculpando mi arrojo,mi impetuosidad,como una hermana mayor,tan pequeñita y pizpireta...Un tiempo mágico,irrepetible,que yo ahora,desde mis noventa años recuerdo con incredulidad y la ofrenda de flores en el "Mayo",tiempo de promesas y de alegría,las mesas en el jardín y los bailes en la hierba,el acordeón sonando y los niños correteando entre las mesas,mi padre,un ser distante y extraño,el año que se dejó ver por aquí,tan elegante,mirandome fijamente y subiendome a hombros...luego Cecylia,mi querida Cecyilia,que ya me quería como a un hijo y la despedida de mi padre y mi madre,en la verja,yo escondido en el desván,mirando por el ojo de buey,enterandome de todo sín enterarme de nada,y Stefan llevándome en el carro,porque yo iba a pasar varios días en Praga y Stefan me iba a enseñar a pescar...Varsovia se alzaba,pobre y majestuosa,llena de orgullo y cuadrillas de obreros,sín presentir el futuro,una ciudad hermosa reconstruida con fe y mucho cariño...y mis visitas a mi madre,de la mano del profesor Zanussi,la Universidad recien inaugurada,Varsovia poco a poco dibujandose en un perfil que yo ahora reconozco muy bien,pero que entonces pudo ser o no ser y los tranvías de caballos y los adoquines que se iban adueñando de la tierra y la desolación.Y el vodka,sí,el vodka,como una concesión,una tregua entre tanta dureza y tanto sacrificio,los primeros borrachos que yo ví en mi infancia y que luego serían como una postal triste y repetida a traves de los años...Yo iba declinando el polaco,un polaco culto aprendido con fervor,patria y honor," Bóg,Honor i Ojczysna",mientras mi madre servía comidas en la recién inaugurada Universidad y mi padre nos mandaba cajas de naranjas por navidades,con un periódico entre las cajas que enseñaba a un señor gordito con el brazo en alto,vestido de militar,acompañado de Hitler y Musolini,parecidos a nuestro padre Gomulka en su semblante de promesas y futuro incierto,pero por aquel entonces,yo solo era un niño lleno de sueños y fantasía,el Vístula cargado siempre de agua...

La vida en la memoria...(84)

84

Muchas veces pienso que yo sobrevivo,que yo he llegado a viejo, por todo el amor que me dieron mi mujer y mi hija,como una sabia secreta y misteriosa,un elixir de la vida,yo,que tanto desee morir joven.Muchas veces mi padre, sín yo comprenderle,me decía:suerte tienes Janusz,que tu madre no te estropeó como  a mí me estropeó mi madre,porque las mujeres tienen un poder infinito sobre sus hijos,un poder que perdura en el tiempo y nos aniquila,los hijos como un reflejo del deseo enfermizo de nuestras madres.Y mi padre me contaba como pudo salir de ese bucle,de esa fascinación materna,llena de sueños estúpidos y perfecciones imposibles.Sabes,Janusz,me decía,yo fuí su hijo mayor y yo concentraba en ella todos sus sueños de gran señora,el ansia de un vástago maravilloso,lleno de refinamiento y sensibilidad,un hombre tan fino y elegante como una mujer,ajeno a las groserías de la vida,un hombre viril,lleno de fe en dios y posturas amaneradas,un hombre castrado,presto a cumplir todas sus fantasías con sus amistades y su mundo cerrado,un ser exquisito que fuera el reflejo fiel de su gran sensibilidad y sus tontunas.Pero,yo,Janusz,tuve suerte y supe estar despierto y me reía de sus tés y sus misales,de sus confesiones sinceras con su confesor carmelita y pronto me dí cuenta cuanto la excitaba todo eso,incluso a veces soñé con ser cura,para masturbarme vergonzosamente despues de una confesión de mujer burguesa y reprimida,que no puede evitar tener fantasías y contarlas al confesor, más que  nada,como otra prueba más del martirio y la excitación,como otra prueba de estupidez,porque,Janusz,mi madre vivía en la tontuna más tremenda y yo supe verlo a tiempo...Por eso descreí desde el principio y cuando tuve uso de razón le dije a mi madre que dejara de utilizarme,mi padre callado y silencioso,pero dándome la razón en silencio... Por eso siempre es tan limpio el recuerdo de mi madre Ania,nunca me presionó,nunca me chantajeó ni reflejó en mi sus anhelos,del tipo que fueran,ella solo quería un hijo limpio y fuerte,sano de mente y de espíritu,un niño sano,que se hiciera fuerte al crecer,con la vida,con las convicciones justas y necesarias para vivir,sín espejismos ni estupideces...Por eso sufrió tanto mi padre,ser dotado de grandes cualidades,pero maniatado por formas,creencias enfermizas de superioridad y finalmente preso de sus traumas de infancia...las mujeres,ese velo siempre cubierto.Mi padre me dijo siempre que su propio padre le quería sín más,fuera como fuera,sangre de su sangre y nada más,cada cual con sus talentos naturales,pero su madre...había que servir a dios,no sé a qué dios y a qué deseos oscuros,la sombra de la hipocresía siempre cercana,pero como si no se viera...Hay formas de ser y de estar en el mundo,formas que se aprenden,que no son naturales,por eso yo siempre me rebelé,un instinto natural, nada más,frente a esas imposiciones de apariencia sagrada y realidad enfermiza,egoista y falsa.Por eso mismo,mi padre,ya muy joven,abandonó los colegios de curas y las efusiones de fe,unas efusiones que se diluían en el orgullo y la soberbia del cura de turno,en su frustración de hombre castrado,que solo podía escuchar los deseos de las mujeres,pero no poseerlas como hubiera querido.Y así,tantas veces me he acordado,llevado por mi padre,del Mayoral de La Regenta y su rabia de pulcros sayales y poco más,la vida y su realidad,mordiendo sus entrañas enfermas...Y tantas veces,cuando entro en las iglesias,por lo que sea,todo menos la fe,echo una mirada a los confesionarios y me digo que están llenos de semen,el semen enfermizo de tantos curas lascivos e impotentes.Y la sola presencia de la Virgen en los altares es un insulto,la gran mascarada del fervor,del fervor falso.Y arrugo la frente y miro a la ventana,al exterior y mi abuela se me aparece,mi abuela Luisa,llena de una fuerza falsa,maneras exquisitas y orgasmos formales más que materiales,el orgasmo de una mesa bien puesta y los modales excelentes,negando la vida  y la sangre,su fluir hermoso,encorsetado en tontunas de novenas y cafés con pastas,mientras se escucha el ronronear majestuoso del curita de turno,ungido de poder y de gula,el triste consuelo de los animales castrados,tan limpios y aseados y un mover primoroso de las manos regordetas evocando a la Santa de turno,sín llegar a entender sus sacrificios...Mi padre conservaba las vidas de santos,bien encuadernadas y se sabía de memoria el martirilogio,por eso hoy,aquí sentado, se me ocurren estas cosas,mientras ojeo estos libros viejos y bien encuadernados,mientras cumplo el rito de marear las horas y doblegar todos los relojes,el alma mustia y muerta,solo esperando que amanezca un nuevo día para nada,hasta que la muerte me acaricie con su mano fría y yo no sea nada,no piense ya nada...

