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A mí,mi padre me salvó de muchas cosas,incluso despues de muerto.Cuando estuve en España,en El Espinar,a su entierro,acompañado por Antonio Canals,yo arramblé con todos sus papeles,documentos,cartas...Para mi padre,el chalet de El espinar era su centro neurálgico,allí tenía todo,incluso se compró un nicho donde está enterrado,porque no quiso enterrarse en La Almudena con sus padres,mis abuelos.Poco despues de la muerte de Stefan,ya sín Mariola y sín mi hija,yo me enfrasqué en toda esa maraña y descubrí muchas cosas.Por ejemplo,descubrí que mi padre me quería.En el cajón central de su escritorio,encontré una foto enmarcada en blanco y negro en donde aparezco yo con mi madre y con Mariola.La foto es de mil novecientos sesenta y cuatro.Estamos en la puerta de Agrykola,al lado del puesto de las rosquillas,mi madre tan dulce y hermosa,en su cara el reflejo sereno de la muerte.Yo tengo un palo en la mano,los pantalones cortos,mi chaquetilla y mi gorra,debo de tener siete,ocho años y Mariola,con un vestidito azul claro y dos trenzas,no debe de pasar de los cuatro años.Al pie de la foto,la letra redonda de mi madre:"Aquí estoy con mis tesoros,solo faltas tú,Ania".Tambien descubrí cartas que mi padre se cruzó con sus dos hermanos y con mi abuelo,rota la relación con su madre Luisa,desde que se enteró que tenía un hijo en Polonia,un hijo ilegítimo...En una de esas cartas,mi padre escribe a sus hermanos,sín piedad,con odio y desprecio:
"Queridos hermanitos,antes de nada,deciros que lleváis viviendo de mi dinero y no os queréis enterar,desde hace bastante tiempo,las últimas inversiones de padre han sido un fracaso y yo he tenido que echarle un cable,un cable bastante gordo.Sois unos hijos de la gran puta y perdonar el tono.A madre la disculpo,ya sé que es superior a sus fuerzas aceptar todo lo que se salga de su lógica.Y os recuerdo,que ni siquiera me habeis preguntado por mi hijo Janusz y menos por su madre.Que os den por culo,con todo el cariño de vuestro hermano mayor,que os abraza con una llave inglesa.Ventilaros un poco y tú,Agustín, ponte a dieta,que vas a reventar.A tí,Manolo,no te digo nada,no sea que te dé un suponcio.Gonzalo".Tambien otra carta de mi abuelo Agustín,pidiendole a mi padre que no haga sangre:
"Querido hijo,he tenido noticias de la carta que has enviado a tus hermanos y te pido por favor,que en estos momentos de zozobra no te ensañes.Tu madre en el fondo te quiere,pero ya sabes como es,la religión lo primero.La culpa es mía,ya no estoy fino y he metido la pata hasta el fondo y ya sabes que me han estafado por un exceso de confianza,voy perdiendo reflejos y no entiendo las relaciones comerciales modernas.Tus hermanos,los pobres, se despeñan por donde yo sín pensarlo,les falta talento y valentía,perdónales.Tu padre que te quiere...P.D:tu hijo es muy guapo,gracias por la foto.Padre".
Mi padre hacía copia de todo y estaba muy dolido con su madre,la abuela Luisa,porque desde que se enteró que había tenido un hijo sín estar casado,ya no le perdonó.Mi padre se lo dijo bien claro en una ocasión:"Mira,madre,no soporto tu hipocresía,llevais años sín aguantaros,sín "débito conyugal",como tú dices,cada uno a vuestro aire y me vienes a dar lecciones de moral,allá tú.Dile a tu confesor que se lea mejor los evangelios.Tu hijo,que a pesar de todo,te quiere y te pide perdón.Gonzalo"...