La vida en la memoria...(83)

83

Mariola en el dormitorio,sentada frente  al espejo del tocador,cepillandose el pelo rubio con algún brillo rojizo,dejando caer la cabeza con coquetería,a los impulsos del peine y su espalda recta,de vértebras bien marcadas,el sujetador blanco dividiendo la espalda,realzando a la mujer,esos sujetadores que le servían a mi hija y luego la curva de la espalda,las caderas generosas,de mujer y el culo firme,apretado y lleno,las bragas de Mariola,puntillitas blancas,despertando mi deseo,el liguero,el girdle blanco y las medias con puntillas,suaves y delicadas.Luego se levantaba y se iba a mear,con ese gesto de bajarse las bragas a media rodilla,el papel higiénico rozando el pubis,secando los labios y yo tumbado en la cama en calzoncillos,empalmado de mirar y de ver,el cigarro en los labios y una cara de admiración y deseo,de sumisión a la hembra y todas las promesas que no han sido dichas pero que se cumplirán,demorando el momento,alargando el deseo de penetrar,de tocar,de meter los dedos por todas las rendijas de Mariola y Mariola sabia,besandome con ganas,acariciando mi polla a través de los calzoncillos,dejándome su saliva blanca en mis pezones duros,mordiendome el cuello,metiendome un dedo por el culo y llamándome maricón,mi niño,ya verás,te vas a enterar; y yo loco de frenesí,amasando sus nalgas,chupando su culo y su coño,abriendola bien las piernas,dejando un rastro de humedad entre sus piernas,lamiendo su cuerpo con sabor a sal y a mujer,el pelo despeinado y sudoroso y luego la cópula,la polla que entra suave,sín resistencias, en  el hogar sagrado,haciendo esfuerzos para no correrme,pensando en otras cosas,jurandome que hoy te vas a acordar de mi y de mi polla y no vas a desear a nadie más porque te voy a volver loca,solo espero el ruído de tus jadeos y tu voz,así,Janusz,cariño,así,hazme feliz,te quiero....todo el trabajo del hombre,sus cinco sentidos para satisfacer y  llenar  a la hembra,lleno de paciencia y excitación,con el firme deseo de doblegar,de rendir un cuerpo majestuoso y luego el llanto y los ruegos,no pares,Janek,mi cielo,no pares,fóllame,fóllame,soy toda tuya,soy tu esclava,y te voy a querer siempre,pero sigue,sigue,nuestros labios como ventosas y los ojos,los ojos fijos uno en el otro,unos ojos de locura y de deseo y el esperma caliente que se derrama en el pecho de Mariola,las nalgas contraídas y el derrumbe en las almohadas...Un descanso,un alivio,dos caladas al cigarro y Mariola que vuelve,decidida,loca de deseo y posesión y sus mordiscos,mi espalda enrojecida y mi pene flojo,morcillón,esperando,esperando de nuevo el ímpetu de la sangre...Y yo solo estaba plenamente feliz cuando la oía llorar de placer,cuando ya no podía más y se abrazaba a mí,a su macho,a su querido Janusz y yo la acariciaba el pelo y le decía muy serio...
-Te quiero,Mariola,te adoro...
-Júramelo,Janusz,júramelo...
-Te lo juro,Mariola,nunca he querido a nadie,solo a tí... Al amanecer,el cuarto nos descubría desnudos y saciados,hechos uno en dos,fuertemente abrazados y un reflejo de sol matutino acariciaba nuestras caras cansadas y felices,en la calle el ruido del tráfico y en la casa el ruido de las tuberías,luego nos quedábamos dormidos hasta la hora de comer...Entonces yo me levantaba,lleno de ternura y agradecimiento y preparaba un buen desayuno,lo que más le gustaba a Mariola,un zumo,tostadas,el té negro,el huevo revuelto y una flor,una flor que yo cojía del jardín de dentro y me daba igual que flor fuera,solo una flor en un vaso como una declaración de amor...Y algo de esto me contó mi padre en una ocasión,la adoración que sentía por Ania,salvo cuando se volvía loco y no quería saber nada de nadie...

La vida en la memoria...(82)

82

Ahora pienso,recuerdo más bien,aquí,sentado en mi sillón de orejas y rodeado de cosas:los libros,el periódico,mis gafas,las medicinas que tomo a regañadientes,el té que se ha quedado frío,la cajetilla de Fox,el correo lejano de España,las pisadas de Zenobia por el suelo de madera,el tiempo quieto un instante en las agujas del reloj de la pared...ahora,digo,en otra tarde interminable de agua en los cristales y cielo sombrío,recuerdo,sí,mal que bien,que cada vez que regresábamos de España,Mariola y yo nos acercábamos más y nos queríamos con más fuerza,es como si se despertara un deseo nuevo en nosotros,volvíamos renovados y eso se potenciaba porque Lía estaba más feliz y lo notábamos cuando venía algún día a comer de casa de sus abuelos,pletórica de recuerdos y soñadora,porque Lía estaba con Piotrek y a veces nos dejaba ver un momento su gozo en la coquetería con que se vestía y el brillo de sus ojos nos devolvía el deslumbramiento del amor,del amor puro e inocente,con algún escarceo de besos y caricias,que nosotros solo podíamos imaginar,pero cierto.Yo me olvidaba entonces un poco del alcohol y salía con Mariola por Varsovia,tomábamos café,recorríamos las tiendas del centro y así,los dos bajo el paraguas, descubríamos de nuevo nuestra complicidad y nuestra alegría,la  risa pronta por cualquier tontería y el cielo gris empezaba a poblarse de luces,las luces de Varsovia en el atardecer,el bullicio de las calles y los tranvías atestados de gente,las luces de los cines y los teatros encendidas,los grupos de jovenes saliendo de la universidad,en la Krakowskie,o saliendo de la Politechnika según volvíamos a casa y atravesábamos Lazienki para salir por la puerta pegada a Róza y nos parábamos de vez en cuando y nos besábamos como cuando yo volví de España en mil novecientos setenta y siete.El olor y el sabor de Mariola todavía con algún resto de sol y de sal,de pereza y hacíamos planes para la  noche ,una cena especial en casa,con velas y vino blanco,las miradas encendidas,las miradas francas del deseo renovado,Mariola impecable,bien maquillada,elegante dentro de su elegancia natural de manos largas y cuidadas,sus ojos de almendra y su nariz de diosa,recta y alargada,el talle bien marcado y unas piernas interminables en sus botas altas,el vestido negro y plateado,marcando las caderas,la curva preciosa del culo y el pecho escotado,el pecho de niña de Mariola,bien en punta y las puntillas del sujetador,la melena corta y lisa,como un efebo y las cejas pobladas,la frente limpia.Yo me comía a besos a Mariola con la mirada y ella lo sentía y estaba feliz.De vez en cuando, ella me colocaba bien el nudo pequeño de la corbata y me estropeaba el pelo, mientras brindaba por nosotros y nuestra hija.Eso era estar vivo,esa era la felicidad permitida a los hombres,me decía yo,porque luego estaba la certeza del contacto,la piel suave de Mariola y la mata de pelo rojizo y rubio de su pubis,la copa dorada del placer,entre muslos duros y calientes,la curva blanca de las nalgas y el agujero sucio del culo,tan limpio,esperando la curiosidad de mi polla,el deseo de penetrar por todos los rincones,poseer a Mariola,chupar sus orejas y comerme hasta sus mocos,así me ponía yo de fogoso,Mariola abandonada,dejandose hacer o explicándome como hacerlo mejor...y luego llegaba la ternura,los besos lentos,húmedos de saliva y flojera general,el fluir de los líquidos del cuerpo,cuando el cuerpo se abandona al placer y la voluptuosidad,la cama deshecha y el semen derramado junto a la vagina mojada y el ano sudoroso.Los abrazos de dos hermanos,dos amantes olvidados del tiempo,perdonándose todas las afrentas,pidiendo perdón por los reproches y luego el sueño profundo abrazado a Mariola como el naúfrago a una tabla,el vientre de Mariola acojiendo mi cabeza como un feto desvalido,el niño-hombre en los pliegues de la mujer- madre,todo una delicia de la que despues despertábamos con más ganas y el desayuno nos sabía tan bueno...Estos recuerdos contrastaban tanto con mi soledad de viejo,mis carnes secas y el pene y los testículos como un colgajo arrugado,solo las ganas de mear y los ojos secos,sín una lágrima,enrojecidos por la edad y el cansancio,la carne huida y los huesos incomodándome en todas las posturas,el frío de la vejez y la soledad...

sábado, 30 de octubre de 2010

La vida en la memoria...(81)

81

...
Ese mismo año,pero en diciembre,me lleve conmigo a mi hija Lía a París unos días.Yo conservaba algún amigo de Polonia de la facultad de traducción,y uno de ellos,Przemyk,se había instalado en París,los polacos andan repartidos por el mundo,que parecen judíos pero en pobre,pero claro,la emigracion polaca va para tres siglos,son muy apañados...Przemek era grandón,el pelo rapado,nada nuevo y unas ansias de gourmet,como si tuviera hambre muy atrasada y yo le compensaba.En el Bois de Boulogne una tarde,me pareció ver a Marcel Proust con Albertina y luego,otra tarde, a Théophile Gautier y me acordé de unos escalones en Venecia,el mármol blanco y la luz rosada de los palacios,acaso el polaquito Tadzio,de Thomas Mann,de vuelta de la playa del Lido,turbado por las miradas de un maricón viejo verde y atildado,sentimental y penoso y me acordé tambien de Dorian Gray,bueno,mejor,me acordé de Oscar Wilde y sus biombos lacados en alguna mansión de la campiña inglesa,y lo que da de sí París,joder.Y le dije a mi hija que un día le iba a enseñar dónde vivió Toulouse Lautrec,en el barrio de Saint Germain,y lo que sufrió el pobre.Pero yo sobre todo,quería llevar a Lía a Notre Dame de Paris y despues a Santa Inés,para que se sorprendiera con la Francia católica,tan republicana y jacobina ella.En Notre Dame,la cruz presidía el altar y en un lateral,una Virgen románica con el niño,despertaba la devoción y el incienso subía poco a poco en volutas de empacho y yo pensé que de un momento a otro me iba a correr,ungido de tanta manera bonita,los acólitos balanceando tan pulcros y primorosos,lindos turiferarios, el pequeño botafumeiro,me hija arrodillada,con las manos juntas y una devoción aprendida del colegio.Yo hacía esfuerzos por no llorar,no por fe,dios me libre,sino invadido por ese aire cerrado y enfermizo que me hace soñar con adolescentes sodomizados y pervertidos ya para siempre,el estigma en su cara y me acordé de mi madre y la pedí perdón un momento,no te enfades,madre,ya sabes que yo siempre he tenido mucha imaginación...Quasimodo renqueaba todavía por los desvanes de las cúpulas y le dije a Victor Hugo,en silencio,que por qué no le liberaba y le sacaba a pasear por las calles de París.A mi Francia,París sobre todo,me emborrachaba de literatura y estuve varios días buscando el café dónde Paul Verlaine se derretía con su querido Artur Rimbaud,mientras Charles Baudelaire les mira con ternura y resignación.El obelisco ardía por las tardes y  entre bistrot y bistrot,mi hija poniendose ciega a crêpes,yo soñaba con las marquesas de entonces,de una Francia olvidada,incluso me encontré una tarde con los nietos de Estanislao Augusto Poniatowski,último rey de Polonia,dirigiendo el protocolo del  té en algún salón elegante,reyes absolutos de la servidumbre exquisita,ellos,antiguos aristócratas,ahora convertidos en mayordomos impecables y fieles...los médicos de Moliére luciendo sus placas doradas en los barrios tranquilos y burgueses,mientras un aire de pornografía inunda la atmósfera.Y qué guarras son las francesas.Cecylia quería subir a la noria,descubrir París desde lo alto,devorar con sus ojos el ambiente para luego,de vuelta,plasmar su impronta artística en bastidores de ensueño...Yo me estuve traduciendo varios días las conversaciones de un congreso de la resistencia,allá,en la segunda guerra mundial,algunos españoles del exilio,todavía exaltados y los polacos brigadistas encantados de comer bien caliente...Cecylia se aburría y yo la busqué una amiga para poder estar libre en mis escarceos.Por las noches,ya en la cama,Buñuel me presentaba  a los mendigos de Viridiana y Dalí subía a mi hija en un elefante enorme y la decía:
-Lía,no te caigas,deja que el sol se ablande en los relojes,olvida a tu padre y pasea por la India o por la Arabia de dunas amarillas...y Rainer María Rilke,y ya paro,joder,no te pongas pesado,que Cecylia lo que quiere es ver el Louvre y sus Madonnas...En la Alsacia,nos despedimos de Francia y nos fuimos camino de Polonia,atravesando Alemania,quedaba todavía mucho para Leipzig,para La Sajonia,pero todo se andaría,Cecylia harta de mis referencias culturales europeas...
-Y qué pesado y qué cursi te pones,papá,cómo echo de menos a mamá...
...
Y todo esto que cuento más arriba,lo he debido de soñar,porque yo nunca he estado en París y que yo sepa no tengo ningún amigo que se llame Przemyk.Mi hija Lía sí estuvo en Paris,pero fué en Febrero,de excursión con el colegio,tenía quince años y unos meses más tarde se murieron Waldemar  y Cecylia Grudzinscy y luego,para agosto de ese año,nos fuímos a Miedziwodzie...

martes, 26 de octubre de 2010

La vida en la memoria...(80)

80

En Sevilla paseamos entre naranjos y palmeras,a esas horas de los guiris cuando el sol funde y los coches de caballos bostezan a la sombra,las palomas blancas del Parque de Maria Luisa poniendo costras en la cerámica de los bancos y un aire de califas y odaliscas,presas en harenes perfumados,como un sueño, se dejaba entrever por entre los surtidores del  agua y yo me acordaba del moro de la morería y el día que tú naciste,grandes señales había...gilipolleces con tanto calor,Mariola y Cecylia felices,transportadas a un remoto paraíso de aire caliente y dejes andaluces.Barrio de Santa Cruz,alcázares Reales,Torre del oro,barrio de Triana,la fábrica de tabacos,la Maestranza de blanco y amarillo,de rojo sangre y el río Guadalquivir llevando barcos camino de Palos de la Frontera, porque vamos a descubrir América.Yo le iba contando a mi hija la historia de Sevilla,lo que sabía y cuando bordeábamos la Catedral,yo le decía que estabamos acojidos a sagrado,incluso me inventé un patio concreto,según pasábamos por las callejas y le decía:aquí vivió Monipodio,rey de los fulleros,mendigos y farsantes y aquí se le pagaba peaje y ordenaba las tareas.Y  luego la regalé las Novelas ejemplares de Cervantes.En la Catedral, rodeamos el catafalco de Cristobal Colón,llevado en andas por gigantes y luego entramos a ver la Inmaculada de Murillo,allí en la alto,la luz entrando por la cúpula del techo,los paños azules elevandose al cielo,entre ángeles y querubines.Y luego el paseo por las callejas abigarradas de gente y terrazas,algún desgarro de guitarras y un cielo azul,quieto,la noche agobiante y sín brisa.Del mar de Cádiz traíamos restos de salitre en el pelo fosco,los rizos clareados y un cansancio de sol,de mucho sol,los andares perezosos,el cuerpo quemado...Yo me ponía ciego de finos y de tapas,Cecy y Mariola trasegando coca-colas,imantadas por las batas de colores de los tablados,los brazos morenos de las bailaoras haciendo virutas en el aire,marcando la cadera,los culos generosos y el gitano negro,sus rizos negros y su mirada enigmática,como un bronce negro en movimiento.Luego en el hotel,por las ventanas abiertas penetraba el olor de los jazmines blancos y el sueño vencía los cuerpos de mi mujer y mi hija,mientras yo velaba su sueño,atizado de whiskies en una borrachera serena,calmosa,muy comedida,porque yo me dije que en Sevilla me iba a portar bien para  que me quisieran a pesar de todo.Mi padre,su recuerdo,se quedó prendido entre los pinos de Roche y yo me traje un buen cargamento de libros para leer con calma en Varsovia.Yo volvería luego a Roche solo,en el invierno,los chalets vacíos y un aire de nostalgia,para hundirme bien en el molde de mi padre,pero eso sería más adelante,cuando tuviera ocasión...
-Papá,yo quiero vivir en Sevilla,es precioso todo...
-Sí hija,Sevilla es una maravilla,pero te cansarías y tu piel blanca no se ha hecho para estos calores...pero quien sabe,a lo mejor,cuando acabes la Matura,tú que dices Mariola...
-Yo si vuelvo,me voy con un gitano,te lo aviso...
-Entonces,hija,ni por pienso,exprime bien estos días,porque aquí no volvemos,que tu madre es capaz de todo,que la conozco...
-¡Ay!,papá,mamá bromea,qué haría ella sín su Nowy Swiat,sus tés con las amigas y sus botas altas...
- Tu no me conoces bien Lía,que yo de joven triunfé en España,en Madrid,que te diga tu padre...
-Joder que si triunfaste,no me lo recuerdes...
-Ligabas mucho,mamá...
-Bueno,tuve algún novio,cuando papá y yo solo éramos hermanos...y Lía se ríe y me mira...
-Sufriste mucho,papá...
-Pues un poco sí,no te creas...
-No le hagas caso a tu padre,Lía y pregúntale mejor como se lo pasó él,con esa pinta de pobrecito,solo para la galería...
-Oye,y por qué no cambiamos de tema y nos largamos cuanto antes de Sevilla...
-Ja,ja,te has asustado,eh Janusz,ya no estás tan seguro...quién lo diría...
-Estoy loco de amor por tí,ya lo sabes,que lo oiga Lía,que no haya dudas...Y hemos acabado la tarde los tres tumbados en la cama y viendo postales,en la calle el ruído de alguna motocicleta...



martes, 19 de octubre de 2010

La vida en la memoria...(79)

79

...Y no es que no pasásemos algunos ratos buenos,pero fue mejor el verano del año siguiente en el Báltico.Ya,para empezar,en el hall del aeropuerto de Sevilla,nos mangaron una maleta mientras yo contrataba un coche,que me subía por la paredes...
-Joder,Mariola,que esto es España,Sevilla para mis señas,la cuna de Monipodio,tú que estás un poquito leída,me cago en dios,dónde tenéis la cabeza y tú, hija,aquí espabila,o no te acuerdas ya de Madrid...claro,te vas a acordar, si eras un mico...
-Oye,Juan,me hubiera gustado que te la hubieran robado a tí,a ver que cara ponías,listo y deja en paz a Lía,ella no tiene la culpa de que seáis unos bárbaros...
-Te recuerdo que tengo nacionalidad polaca,soy tan polaco como tú,pero llevo todo el avión con lo mismo porque ya me lo olía,que vais con una despreocupación,que yo no sé dónde estáis...
-¡Mamá!,vamonos para Varsovia,ya no me apetecen éstas vacaciones,estoy harta de papá,tú, borracho a escondidas,siempre borracho y nosotras a aguantar tus cambios de humor... y Lía se ha puesto a llorar sín hacer ruido,como ella hace,las lágrimas escapándose por los bordes de los ojos,unas lágrimas que me taladran,no puedo ver llorar a mi hija...
-Perdóname,Lía,corazón,perdóname,soy un bocazas...
-Eso lo dices muy bien siempre,perdona,perdona...Lía tiene la voz quebrada y yo me callo,miro a Mariola y repito:
-Perdonarme las dos...y me he pasado todo el viaje hasta Roche callado y haciendome perdonar...En la primera parada que hemos hecho,yo le he comprado varias postales de Sevilla a Lía...
-Ya verás,mi niña,a la vuelta,nos vamos a estar en Sevilla varios días y te va a encantar y Lía me ha dicho:
-Papá,compramé un botijo,anda,mira qué bonitos y nos hemos acercado al borde  de la carretera...
-Coge el que  quieras,Lía...
-A ver,me da usted un botijo para éste Sol que llevo aquí, y como Mariola viene detrás,yo he seguido...
-Bueno,lo mismo tienen que ser dos,que aquí viene la Luna... 
-Mire qué botijos,para todas las constelaciones,usté para no ser de la tierra no mal se expresa...
-Hombre,algo de español llevo...
-Y qué,aquí las señoritas americanas...
-Más o menos...y nos ha mercao cuatro botijos,los más caros,que parecen de Talavera de la Reina y no de Andalucía,pero qué más da...y hemos hecho las paces...Luego,en casa,en Roche,hemos abierto todas las ventanas y yo solo huelo a mi padre y la bandera polaca ahí sigue,en un rincón del jardín y me he acercado y la he besado en un acto de cursilería que le hubiera gustado a mi padre.En el terrado de arriba,en el solarium, hay botellas vacías de Cuty Sark y Ballantines,alguna de vodka noruego y una tombona está vuelta y medio rota...en su dormitorio,libros por todas partes y periódicos atrasados.Mariola y Lía están recorriendo la casa,luego han salido al jardín,a ver la piscina,está a punto porque ya me encargué yo de que todo estuviera listo,los de Aguirre se portan bien conmigo y me buscan lo que haga falta,mi buena pasta me cuesta.El sol de España parece que las ha encendido y me he acercado a las dos y las he abrazado:
-Escuchar,quiero que paséis unas vacaciones de cine,me oís,no os preocupeis por mí,vosotras a tope y si me emborracho,no me hagais caso y no os enfadeis,¿vale?,qué decís...y mi hija Lía me ha besado y le ha hecho una seña a su madre...
-Sí,Juan,vamos a pasarlo bien,pero no te pases mucho,de verdad,que jodidos estamos los tres y ya sé que estás en el epicentro del muermo de tu padre,me lo has contado tantas veces,pero no abuses mucho,de verdad,que te estás alcoholizando sín darte cuenta...
-Ya lo sé,por eso Lía,te pido que no te enfades conmigo...y hemos acabado la tarde haciendo la compra en el Súper.Luego,Mariola y Lía se fueron pronto a la cama,querían madrugar para ir a la playa y yo me subí al cuarto de mi padre,la puerta corredera de cristal abierta de par en par,las copas de los árboles,de los pinos a mi altura y el mar,un mar sereno con espuma de cerveza,las puntillas del mar azul,tan callado,mientras se escuchan grillos y yo  he cojido una tumbona y me he puesto a hablar con mi padre,recordando la primera vez que aparecí por aquí:
-Aquí estoy,padre,ya he visto en la mesa algún libro,luego echaré un vistazo a Claude le Petit y a la Biblia Erótica,que ya los he visto en tu mesa,a ver de qué van y he comprado el mismo whisky,ya te contaré todas las novedades;abajo duermen Lía y Mariola,qué pena que ya no estés...y me he servido la primera copa,sabiendo que Mariola está cada vez más harta de mí y Cecylia no soporta verme borracho...








La vida en la memoria...(78)

78

Fuerzo el recuerdo,para no hundirme en peores abismos.Ese último verano del que hablo,el de mis ochenta años,paseé mucho,aprovechando el buen tiempo y muchas mañanas llamaba a Halina y nos íbamos a la rosaleda de Lazienki,nos séntabamos en un banco,yo con el periódico y Halina con el punto,las manos hábiles y los brazos rollizos,Halina convertida en toda una matrona de carnes blancas y el carmín rojo como siempre y yo no sabía que Halina la diera a las agujas,y nos metíamos en discusiones bizantinas porque nos aburríamos de muerte,mientras veíamos pasar las excursiones de niños,venidos de fuera de Varsovia,la maestra explicando la vida y milagros del maestro Chopin y yo miraba su nariz de gancho,en tanto algunos niños rodeaban la enorme basa de piedra de color rojizo y disparaban sus cámaras,el pelo de Chopin al viento,la frente despejada...
-Y tú desde cuando le das a eso,esto sí que es nuevo...
-Estoy haciendo una bufanda para el nieto de mi vecina,así me entretengo,y de nuevo nada,es como si yo te pregunto que desde cuando lees el periódico,otra cosa es que nunca me hayas visto...
-No,si digo que no me cuadra,nada más,es como si estuviera ahora aquí  Mariola y sacara el ganchillo,pues lo mismo...
-Pero qué tonto te vas volviendo con los años,pues para que lo sepas,Mariola tambien cosía muy bien,que algunas cosas las vendía en la "Galeria",pero tú, como siempre has ido a lo tuyo,te crees que los demás tenemos que ser unos inútiles...
-Oye,que yo no he llamado inútil a nadie,simplemente me desayuno de nuevas,o sea, que Mariola cosía divinamente,me sorprende,como me sorprende verte a ti  tan puesta con las agujas,como érais tan snobs...
-A ver,Janusz,qué quieres decir con que éramos muy snobs,nos estás llamando tontas o qué...
-Joder,que susceptible te has vuelto,digo que vosotras érais muy "señoritas",nada más...
-Se cree el ladrón que todos son de su condición,quién viene ahora a hablar de señoritas,pero si tú eres el prototipo de señorito mal criado,que no te has manchado las manos en tu vida,tú sabes acaso lo que nosotras trabajábamos en la Galeria,que había días que no parábamos...
-Claro, de preparar tés y cotillear pero bien con las amigas,si eso lo he visto yo tambien...
-Pero tú cuantas veces pisaste por la Galeria,es que me enciendes,de verdad...
-Pues muchas veces,o no te acuerdas y no hace falta que te enfades...mira lo que dice aquí,que van a quitar los mercadillos de la Plac Defilade...allí se compraba las bragas Mariola muchas veces...
-No cambies el tema,Janusz y dime a mí qué sabes hacer tú de provecho...
-Pues,hombre,fumar fumo muy bien...
-Como digas otra estupidez,me voy,que bastante hago con acompañarte,con las piernas como las tengo,que yo no soy Zenobia,a ver si te enteras...
-Joder,en la hora que he abierto la boca,si te he molestado,perdona...
-Vámonos,Janusz,que ya me he equivocado dos veces,que me alteras el pulso,pídeme un taxi en la Brama,anda y tengamos la fiesta en paz...Esas eran nuestras mañanas;en casa aún peor si yo le ponía algún pero a la comida...
-Y éstas pierogi...con lo bien que hacías antes éstas empanadillas,vamos,lo digo por eso,tú tan buena cocinera...
-Y qué le pasan a las empanadillas,virgen santa,será usted que va perdiendo el gusto,a mi me parece que están buenísimas...
-Ya hombre,si mal no están,solo un poco duras...
-Que están duras las empanadillas,a ver si es que se le ha aflojado otra vez la dentadura...duras,vamos,que llevo cocinando desde la niñez,por dios,Señor Sobieski,es que me ofende...
...Y luego,ese mismo invierno,que vino frío de verdad y la cosa fué peor y yo cojía las fotos del verano que pasamos en Andalucía,Cecylia con quince años,tristona por la muerte de sus abuelos y las dos apenas sín comer,mi hija y Mariola a régimen,porque las entró la tontuna de que estaban un poco gordas.Gazpacho sí trasegaron y poco más,que Lía apenas probaba los pescaditos,ahora ,a las dos les daban arcadas el pescado y estaban aburridas de paella española.Pero,eso sí,todas las tardes al mismo tablado de flamenco,porque uno de los guitarristas,moreno de pinta agitanada, las tenía maravilladas a las dos y luego a que las leyeran la palma de la mano,que yo ya me cabreaba...
-Pero qué par de paletas y de incultas,pero hija,no ves que no son más que tonterías...
 -Pero,Janusz,por qué no nos dejas en paz,a tí que más te da...
-Pues vaya ejemplo que le das a tu hija...
-Oye,papá,nosotras te decimos algo cuando te pones a tomar finos...
-Pero que tiene que ver...y miro las fotos y recuerdo que entonces Lía,mi hija,iba creciendo y se desligaba de mí,más cómplice con su madre que nunca,mi hija ya menstruando y mi mujer en plena menopausia,que entre una y otra,vaya verano que me dieron.Algunas tardes,yo me quedaba en el chalet de Roche,mientras ellas dos se iban en un coche de alquiler a Conil,a Chiclana,a San Fernando...y paseaba por la playa como un animal herido.Luego al volver a la casa,ya me metía con el fino,la cerveza y para cuando regresaban,ya estaba eufórico perdido,que hacía que ellas dos se miraran con una mirada cómplice,como diciendo,ya está,ya se ha soplado y ya está feliz...Y dejo las fotos y miro como caen los copos en el azul del invierno y siento frío,un frío tremendo,de fracaso y de abandono y Zenobia se ha marchado sín avisar.Dios,padre,me cagó el palomo como  a tí,vaya par de mierdas que hemos sido...






jueves, 14 de octubre de 2010

La vida en la memoria...(77)

77

El río de la vida sigue,los sueños se extinguen y se alejan.Yo recuerdo que cuando cumplí los ochenta pegué un bajón tremendo y Halina tenía las piernas hinchadas,gordas,la cara arrugada y en las ojeras como un liquidillo de sudor o de cansancio,no sé,pero yo la seguía queriendo,porque el amor es otra cosa,los jóvenes no lo entienden pues porque no lo pueden entender.Y yo hubiera querido tener un nieto que correteara por mis piernas y me trajera el reflejo de la estirpe propia,pero no pudo ser.Imaginaba a mi hija Cecylia adulta y madura,inclinandose para besarme con delicadeza,mientras mi yerno me da conversación y me cuenta sus proyectos...Estás como una puta cabra,soñando domingos de fiesta y mesa especial,algún cumpleaños,Mariola y yo presidiendo la mesa,ajados y felices,mientras mi hija se encarga de todo y regaña a su hijo...Y lo único claro que vislumbro es mi propio destino,reflejado en el destino de millones de seres,todos abocados a la vida y a la muerte,y lloro a veces porque sé que no somos dioses y el recuerdo se perderá y la vida solo será un soplo...Luego,sí,vendrán otras vidas,pero nosotros ya no estaremos y no habrá ya nadie que nos recuerde....Me puse muy mal con los ochenta años,ahora el cuerpo se cobraba los excesos,la inconsciencia,la mala vida,pero tambien yo sentía un aliento,un aliento sobrenatural,como de Arcadia y pedía un taxi y me iba a Santa Ana,no sé si por fe,creo que  no,solo para refugiarme en lo imperecedero,no en una iglesia concreta,no,sino en una atmósfera conocida y escuchaba los acordes del "Salve Regina" y veía a los niños,tan hermosos e inocentes,perpetuando la vida,sus risas sobresaliendo por encima del encienso y la música.Luego me iba despacito,con mi bastón,a la ciudad vieja,al Starego y saludaba a la sirena arrodillada,con su escudo redondo y su espada,su alfanje curvo y sus carnes apretadas...de fondo se oía el organillo,la cantinela de una Katarina y en las terrazas se bebía cerveza y los niños chupaban helados con delectación,casi con devoción,mientras de las mesas saltaban las risas,la fuerza y el poderío de la juventud,una juventud nueva,desconocida para mí, y mientras mi dirigía a la ciudad Nueva,al Nowy Miasto,yo repetía por lo bajo los nombres de las iglesias y los conventos y miraba de refilón las cafeterías y restaurantes donde yo había estado tantas veces y veía como otros protagonistas me sustituían y yo me alejaba,desencantado,ignorado de todos y solo los viejos como yo me reconocían en un solo mirar...esto es la vida,me digo,cuando se llega a viejo,una sonrisa de condescendencia,otras veces un reproche sordo,de mala cara,solo porque somos viejos...y el Vístula seguía ahí,como un insulto,como una bendición,renovadas siempre sus aguas,y el cielo no se ha roto,la cúpula celeste nos tapa todo,todo lo que hay detrás,que seguramente no sea nada,solo una ilusión óptica...

La vida en la memoria...(76)

76

Mi aspecto a mis sesenta y nueve,setenta años,era el de un dómine cabra,más o menos,eso sí, muy atildado y elegante.Yo estaba en los huesos,el pelo blanco,con un flequillo largo,una roncha,una mata de pelo que me cubría la frente amplia,los ojos hundidos en una melancolía permanente,unos ojos grises,que a veces eran azules,a ratos verdes,luego grises,mis ojos despistaban tambien,yo no podría jurar de qué color tenía los ojos,la nariz un poco aguileña,los labios finos y la piel curtida por el aire porque a mí me gustaba salir las noches de invierno para que el aire frío sacudiera bien mis entretelas.Iba cargado de hombros ligeramente,la chaqueta siempre abierta y las manos en los bolsillos,sín corbata,la camisa blanca,porque yo llegó un momento que solo me ponía camisas blancas,la chaqueta negra de paño y los pantalones negros,los zapatos relucientes,tambien negros.No usaba reloj y en el dedo anular izquierdo,un anillote ancho de plata vieja y oro que se le mangué a mí padre buscando  por sus cajones,la cartera siempre llena de billetes y es que yo era un dómine cabra solo de aspecto,el buscón Pablos no habría tenido problemas conmigo y habría cenado siempre como dios.Halina a veces me recriminaba,se metía en el dormitorio,habría el armario y empezaba a buscar y sí,a veces yo parecía el principe de Gales,pero solo a veces,cuando me dejaba.Nos tirábamos fotos por todas partes y siempre Halina:
-Pero,coño,Janek,cariño,te puedes reír un poco para la posteridad  y sacar las manos de los bolsillos...Yo ensayaba una sonrisa y siempre salía con una cara de gilipollas en las fotos que daba grima.Halina sí era fotogénica,su cara llenaba todo,estaba exuberante a sus sesenta,bien cuidada,de buena raza,como yo la decía...Halina tenía poderío de cuerpo y los porteros se apresuraban siempre para abrirla la puerta,la misma puerta que a mí tantas veces me daba en la narices,porque lo último que pensaban los porteros es que yo iba con Halina,yo parecía una cucaracha muy espigada,con una espuma  blanca de cerveza en la cabeza,derramada por la pechera...Luego sí,cuando ya soltaba la propina generosa,los guardarropas se olvidaban de Halina,era mi pequeña venganza y yo encendía un puro español y coleccionaba cajas de cerillas,la bufanda con algún agujero...Y cuando se apagaban las luces,en el teatro o en el cine,lo primero,mi mano se iba a la entrepierna de Halina,que daba un respingo...
-Joder,Janusz,qué susto,te puedes estar quieto...
-Tú déjame y mira anda....y tantas noches,ya tarde,yo me empeñaba en ir a Mariensztat,a la ribera,a pasear por la pradera,mirando los reflejos de luz en el agua,las luces de Praga tililando en medio de la niebla,que a veces me confundía y la llamaba Mariola a Halina,pero ella no se enfadaba...


La vida en la memoria...(75)

75

Halina removió mis últimos rescoldos,como una badila que removiera las cenizas de un brasero que iba apagándose lentamente.Yo andaba cerca de los setenta,pero todavía no me resignaba a prescindir del sexo y yo lo tenía que alimentar con juegos,con fetichismos,Halina disfrutando tambien,pero de otra manera,más entera que yo,descubriendo las fantasías que se esconden en cualquier hombre,excitandonos más con la mente que con el cuerpo en sí.Y se vestía para mí de zorra,llena de encajes,medias,ligueros,tacones altos,carmín exagerado,poniendo poses procaces que yo la pedía,superando siempre mis requerimientos,porque las mujeres tienen una naturaleza sabia para despertar el deseo y tantas veces yo no tenía que decir nada ni insinuar nada.Otras veces la pedía que nos fuéramos a pasear al parque,ella sín bragas,para que de vez en cuando me abriera la entrepierna y yo pudiera ver su coño,sus labios afeitados y esa franja  vertical de vello castaño que a mí me encendía,las medias marcando una zona de carne blanca y llena,los muslos de Halina como una entrada al paraíso,siempre calientes los muslos de Halina...Ahora me río al recordarlo,ahora,con mis noventa cumplidos,cuando ya eso no importa nada,pero entonces,fué otra época de sobreexcitación,sabiendo  que era como una despedida porque el otoño de la vida estaba llegando y luego ya solo disfrutaría con los recuerdos,como un buey manso y  resignado y me ponía a leer a Freud,solo para comprobar si se había equivocado,con su pulsión de deseo y destrucción...Esto es la vejez,me digo,un contínuo desbarrar para doblegar las horas,para que las agujas del reloj de la pared no me aplasten con su lentitud,como un compás perezoso...Zenobia tambien notaba todo esto,lo tenía muy cerca y a veces yo descubría en su cara algún rictus amargo,de mujer sola vete tú a saber por qué,porque Zenobia no me contaba nada de su vida,tan pudorosa como era,tomando mi lascivia,cuando hablábamos, como algo natural en mí y ajeno a ella,pero a veces,algunas veces, yo veía la mujer que había en Zenobia,no la sirvienta,la fiel criada,la sobrina de Stefan,pero yo de inmediato paraba,no quería entrar por esos laberintos,Zenobia era sagrada y punto...a veces tambien me acordaba de mi madre,soñando un incesto imposible y retroactivo,pero enseguida se diluía...
-Janusz,cielo,vas a hacer que te regañe,tan bruto te has vuelto,mi pequeño...
-No,madre,es que a veces parece que el deseo me transforma en un animal,solo lo que tardo en eyacular,qué te voy a decir a tí que ya no sepas...
-Acepta cada instante de tu vida,Janusz,no caigas en la locura,prefiero que me hagas reír con tus ocurrencias... y mi madre se retira como de un escenario y yo vuelvo la vista al parque,con el piar escandaloso de la tarde,los pájaros preparándose para el silencio de la noche...

La vida en la memoria...(74)

74

El dinero tambien,esto antes no lo dije,aparte el esplendor,genera odios africanos y rompe familias,amistades,destroza lo más sagrado,porque el dinero tantas veces es la puerta,el conducto directo que nos lleva al poder,a la soberbia,a la entronización del ego y finalmente en tantos casos,a la estupidez supina.Digo todas éstas cosas,porque yo,para evadirme de mi realidad,me pasé varios años auscultando toda la correspondencia de mi padre,hasta que me harté claro,porque llegué a saturarme de esa personalidad tan compleja y ambigua como fué la de mi padre.Mi padre era como una montaña rusa,a veces arriba,en el cielo,otras abajo,en el infierno y la desesperación;lento hasta la parsimonia,acelerado como un cohete cuando estaba eufórico.Ahora se diría que mi padre era un bipolar,pero mi padre no era más que un ser sensible,lleno de miedos y contradicciones,tambien lleno de arrojo,un arrojo a veces suicida.Yo creo que mi padre no le dejaba indiferente a nadie.Pero de todo se cansa uno y yo,superado mi dolor,instalado ya en la resignación,me fuí alejando de una persona que cada vez entendía menos,una persona que no compartió mi infancia,mas que por terceros interpuestos y cuando ya nos encontramos,yo me alegré mucho y le quise bien,pero mi padre no formaba parte de mi pasado y yo el amor paterno lo ví reflejado en Waldemar Grudzinski,en Stefan Majewski,mi buen Stefan,en Henryk Zanussi,el profesor o en mi padre de adopción y padre de Mariola,Józef Majcherczyk,el humilde carpintero de la calle Fabriczna,(pared con pared su taller con el taller del zapatero Enger),vecino de mi madre.Mis abuelos españoles se me perdían en una niebla,en una nube de desconocimiento y mis tíos,a los que traté tan poco,me parecían seres extraños,a los que yo no lograba relacionar con mi padre,de lo poco que se parecían.Aburre tanta genealogía y al final solo queda la genealogía del amor y del cariño,el retorno permanente a la infancia y lo que allí vivímos,el único espacio sagrado y allí solo estaban mi madre Ania y una mocosa atrevida que se llamaba Mariola.Halina, a veces,sentada en un sillón enfrente de mí,en mi pequeño despacho,me observaba en silencio y como me veía tan enfrascado,a veces me decía:
-Janusz,estás buscando petróleo...
-No,Halinita,guapa,solo trato de saber quien soy...
-Pues cuando lo sepas y le encuentres,dile que no me vuelva a follar por el culo,no sea que se convierta en una costumbre...y yo rompía en una gran carcajada,dejaba todos los papeles y le decía...:
-Halina,a los hombres nos gusta entrar por todos  vuestros agujeros,por todos los poros,es como si estuvieramos buscando la piedra filosofal,escondida en vuestras entrañas...
-Sí,pues en mi culo,lo único que vas a encontrar es mierda,como escarbes mucho,el oro solo lo tengo en mi coño... y nos reíamos,nos reíamos con ganas y yo me daba cuenta que Halina tenía muchas salidas,muchas poses de Mariola,Halina era como la hermana pequeña de Mariola, por eso la quería tanto,porque además me hacía reir,me sacaba de golpe de la melancolía y me instalaba en la vida.A veces entraba Zenobia con el té y nosotros la arropábamos con una gran sonrisa,para que no se sintiera excluída...
-Zenobia,eres un encanto,a que sí,Halina...
-Menuda suerte tienes tú,Janusz,lo que tiene que aguantar la pobre Zenia...y Zenia se encendía como una manzana roja, llena de brillos y reflejos,orgullosa por los halagos...

sábado, 9 de octubre de 2010

La vida en la memoria...(73)

73


A mí,mi padre me salvó de muchas cosas,incluso despues de muerto.Cuando estuve en España,en El Espinar,a su entierro,acompañado por Antonio Canals,yo arramblé con todos sus papeles,documentos,cartas...Para mi padre,el chalet de El espinar era su centro neurálgico,allí tenía todo,incluso se compró un nicho donde está enterrado,porque no quiso enterrarse en La Almudena con sus padres,mis abuelos.Poco despues de la muerte de Stefan,ya sín Mariola y sín mi hija,yo me enfrasqué en toda esa maraña y descubrí muchas cosas.Por ejemplo,descubrí que mi padre me quería.En el cajón central de su escritorio,encontré una foto enmarcada en blanco y negro en donde aparezco yo con mi madre y con Mariola.La foto es de mil novecientos sesenta y cuatro.Estamos en la puerta de Agrykola,al lado del puesto de las rosquillas,mi madre tan  dulce y hermosa,en su cara el reflejo sereno de la muerte.Yo tengo un palo en la mano,los pantalones cortos,mi chaquetilla y mi gorra,debo de tener siete,ocho años y Mariola,con un vestidito azul claro y dos trenzas,no debe de pasar de los cuatro años.Al pie de la foto,la letra redonda de mi madre:"Aquí estoy con mis tesoros,solo faltas tú,Ania".Tambien descubrí cartas que mi padre se cruzó con sus dos hermanos y con mi abuelo,rota la relación con su madre Luisa,desde que se enteró que tenía un hijo en Polonia,un hijo ilegítimo...En una de esas cartas,mi padre escribe a sus hermanos,sín piedad,con odio y desprecio:
"Queridos hermanitos,antes de nada,deciros que lleváis viviendo de mi dinero y no os queréis enterar,desde hace bastante tiempo,las últimas inversiones de padre han sido un fracaso y yo he tenido que echarle un cable,un cable bastante gordo.Sois unos hijos de la gran puta y perdonar el tono.A madre la disculpo,ya sé que es superior a sus fuerzas aceptar todo lo que se salga de su lógica.Y os recuerdo,que ni siquiera me habeis preguntado por mi hijo Janusz y menos por su madre.Que os den por culo,con todo el cariño de vuestro hermano mayor,que os abraza con una llave inglesa.Ventilaros un poco y tú,Agustín, ponte a dieta,que vas a reventar.A tí,Manolo,no te digo nada,no sea que te dé un suponcio.Gonzalo".Tambien otra carta de mi abuelo Agustín,pidiendole a mi padre que no haga sangre:
"Querido hijo,he tenido noticias de la carta que has enviado a tus hermanos y te pido por favor,que en estos momentos de zozobra no te ensañes.Tu madre en el fondo te quiere,pero ya sabes como es,la religión lo primero.La culpa es mía,ya no estoy fino y he metido la pata hasta el fondo y ya sabes que me han estafado por un exceso de confianza,voy perdiendo reflejos y no entiendo las relaciones comerciales modernas.Tus hermanos,los pobres, se despeñan por donde yo sín pensarlo,les falta talento y valentía,perdónales.Tu padre que te quiere...P.D:tu hijo es muy guapo,gracias por la foto.Padre".
Mi padre hacía copia de todo y estaba muy dolido con su madre,la abuela Luisa,porque desde que se enteró que había tenido un hijo sín estar casado,ya no le perdonó.Mi padre se lo dijo bien claro en una ocasión:"Mira,madre,no soporto tu hipocresía,llevais años sín aguantaros,sín "débito conyugal",como tú dices,cada uno  a vuestro aire y me vienes a dar lecciones de moral,allá tú.Dile a tu confesor que se lea mejor los evangelios.Tu hijo,que a pesar de todo,te quiere y te pide perdón.Gonzalo"...


jueves, 7 de octubre de 2010

La vida en la memoria...(72)

72

Cuando meto la llave en la cerradura y abro,Zenobia está con el impermeable puesto,atusándose el pelo en el espejo de la entrada y al vernos,se acuerda  de no sé qué y se va para la cocina,apenas conoce a Halina,pero huele mi felicidad y claro,tiene que remolonear,a ver de qué va esto...
-Qué tal Zenia,mira,te presento a Halina,una antigua  amiga de Mariola...
-Buenas tardes,si yo a usted ya la conocía ...
-Buenas tardes...
-Oye,Zenobia,ya te vas,¿no?...
-Sí,ya me iba,pero me he acordado que no he puesto a remojo el repollo dulce ese,que le gusta tanto...
-Bueno,deja el repollo anda,qué más da...
-Que no,que luego mañana está usted piando...y Halina  y yo nos hemos mirado con paciencia y pasamos al salón y nos quitamos los abrigos y yo preparo una copa.Cuanto tienen que sufrir los amantes,cuantos obstáculos han de vencer,sobre todo cuando el deseo apremia,héroes del adverso distino...
-Halina,que tomas,mi niña(ya se va,no te apures),qué quieres...
-No sé,tú que tomas Janusz,no me lo digas,tú vodka para variar,pero con qué...
-A mí el relleno me da igual Halina,que yo el vodka lo tomo hasta con leche cuando no tengo refrescos,yo no soy sibarita...
-Tienes vino,Janusz,me apetece vino...
-Joder,Halina,no te cortes,vino,menos mal que todavía guardo reservas de la bodega de Waldemar,y vino bueno además,de España,te vas a enterar...
-Oye que yo aquí tomo vino muchas veces...
-Sí,pero será francés o yo que sé y bien caro...
-Como me suelen invitar,no me fijo en el precio...
-Sabes,Halina,a veces os envidio,me hubiera gustado ser mujer y lesbiana,claro,y no digamos ya si estáis un poco buenas,vaya chollo...
-Ya,menudo chollo,Janusz,ya te quería yo ver...
-Pues sí... y como Zenia no se va,me he ido para la cocina:
-Me cago en la hostia,Zenia,deja eso para mañana,no me cabrees...y Zenobia me mira muy digna y deja todo tal cual y se va sín decir adios...Halina está mirando los cuadros de la pared,está mirando la marina de Miedzywodzie...
-Qué guapa está aquí  Mariola,qué guapa era,Janusz,tú sabes lo que nos queríamos...era como una hermana mayor para mí,un modelo... yo he esperado a que se tome la segunda copa de vino..:
-Y cómo os queríais,Halina,dímelo sinceramente,a que os gustabais un poco los dos...
-Joder,Janusz,los hombres siempre con lo mismo...
-Voy a esperar a que estés más borracha,a lo mejor te saco algo y te aviso que juego con ventaja,Mariola me contaba todo,todo Halina,te aviso...y Halina se ha echado a reir...
-Y que te contaba Mariola,a ver,mentiroso...
-Pues que os pegabais unos buenos filetes,sí,que Mariola no le hacía ascos a nada,comprendes...
-Pero que mentiroso eres ,Janusz,no te creo...
-Pues no me creas,pero es así...una vez me contó que te violó literalmente encima de su cama...
-Janek,no me violó ella,la violé yo,para que te enteres...
-Esto se va animando,joder Halina,di la verdad,coño,que tenemos confianza...
-Ya te lo he dicho...y Halina se pone interesante...y yo sé que no es más que un juego,los preliminares,pero si resulta que al final hay algo de verdad,yo me disparo como un cohete...Y esa noche,por fín,pude dar por culo a Halina,que es lo que llevaba deseando tanto tiempo.La cojí del bolso una cajita de
vaselina con disimulo y me puse muy pesado y poco a poco,consiguí doblegarla...
-Janusz,que haces,guarro,déjame...
-Déjame  tú a mí,Halina,por dios,te lo pido por dios...y luego fué mejor,porque se puso mimosa y yo la consolé:
-Dios,Halina,qué culo tienes,mi niña,no te enfades...
-No respetas nada,Janusz ...y se ha abrazado a mí,porque yo conozco un poco a Halina y sé que hoy está salida,si no,no lo hubiera intentado...
-¡Te odio!,y lo ha dicho con tal dulzura,con tanto mimo,que me la he comido a besos,Halina está mojada pero bien,está blanda y tiene flujos por todas partes,hasta el sobaco le suda,con lo límpia que es... 

La vida en la memoria...(71)

71

...
-Vaya estirón que has dado,por eso no te he conocido...Qué tal te va,has hecho farmacia o solo ayudas a tu madre...
-Sí,hice farmacia,si no,no podría estar detrás del mostrador...y si me acordé de que aquí,los dueños de la farmacia pueden no ser farmacéuticos,pero los que trabajan sí tienen que serlo...
-Yo quiero decirle,que aunque su hija y yo ya no salíamos juntos,nos queríamos mucho y lo hemos pasado muy mal toda la pandilla,yo no sé ni qué decirle,de verdad...
-No te preocupes,Piotrek y llámame de tú,hazme ese favor...
-Vale,me da un poco de corte...
-Ya sabes lo cabezota que era Lía,se la metía algo en la cabeza y no había manera...
-Sí,la verdad es que era muy suya...nosotros,señor Sobieski,todos los amigos,nos vamos  los diez de cada mes a Powaski,compramos un ramo de flores entre todos y nos estamos allí un buen rato hablando de nuestras cosas...y yo quise cambiar de conversación,porque empezaba a hipar y los ojos empezaban a empañarse...
-Y qué,seguís la misma panda de siempre,los que íbais por Solec,vaya juerguecitas,¿eh?...
-Sí,más o menos seguimos los mismos,la muerte de Cecylia nos unió mucho...
-Oye,y quién era uno que cantaba y dirigía el cotarro abajo,porque yo soy muy cotilla y me acuerdo que muchas tardes,yo me quedaba merodeando por el jardín,para oír de qué hablábais,procurando que Lía ni me viera,sabiendo como se las gastaba...
-Ja,ja,señor Sobieski,su hija era la primera que nos decía:eh,vosotros,venir,vais a ver a mi padre como anda con la oreja puesta,pero poneros detrás,no os dejeis ver y su hija entornaba un poco más las maderas de dentro...
-No fastidies...
-Así es ...
-Ya,si Lía,de tonta no tenía un pelo,¡que jodía!,sabes,como luego no  me regañaba,pues yo pensaba que ni se enteraba...
-Su hija le adoraba,señor Sobieski,se lo digo de verdad y nosotros tambien le queríamos,era la única casa de la que no nos echaban y hacíamos allí lo que nos daba la gana,por eso le envidiabamos mucho a Cecylia,por el padre que tenía...
-Ya,yo es que confiaba en mi hija,sabes,y la permitía todo,que mi mujer se cabreaba mucho conmigo...
-Sí,cuando estaba su madre,nos decía,¡eh!,formalitos no vayamos a joderla,que mi madre nos larga...
-Bueno,oye,y quién era ese,que solo se le oía a él...Piotrek ha abierto la boca y se ha reído...
-O sea,eras tú,vamos,no lo puedes negar...
-Sí,era yo...
-Ya lo sé,pues anda que no sé yo cosas de tí,Cecylia no me ocultaba nada ...y ahora,sí,otra vez,Piotrek se ha puesto colorado de verdad...
-No fastidie...todo,todo...
-Que sí,que sí...y Piotrek a mirado el reloj como el que no quiere la cosa...en la farmacia,Halina habla con Agnieszka y han pasado más de dos horas...
-Perdona,Halina,nos hemos liado ha hablar...
-No pasa nada...y nos hemos despedido...
-Ya pasaré por aquí Piotrek,de visita,encantado Agnieszka...
-Adiós,adiós,venga cuando quiera...y Halina me dice que ya sabe quién es Piotrek,su madre le ha estado contando...
-Buen chaval...y qué,Halina,como estás de hormonas hoy...
-Pero que tonto te pones,Janusz,si quieres rollo,me lo dices directamente...
-Halina,quiero rollo...
-Y cuando tú no quieres rollo...
-Pues a veces,no te creas...
-Ya...oye,está Zenobia en casa,que me da mucho apuro,como te conoce tanto...
-Halina,coño,que Zenobia dentro de un rato se va...y dirigimos nuestros pasos a Róza,entre las luces y el tráfico y yo estoy feliz...sobre todo cuando me apetece follar y se me logra...